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Habían pasado dos semanas desde que Draco y Harry habían hablado sobre el bebé y se llevaban bastante mejor. Draco lo ayudaba en pociones, lo acompañaba a la biblioteca para estudiar y a veces, hasta iba a su sala común, donde los gryffindor ya se habían acostumbrado a verlo allí.

El vientre de Harry seguía sin notarse tanto, así que por el momento no tenían de que preocuparse.

—¿Qué consigo si añado polvo de raíz de asfódelo a una infusión de ajenjo? —preguntó Draco.

Estaban en la sala común de gryffindor. Eran las doce de la noche y ya la mayoría se había ido a dormir.

—Draco, quiero dormir. —se quejó Harry a su lado.— ¿No podemos dejar la tarea para el domingo? Mañana es sábado, no tenemos clases.

Draco cerró y guardo los cuadernos.

—Bien, pero él domingo nos quedaremos despiertos toda la noche si es necesario, para que te aprendas lo que necesitas para el examen. —le dijo.

—Está bien. —se levantó de su asiento, mientras bostezaba.

Miró las escaleras que lo llevaban a su cuarto y luego miró al rubio que terminaba de guardar sus cosas.

—Draco.

—Potter. —respondió.

Miró las escaleras y sintió la mirada de Draco sobre él.

—¿Qué pasa? —preguntó.

—Ah.. ¿q- quieres? —apuntó las escaleras.— ¿Quieres quedarte?

—No estamos juntos, Potter. —le contestó. Harry agacho la cabeza para ocultar su sonrojo.— Solo somos amigos.

—Claro, solo.. solo lo dije para que no te vayas tan tarde a tu sala común. —miro a Draco.— Entonces ya me voy a dormir. —se dio media vuelta.

Draco se mordió el labio y suspiró.

—Está bien. —dijo. Avanzó hasta donde estaba Harry.— Me voy a quedar.

—Bien. —Harry intentó ocultar su sonrisa.— Vamos.

Subieron las escaleras y entraron en la tercera puerta. Todas las cortinas de las camas estaban cerradas excepto la de él.

Se acercó a su baúl y sacó algo de ropa.

—Ten. —le paso una polera negra y un short.— Es lo único que puedo prestarte para que duermas.

—No importa.

Harry fue al baño y se cambió de ropa. Salió vestido con una polera gris y un pantalón de pijama rojo. Draco ya tenía puesto la ropa. La polera le quedaba pequeña y ajustada y el short le quedaba bien.

A Harry se le escapo una risa que cubrió con su mano para no despertar a los que estaban durmiendo.

Draco lo miró encarnado una ceja.

—¿De qué te ries, Potter?

—Nada. —se subió a la cama, reprimiendo una sonrisa.

—Claro. —dijo sarcástico. Se sentó en la cama y se sacó la polera.

—¿Q- qué haces? —las mejillas de Harry se cubrieron de rojo.

—La polera me queda pequeña, no dormiré con eso puesto.

—Bien. —se acomodo en la cama y Draco junto a él. Con un movimiento de varita, cerró sus cortinas y puso un hechizo silenciador.

—¿Por qué pusiste un hechizo silenciador? —le pregunto Draco. Su aliento chocando en mejilla.— ¿Qué vamos a hacer?

Sonrió burlón al ver las mejillas de Harry sonrojarse.

—No haremos nada. Duérmete. —se dio vuelta y cerró sus ojos.

—Buenas noches, Potter.

—Buenas noches, Draco. —dijo.

Sintió a Draco moverse detrás de él y luego un brazo rodeándolo.

Sonrió y unos segundos después se quedó dormido.

[♧]

Abrió lentamente los ojos, acostumbrándose a la poca luz que había. Miró el techo y sintió el aliento de Draco en su cuello junto a su mano que estaba sobre su vientre.

Dibujo una pequeña sonrisa en su rostro.

Draco se removió, sintió su nariz rozar su cuello y luego un pequeño beso, que lo dejó sorprendido.

—¿Hace cuanto despertaste? —preguntó Draco en un murmullo.

—Recién. —contestó.

—Bien. —se acurrucó más hacia Harry.— ¿Cómo dormiste?

—Muy bien, ¿y tú?

—Igual. —acaricio el estómago bajo su mano y dejó otro beso en el cuello del azabache.

—Draco. —jadeo.

—¿Qué? —preguntó. Bajó su mano, que pasó peligrosamente cerca de su intimidad y la metió bajo la polera para tocar directamente la piel de su vientre.

—¿Q- qué haces?

—Solo tanteo tu piel. —respondió. Acaricio el vientre con cariño.— ¿Puedo seguir?

Harry se mordió el labio.

—Si.

La mano de Draco bajo más, quedando al borde del elástico de su pijama.

—¿Y ahora? —preguntó, dejando otro beso en su cuello.— ¿Puedo seguir?

—Si. —jadeo Harry.

—¿Estás seguro? —preguntó, haciendo que Harry se desespere.

—Si, si.

Draco sonrió y mordió ligeramente su cuello, sacándole un jadeo. Su mano levantó el elástico de su pijama y se metió bajo este.

[♧]

Entonces me abraza, y no hay lugar en el mundo en el que me pueda sentir más seguro.

Tu amor [Drarry]Where stories live. Discover now