2- Hermanos, parte 2

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   —Espera, ¿qué? —Dice finalmente Luke, cerrando su boca y agachando un poco su cabeza para quedar a una mejor altura que su novio, quien ya calmó su respiración—. ¿Quieres decir que tu hermano era homofóbico? ¿Te rechazó?

   —Es homofóbico. O, bueno, eso supongo. No lo sé, la última vez que lo vi seguía siéndolo, así que... ¿Quién sabe? Quizá ahora hasta gay será —dice Sam con mayor calma y desarrollo, con Luke encogiéndose de hombros.

   — ¿Cómo fue toda la situación? Si es que quieres contarla, claro... —Le pregunta Luke, con Sam comenzando a recordar aquellos tiempos otra vez...


   Viendo el resultado en la pantalla de su computadora portátil, el joven Sam de 13 años se muerde un poco las uñas. Está muy nervioso. En ese momento su hermano entra por la puerta y se echa en su cama, con Sam tan rápido como un rayo cerrando la pestaña del test que acaba de hacer.

   Al ver a Frank, ve que este está echado boca abajo. Luce exhausto.

   — ¿Otra vez te ganaron en el boxeo?

   —No, hoy no fui a entrenar. Me quedé todo el día aquí —responde Frank, lentamente volteándose y terminando boca arriba. Extendiendo una de sus piernas a la puerta, logra dar con esta y la cierra con un leve golpe.

   — ¿Ah sí? ¿Dónde? Yo bajé, me hice un sándwich y pasé por tu cuarto a examinar tu clóset y no estabas en ninguna parte.

   —Sam, ¿otra vez te robas mis calcetines? —Le cuestiona Frank, con Sam sonriendo apenado—. Ah, en fin, no importa. Yo... estaba en el estudio.

   —Cierto, la resistencia...

   —Sí... —responde Frank junto a un suspiro, con Sam recostándose a su lado y viéndole de perfil—. Sé que eres joven, apenas tienes 13, pero... espero entiendas por qué hago esto. Sé que nuestros padres te lo quisieron ocultar y yo al principio accedí a que así fuera, pero no pude soportar que te lo intentaran revelar tal y como ellos quisieran, victimizándose y todo eso.

   —Sí, todo eso... —dice Sam, llevando su mirada llena de dudas hacia otro punto del cuarto—. Frank, ¿puedo serte totalmente sincero con algo?

   —Claro —dice Frank, rodeando a su hermano con un brazo por encima de sus hombros y sacudiéndolo un poco con su mano sobre su pecho—. Tenme siempre la confianza para decirme lo que sea. Sea lo que sea, yo...

   —Creo que soy gay —dice Sam, dejando a Frank mudo.

   Un par de segundos después, Frank ve cómo Sam se acomoda un poco sobre su brazo y le sonríe con cierta ternura que le remueve todo internamente, por lo que rápidamente se alza de la cama de un salto, rompiendo con el tacto.

   Sentándose lentamente, Sam ve a Frank confundido.

   —No —dice Frank, con su hermano confundiéndose aún más—. N-no, no puedes ser gay, Sam —Le dice el mayor, con los ojos del joven llenándose de lágrimas—. Eso está mal. No va contigo, no puedes ser así. No eres gay.

   —Pero yo leí que si eres un chico y los cuerpos masculinos te atraen y los cuerpos femeninos no, eres gay. Y... así me siento.

   — ¿Qué? ¿Entonces me dices que yo te atraigo? —Le cuestiona Frank junto con una sonrisa burlona. Sam no sabe qué decir. No lo entiende—. Soy un chico ¿no? ¿Te atraigo? Porque eso sería... muy enfermizo.

   —Frank, eres mi hermano, nunca te vi de esa forma y nunca lo haré, pero hay un chico en mi clase al que vi sin camiseta el otro día y...

Simplemente LUKAM Vol. 2: La jugada siniestraWhere stories live. Discover now