Capítulo 3

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Agatha, Sophie y T/n caminaban por el bosque, yendo hacia un pequeño campo en medio del bosque, un lugar donde les gustaba estar juntas sin que nadie las molestara. Era mediodía y otro día de clases había terminado para estas tres chicas, uno que no tardó en llenarse de quejas por parte de Sophie.

-Agh, odio a mi madrastra.-  suspira Sophie, haciendo reír a T/n.

-A ver, a ver, ¿qué?-  pregunta Agatha, qué motivo le dió esta vez su madrastra a la chica de baja estatura como para que se vuelva a quejar de ella.

-¿Y ahora de qué te regañó?-  pregunta T/n. La vez pasada fue por levantarse tarde y entretenerse en arreglarse y la vez antepasada porque compró más tela para hacer nuevos vestidos cuando ya tenía su ropero llenos de estos.

-Tendré empleo en la fábrica y me va a sacar de la escuela para ir a trabajar ahí.-  respondió con evidente disgusto.

-Entonces también la dejaré. Que me consiga un empleo contigo.-  le comenta Agatha, intentando no dejar sola a su amiga.

-O porque mejor no vienes y cazas conmigo, así no dejas la escuela.-  le propone T/n, dispuesta a compartir sus ganancias con su amiga.

-¿Y luego qué?-  pregunta molesta Sophie a sus amigas.  -¿Nos fundiremos en el pueblo como todos?-  empieza a avanzar.  -No, mi mamá me dijo que yo debía hacer algo importante. Algo valioso.- recuerda las palabras de su mamá a sus amigas.  -Entonces... me marcho esta misma noche.- dice decidida.

-¿¡Qué!?-  exclamaron las otras dos.

-Pero, Sophie, jamás has puesto un pie fuera de Gavaldon.-  dice Agatha, no aprobaba la idea de que una de sus mejores amigas se marchase lejos de aquí, dejándolas atrás.  -Ni siquiera sabes qué hay allá.-

-Exacto, ¿Cómo se supone que te mantendrás a salvo? es peligroso que te vayas así tan... tan de repente, ¿y si te pasa algo allá mientras nosotras no estamos contigo? ¿Cómo sabremos que estarás bien?.-  sigue cuestionando T/n, realmente no creía que este momento haya llegado tan pronto, su amiga queriéndose ir sola.

-¡Ese es el punto!-  detiene la bomba de preguntas de sus dos amigas.  -Saben que nunca va a pasar nada nuevo mientras siga aquí.-  intenta explicar.  -Y no me conformaré con una vida normal. No quiero.- finaliza su argumento, para sentarse en el césped.

Sus dos amigas ya estando más tranquilas le hacen compañía a la más baja, cada una se sienta al lado de esta.

-Mira esto.-  Agatha habló cuando sacaba de su bolso una corona hecha de ramas, extendiéndosela su amiga Sophie, recibiendo como respuesta un ruido de ternura al recordar el objeto.  -Sí, la encontré en mi ático el otro día...-

Las tres chicas ven con nostalgia el objeto de ramas secas. Pues fue este el que unió a las tres en una hermosa y especial amistad, cuando falleció la madre de Sophie, la niña se la pasaba sentada al lado de la lápida de su madre, hasta que un día llegaron Agatha y T/n con la corona de ramas hecha por ellas mismas, un regalo hecho especialmente para que la joven rubia ya no estuviera triste por su reciente pérdida. Y a la vez, Sophie las ayudó a ignorar los comentarios groseros que los pueblerinos le decían a las dos niñas. Las tres se ayudaron mutuamente.

-¿Ves?, entonces ya hiciste algo muy valioso.-  continúa Agatha, mientras sus ojos empezaban a cristalizarse y a formarse un nudo en su garganta.

-El día en que te volviste nuestra amiga, Sophie...-  finaliza T/n la oración de su amiga, haciendo que las tres recordaran el momento.

Las tres chicas se recuestan, tomándose un momento para apreciar sus bellos recuerdos en donde sólo eran ellas tres, sin pueblerinos molestos, sin bullys, sin madrastras regañonas, solamente ellas.

LAS TRES LECTORAS // (La escuela del bien y el mal)Where stories live. Discover now