𝑳𝒂 𝒐𝒎𝒆𝒈𝒂 𝒅𝒆𝒍 𝒂𝒍𝒇𝒂 © -𝙼𝚈𝙶-

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Aquél alfa miraba ansioso las ventanas de la habitación de su omega, esperando a que las luces se apagaran para poder salir al jardín y en cuanto HoSeok hizo la seña todos los sirvientes salieron junto a su alfa

—¿Estan todas las flores?— preguntó subiéndose las patas de el pantalón para que le fuera más fácil

—Si, estan los diez tipos de flores señor— contestó el jardinero del lugar —estan las camelias, tulipanes, girasoles, narcisos, claveles, apaganto, orquídeas, rosas, iris y azucenas— mencionó

—Entonces comencemos, todo tiene que estar listo para mañana—

El alfa supremo repartió el trabajo entre todos los trabajadores. Uno que otro trabajador se asombro al ver a su alfa plantar con una gran sonrisa de oreja a oreja, era raro porque el alfa supremo era conocido por ser alguien serio

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El alfa guiaba a su omega con mucho cuidado por el jardín mientras que esta tenía una venda en los ojos

—Ya llegamos— anunció quitándole la venda

La omega se asombró al ver tantas flores diferentes por lo que sonrió al momento de salir de su asombro

—Esto es muy hermoso— comenzó a caminar lentamente mientras observaba todo el jardín

—Desde hoy este será tu jardín. Si quieres más flores dime, también mandé a que pusieran una mesa y dos sillas cómodas debajo del kiosco— mencionó con felicidad —puedes pasar las tardes ahí leyendo o tomando el té—

—Todo esto... ¿Es mío?— cuestionó con asombro

—Caramelito, eres mi omega, obviamente todo lo que tú me pidas será tuyo— tomo sus manos mientras la miraba a los ojos —solo debes pedírmelo y yo inmediatamente te lo daré—

Ella sonrió levemente ante la confesión de su alfa

—Demos una vuelta por el jardín— empezó a recorrer el jardín tomando la mano de su alfa —¿Tú elegiste las flores?— preguntó con curiosidad

—Si, ¿Por qué lo preguntas?— frunció el ceño —Si no te gustan puedo cambiarlas—

—No es eso. Me gusta mucho como se ve el jardín así. Solo que es muy colorido y me sorprendió un poco puesto a que... La mayor parte de este lugar no tiene colores tan llamativos— se sentó en el césped cerca de un árbol

—Puedo hacer que en nuestro hogar haya más color— aseguró haciendo la misma acción que la de su omega justo a su lado

—¿Quiere que le haga una corona de flores?— inquirió cambiando de tema

—Eso no es cosa de un alfa supremo... Pero hazme una, por favor— hizo ojitos

La omega rió ante la tierna acción del alfa. El susodicho observaba detenidamente como su linda omega tomaba algunas flores y empezaba a hacer la corona y pudo notar como había algunos moretones en las finas y delicadas manos de su tierna omega

—Listo, una linda corona para un guapo alfa— le colocó con delicadeza la corona recién hecha en la cabeza del pelinegro

—¿Te parezco guapo?— preguntó con burla haciendo sonrojar a la pequeña omega