Capítulo 8 part 2 📃

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—Gracias por no causarme una hemorragia interna.

—De nada—le sonrió.

Ahora cada quien estaba por su lado, Taehyung con Jimin y Jungkook con el chico de cabello cobrizo. Eso para evitar que se mataran de nuevo a cada mínima provocación.

—Bien. Empecemos por el principio...¡¿Por qué carajos golpeaste mi auto?!

Jimin lo sujetó y acarició su espalda, tratando de tranquilizarlo.

A Jungkook le seguía pareciendo cómico todo este asunto, que por cierto no terminaba de comprender.

—Pensé que alguien había dejado su chatarra en mí estacionamiento, así que quise dejarle una sorpresa.

Lo miró fúrico—Hoy si Jimin, sujétame que lo mato—lo tomó del cuello de la camisa—¡¿A que le dices chatarra, imbecil?!

¿Quien se creía para decirle chatarra a Eleanor?

El peli negro rodó los ojos, pero luego sonrió sujetando la cintura del rubio —¿Resuelves todo a golpes?—suspiró y se acercó a su rostro—Tengo una mejor idea para limar las asperezas.

—¡Suéltame asqueroso!

Se zafó de sus brazos y lo miró mal. Vaya chico. Golpeaba su auto y luego tenía la osadía de coquetear con él. Respiró y continuó; necesitaba terminar con esto.

—En todo caso, este estacionamiento es mío, o más bien de mi padrastro.

Jungkook frunció el ceño—Te equivocas. Mis iniciales están en el pavimento—efectivamente una J. J estaba grabada, aunque esas también correspondían a las de su padrastro.

—Jungkook tiene razón, ese es su estacionamiento hace años, justo debajo del árbol—habló por primera vez el cobrizo.

—Vaya, al parecer hablas ¡Que sorpresa!

—Kit, para servirles.

—Supongo que tu eres Gretchen—escuchó a Jimin reír por lo bajo. Los otros dos solo se vieron confundidos—Okay, no le demos más largas a esto—miró a Jungkook completamente serio—Pagarás las reparaciones de Eleanor y me darás tu estacionamiento. Es un acuerdo justo.

Jungkook pareció considerarlo y terminó por sonreír.

—Me parece bien.

El rubio pareció sorprendido, no esperó que el pelinegro se responsabilizara y pagara los gastos de su auto. Aun así le parecía un poco sospechoso.

—Y quiero agregar algo más al acuerdo.

—¡Sabía que tramabas algo!—claro que tenía algo bajo la manga, lo presintió.

—Cada fin de semana libre, prometo ser tu chofer y llevarte a dónde necesites ir.

Escuchó el jadeo sorprendido de Jimin detrás de él, el mismo intentó retener uno.

Puso su mejor cara de pocos amigos y frunció él entrecejo. No se fiaba de él—¿Pretendes matarme en el medio del bosque o algo así?

Jungkook rió—Tienes mucha imaginación, sol—apartó un mechón del rostro del rubio, quién se ruborizó al instante y no pudo reaccionar—Mañana llamaré a alguien para que venga por Eleanor. Estará en buenas manos, no te preocupes.

Y se fueron.

Tanto Jimin como Taehyung seguían en shock. Lo que acababa de pasar fue completamente de película.

—Creo que le gustaste a Jeon.

Taehyung lo vió como si estuviera loco—No inventes, ese idiota golpeó a Eleanor.

—Si no le gustaste, por mínimo te quiere en su cama. Te acordarás de mí.

—No es como si yo quisiera pasar por su cama—bufó—volvamos adentro.

•••

Al siguiente día su timing interno no funcionaria, así que optó por la incesante alarma.

Odiaba madrugar. Iba en contra de su filosofía. "No soy un vago por desvelarme en favor de mi productividad y despertarme en horas vespertinas". Era un dicho muy largo, necesitaba algo más puntual.

Hoy era el primer día de clases.

Y eso, por desgracia, conllevaba a levantarse temprano.

Se duchó y vistió de manera tranquila, gracias a que Jimin se levantó un poco antes que él y pudo hacer uso del baño sin complicaciones. Era un acuerdo tácito entre los dos al parecer. 

Cuando ambos estuvieron listos bajaron al primer piso a obtener su desayuno. Ahora que el cuerpo estudiantil estaba completo la fila de la comida se extendía hasta las puertas del comedor, haciendo su mañana un poco más molesta.

Pasaron sin exagerar, media hora avanzando en el abismo de estudiantes hambrientos. Sus piernas empezaban a cansarse y el fastidio iba en aumento.

Se recargaron el uno en el otro para poder descansar un poco. Por suerte ya no faltaba mucho.

—¿Esto es así siempre?

—Si no madrugas, lo es.

—Entonces deberíamos saltarnos el desayuno y succionar la cena que quedó en nuestros dientes.

Jimin lo miró fastidiado—Asco.

Cuando vieron que los chicos frente a ellos salieron con sus bandejas llenas de comida, pudieron sonreír con satisfacción. La espera valía la pena. Esa comida se  veía deliciosa.

Estaban a punto de coger sus bandejas y ordenar cuando frente a ellos se pusieron tres mastodontes interponiéndose entre ellos y su preciada comida.

—La fila va allá energúmenos—señaló el final de la fila.

Uno de ellos volteó a verlo y sonrió con sorna. Literalmente lo barrió—¿Eres nuevo, bonito?

—No me llames así, neardental eminente—sintió a Jimin jalarlo del suéter en señal de que guardará silencio.

El chico sonrió impresionado—Vaya, eres atrevido. Me gustas. Me llamo Seokjin—le tendió una mano para saludarlo que prontamente quitó al ver que el rubio no la recibía—Al parecer nadie te ha hablado de las reglas de este colegio. Te recomiendo que te pidas un manual, tontito.

Taehyung lo miró indignado, este que se creía—Tonto tú que tus células cerebrales seguro están en la lista de especies en extinción.

Seokjin se carcajeó. En serio le gustaba este chico.

Prontamente los otros dos chicos voltearon por el alboroto de la pequeña pelea. Y vaya sorpresa.

—Tan temprano y ya creando alboroto, sol—vió al otro rubio tras él—Hola Jimin.

El chico solo sacudió la mano para saludarlo. Estaba sorprendido, Jungkook jamás se dirigía a él así.

Taehyung se exaltó al ver al perpetrador de su linda Eleanor. Ese chico generaba pensamientos violentos en él.

—Jinnie, deja que los chicos ordenen primero—Seokjin lo vio extraño, ¿Jungkook había dicho eso?—Ellos llegaron primero.

—¡No quiero tu caridad!—replicó poniéndose a la defensiva—Pasen ustedes—Jimin asintió de acuerdo.

Jungkook le sonrió y apretó una de sus mejillas—No seas terco, sol—prontamente sintió el manotazo del rubio.

—¡No me toques!

A este punto todos se encontraban entre confundidos y sorprendidos.

Debido a la cómica discusión habían atraído la atención de toda la cafeteria. Todos murmuraban como el gran Jeon Jungkook coqueteaba y entablaba una conversación con el chico nuevo. Todos sabían de sobra que Jungkook tenía un circulo muy cerrado y no le hablaba a cualquiera.

—Te estoy dando la oportunidad de ordenar primero y te indignas—giró los ojos divertido.

—No quiero favores de su real eminencia. Muchas gracias.

—¡¿Van a ordenar o no?!—grito la pobre anciana tras el mostrador.

Winchester Collage •Kooktae• •Social Media•Where stories live. Discover now