Capítulo 13

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...Y si me quieres ver y dímelo a la cara te llevo al edén. Dime que tienes ganas de pasar las horas muertas aquí a mi vera y si te molesto te enajeras. Así que si me quieres ven, que tengo yo pa darte oro de ley. Y si quieres casarte me caso, de cara bonita y cuerpazo, contigo me caso, me caso, me caso...

🪐

Gala se levantó de la cama sobresaltada. Miró hacia ambos lados agobiada, sintiendo como su corazón latía desbocado, su respiración era irregular hasta el punto de sentir que le faltaba el aire. Percibió la figura de Estela descansando a su lado y suspiró tranquila al darse cuenta de que había sido una pesadilla. Se levantó de la cama, agarró el móvil y caminó con cuidado hasta el baño para no hacer ruido y así no despertar a su hermana. Se encerró en aquellas cuatro paredes y se miró al espejo. Sintió el sudor resbalar por su cuerpo, esa agitación constante que seguía presente en su cuerpo y ese temor atroz a que aquella pesadilla fuera verdad. Temblando, desbloqueó su dispositivo móvil y buscó el chat de Misho.

"Cuando puedas, llámame".

Escribió aquellas palabras sintiendo una sensación de vacío en su cuerpo. Cerró los ojos y respiró hondo, su único propósito fue relajarse. Inhaló aire y luego lo exhaló. Sintiendo como poco a poco su cuerpo volvía a la realidad. Aquel sueño, aquella pesadilla mejor dicho, pareció tan real que cuando despertó sintió muchísima angustia. Sólo de pensar que aquello había pasado en realidad le ahogaba. En Sidney eran las cuatro de la mañana por lo que en España en ese preciso instante el reloj marcaba las ocho de la tarde. Gala sabía que Misho estaría ocupado a esas horas y más un sábado por la tarde, pero aun así confío en que tarde o temprano daría señales de vida.

Salió del baño más tranquila, agarró una botella de agua y bebió un poco calmando la sed que la estaba matando. Tan solo faltaba una semana para que ella volviera a España y de nuevo hacerle frente a todos los problemas que la estaban torturando. Tenía mil dudas en la cabeza, su mente estaba en mil sitios a la vez y aunque tenía clara cuál era su decisión, las dudas la corrompían por dentro. Ese miedo a haber tomado la decisión incorrecta, ese miedo a afrontar la realidad y no saber si estaba encauzando su vida. Fue ese miedo el que la frenó poco a poco provocándole esa incertidumbre en la cabeza que no la dejó vivir.

— ¿Estás bien? —la voz ronca de Estela hizo que se sobresaltara.

— Joder que susto me has dado —susurró Gala, llevándose la mano al pecho.

— Lo siento, ¿estás bien? —volvió a repetir la pregunta.

— Ahora sí, hace unos minutos no —suspiró —. He tenido una pesadilla —un escalofrío invadió su cuerpo solo de pensarlo —. He soñado que Misho tenía un accidente de coche y fallecía.

— Joder —Estela prendió la luz y con la mano le indicó a su hermana que caminara.

Gala caminó hasta el borde de la cama y abrazó a su hermana pequeña. Cerró los ojos y disfrutó de aquel abrazo que no sabía que lo necesitaba hasta que lo dio. La mano de Estela ascendió y descendió por la espalda de su hermana mayor proporcionándole calma y estabilidad.

— Parecía tan real —susurró la mayor de las dos.

— Ya está amor, ahora hablas con él y se te pasará el susto —Estela depositó un beso en la frente de su hermana —. ¿Va todo bien con él?

— Sí, sorprendentemente sí —sonrió Gala —. Digamos que nos hemos sincerado el uno con el otro, pero que ambos sabemos que no es el mejor momento para iniciar una relación. No queremos atarnos, pero tampoco queremos vivir el uno sin el otro.

Cúrame ▪︎ MISHO AMOLIWhere stories live. Discover now