𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟕

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Al despedirse de su madre y bajar del auto observo el lugar, el club era aún más grande de lo que recordaba, con sus amplios jardines, los campos de golf, la piscina y la cafetería. Todo parecía tan familiar para ella, pero aun así se dedico a observar cada espacio por el que caminaba, aun con sus pensamientos en la pelea con Conrad, claramente no era la primera vez que discutían, el verano pasado antes de empezar a salir solían hacerlo mucho a causa de los celos de ambos, pero esto era diferente, era la primera discusión que había ocurrido desde que eran pareja, tenían un año juntos y aunque había desacuerdos, nunca hubo discusiones.

—Bee, Belly —Grito Jeremiah encontrando a lo lejos a ambas hermanan Conklin.

—Entrare antes, ve con él —Hablo la mayor antes de alejarse al interior del club.

Cuando Jeremiah llego junto a Belly ambos vieron confundidos a la chica que se alejaba de ellos, mientras, por otro lado, Shelby solo quería terminar con ese día, llegar a su casa y dejarse caer en su cama. Cuando paso las puertas del salón se encontró con varias mesas donde las debutantes de este año y las del año pasado que serian hermanas mayores estaban sentadas, su vista se centro en la mujer que se acercaba a ella con una sonrisa.

—Shelby, llegas a tiempo —la mujer la abrazo brevemente.

—Hola Paige—saludo forzando una muy convincente sonrisa.

—Susannah me dijo que tu hermana debutara este año —hablo emocionada de tener a otra Conklin en su baile este verano, buscando con la mirada a su acompañante —¿Dónde está? ¿no viene contigo?

—No te preocupes, vino conmigo, entrara en cualquier momento —volvió a sonreír. Si en algo era buena, era evitando que la gente la viera afectada, con las personas a su alrededor siempre tenía un único problema, nunca sentía que encajaba, tenía grupos de amigos, obviamente, pero no eran inseparables, ella era la chica que era amiga de todos, pero nunca fue la amiga a la que llaman cuando se sienten mal, en la primera que piensan cuando quieren salir, o invitar a una fiesta... con el tiempo eso dejo de importar, se enfoco en los estudios, sus clases extras, el ballet, y dejo de lado las relaciones con las personas. Sus excepciones eran claras, su familia, los Fisher y sus amigas del verano pasado, esas personas que eran tan importantes para ella que haría cualquier cosa por verlas felices y seguras.

—Ve a sentarte a la mesa dos —le señalo —Ahí está Nicole, pero este año hay menos participantes, así que ambas serán responsables de esas debutantes—después verla asentir se alejó dejándola sola.

Camino en la dirección que la mujer le había señalado, encontrándose con la mirada de Nicole quien la saludo desde su lugar, mientras ella se acercaba —Que bueno que ya estás aquí, compartiremos a las hermanitas —exclamo emocionada.

𝗠𝗘𝗧𝗔𝗡𝗢𝗜𝗡𝗔 - CONRAD FISHERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora