XIV

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El lunes llegó y con él el trabajo para ambos y las clases para el japonés, cuando llegó a la mansión del egipcio Atem lo recibió con un beso en la mejilla, el egipcio como siempre terminaba de arreglarse para ir a trabajar y el pequeño Hasan dormía aún como tronco, pero algo raro había en Yugi, sus ojos no eran tan brillantes como siempre y su sonrisa era un poco forzada, eso no pasó desapercibido para el ojo de Alcón del egipcio

—¿Qué sucede Yugi?—preguntó el egipcio tomando su mano—Te veo un poco apagado—

—No es nada... Sólo cosas personales—respondió un poco desanimado el japonés, escuchó los llantos del pequeño y fue a buscarlo—Shh tranquilo aquí estamos—

—Mamá—dijo felíz el pequeño Hasan—Ambe—dijo como la otra vez tocando su pancita

—Vamos, papá aún no se va—sonrió Yugi y lo llevó con el egipcio—Dile buenos días a papá—

—Papá—sonrió Hasan, pocas veces veía a su padre antes de irse a trabajar, estiró sus bracitos y el egipcio lo cargó—Papá—dijo nuevamente mientras se acurrucó en su pecho

Pasaron los minutos y Atem se fué a trabajar, tenía a primera hora una reunión importante con Ilustraciones Industriales y K.C para ver los últimos detalles de parque de Pegasus y los animatrónicos que faltaban

En la mansión sonó el celular del japonés, vió quién llamaba y respondió, era su antigua mejor amiga, Tea Gardner

—Tea—dijo serio el japonés dejando a Hasan en su silla comiendo su desayuno—Qué quieres Gardner—

—Necesito ayuda con algo—

—¿Ayuda?—preguntó incrédulo Yugi—Después de lo que hiciste ¿¡Quieres que te AYUDE!?—su voz sonaba llena de cólera, hacía años que habían dejado de hablar por ese incidente y ¿ahora quería su ayuda?—Lo siento Gardner, pero no—dijo firme

—Mamá—dijo el pequeño llamando su atención

—No me vuelvas a buscar, porque puedo hacer que termines en la cárcel con lo que hiciste—sin más colgó la llamada, vaya que su día había empezado mal, primero se encuentra con su ex-novio y la chica por la que habían discutido y había recibido esa cicatriz en su costado, y ahora aparecía Tea pidiendo su ayuda para quién sabe qué, al menos ver a Atem y el pequeño le dió un pequeño rayo de luz a su día

Por otra parte para el egipcio el día empezó atareado, la reunión fue de un total de tres horas y después una reunión con la empresa de Rusia, su nuevo proyecto estaba siendo un éxito de ventas con más de 10.000 pedidos al día de salir, terminó ambas reuniones y empezó con el papeleo de siempre, observó por la ventana el cielo, era un día hermoso y soleado con solo unas pocas nubes que cubrían levemente el cielo, suspiró preocupado por Yugi, no le gustaba para nada esa oscuridad en la mirada de Yugi

La noche llegó y Atem salió de trabajar, como siempre cuando llegó Yugi le sirvió la cena y Hasan ya dormía, pero la mirada de Yugi seguía apagada, Atem lo observaba en silencio mientras comía, Yugi se miraba en el reflejo del cristal, el egipcio se levantó y se acercó

—Me veo tan...—

—Perfecto—sonrió el egipcio abrazando a Yugi de la cintura—Te vez perfecto—besó su mejilla y tomó con delicadeza su rostro—Quiero ver una sonrisa y tus ojos brillando, no sé lo que sucedió para que pensaras así, pero para mí siempre serás perfecto tal y como eres, yo me enamoré de quién eres, no de quién fuiste—

Yugi por las sinceras palabras de Atem empezó a llorar abrazándose a él ocultando el rostro en su fuerte pecho, Atem con cuidado y cariño acarició su mejilla secando las saladas gotas y dió un pequeño beso en sus labios, sin duda amaba a este hombre y agradecía que lo pusieran en su camino para poner luz en su oscuridad

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⏰ Last updated: Nov 01, 2023 ⏰

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My dear BossWhere stories live. Discover now