8. El pasaje secreto.

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La verdad es que si me entretuvo bastante, olvidándome el mal momento que había pasado antes con la inesperada realidad de Circe. Cuando creí que nos devolvíamos a la entrada del santuario del dios sol, Marcus me sorprendió guiándome al lado contrario de la salida.

No entendía el porque íbamos hacia allá, se supone que este es el final de la catedral, pero al parecer tiene un gran corredizo subterráneo que descendía cada vez mas. No sabia que la catedral tenia un sótano. Cuando llegamos al final, una farola iluminaba el final del camino, nos dio la bienvenida una piedra blanca caliza que se burlaba del final. Hice una mueca.

—¿Me hiciste caminar todo esto para llegar hasta el final? ¡Me hubieras dicho que no había nada mas!

—Si hay algo mas.— Se burlo.— Mira.

Se acerco a la pared que marcaba el final y paso su mano a través de ella, abrí los ojos sorprendida y me acerque a mirar mejor. Toda su mano había desaparecido entre la piedra. Dio un paso mas, atravesando la piedra, solamente dejando su mano libre para extenderla.

La tome sin dudarlo e ingrese junto a el. La magia recorrió mi cuerpo en segundos y mi cuerpo se relajo al sentir aquel poder en todo mi ser. Sonreí alegre. Cuando mire a mi alrededor, la sorpresa fue enorme. Un gran pasillo, como el de los santuarios de los dioses brillaba como si el mismísimo sol estuviera allí adentro.

—Vaya.. esto es...

No tenia ni siquiera palabras para describirlos. Las puertas enormes de 4 metros brillaban del metal que se habían creado, pareciendo incluso nuevo. El oro adornaba el techo, donde caían suavemente cristales que iluminaban todo. Este lugar es...

—¡Te presento el santuario bendito!

—¿santuario bendito..?

—Si, este santuario fue construido muchos años mas atrás que la existencia de la catedral. Es muy apreciado y por ello solamente los padres de la catedral son los únicos capaces de ingresar aquí. Ellos y sus hermosas esposas, claro.

—¿Por que? ¿Qué es este lugar...?

—Son otros santuarios, pero no para dioses... Bueno, algunos de ellos si lo son, o eran.

—¿Eran..?

—Fueron desterrados de sus títulos como dioses, convirtiéndose en demonios y seguidores de abajo. 

Eso tiene mucho sentido, del porque se encuentra oculto y no a la vista del publico. Que pena, porque en verdad era muy hermoso.. Mis pasos resonaban contra el piso de mármol, las puertas eran el doble de grandes que los de los dioses.

—¿ellos son mas importantes que los dioses?— Pregunte.

—Podría decirse que no. Todos estos santuarios le dan homenaje a aquellos guerreros que dieron su vida en la guerra contra los demonios.

—¿Los Salvatore Divinos?

—Correcto.

—Pero siguen siendo personas importantes, ¿no?

—Eran. Todos fueron olvidados, por eso nadie aparte del dueño baja a este lugar.

—No deberían de olvidarlos... Dieron su vida por nosotros, para mantenernos a salvo de los demonios.— Musite, incrédula. Sin embargo Marcus le daba igual, simplemente miraba a su alrededor con indiferencia.

Pase mi mirada por las puertas. "Gilberf Frindish, Ex-Almirante del ejercito Salvatore divino" Lo recuerdo de mis clases de historia, fue el masacrador de demonios, incluso había rumores sobre que murió en manos de un dios por cometer canibalismo.

HAIZEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora