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Sus recuerdos eran borrosos, pero sabía lo que había hecho y con quien.

Despertó solo en esa gran cama que habían pedido a la sala de menesteres anoche. Con un suspiro se levantó y se dio una ducha antes de la salir de la habitación.

Caminó en dirección al gran comedor donde vio a Hermione y Ron sentados, comiendo.

—Hola. —llegó y se sentó junto a Hermione y frente a Ron.

—Buenos días, Harry. —saludó Hermione.

—Hola, Harry. —le correspondió el saludo Ron, comenzando a comer su cereal con leche.— Así que, ¿donde dormiste?

—¿Cómo dices? —sus mejillas se tornaron rosas.

—¿Dónde dormiste, Harry? —preguntó de nuevo Ron.— Cuándo desperté no estabas y tu cama estaba hecha.

—¿Dormiste con alguien más? —preguntó Hermione, esta vez, mirándolo con sus ojos entrecerrados.

—Amm.. —le dio una mordida a su tostada y miró hacia la mesa del frente donde cruzó mirada con  un chico rubio que le guiño el ojo.

Rápidamente comenzó a toser, atorandose con su tostada. Hermione le pasó la copa con jugo para que tomara.

—¿Estás bien?

—Si. —se aclaró la garganta.— Mejor que nunca.

—Bien. —la chica acaricio su hombro y sonrió.— Ahora nos dirás con quien pásate la noche.

Harry forzó una sonrisa y luego..

—¡Neville! —casi grito, haciendo que los tres chico, y otros más, se sobresaltaran.

—¿Si, Harry?

—¿Me puedes ayudar con la tarea de herbologia?

—Oh, claro. —sonrió el chico.— Solo déjame terminar mi desa-

—¡Ahora! Neville.. por favor. —se levantó de su asiento rápido y paso a buscar a Neville a su asiento.— Después vamos a las cocinas a seguir comiendo.

Y así, Harry evadió las preguntas de Hermione y Ron, hasta medio día.

[♧]

—Con Malfoy. —contestó.

Hermione y Ron quedaron con la boca abierta mirándolo.

Habían ido a pasar tiempo al aire libre y los dos chicos no dejaban de preguntarle a Harry con quien había pasado la noche, hasta que se frustró y soltó el apellido.

—¿Ya me pueden dejar disfrutar del día soleado? —cerró los ojos y se apoyo contra el tronco del árbol que había detrás de él.

—Harry. —hablo Ron. Harry siguió sin abrir sus ojos.— Cumpliste uno de tus sueños.

Harry se rió y se sonrojo.

—Ron tiene razón. —dijo Hermione está vez.— Desde el año pasado andas diciéndonos que te gustaría acostarte con Malfoy, luego estuviste en crisis como por un mes, tratando de entender tus sentimientos y al final, admitiste que te gustaba.

El azabache abrió sus ojos para mirar a sus dos mejores amigos frente a él.

Era cierto, a finales del año pasado se había dado cuenta de lo mucho que le gustaba Draco, pero en ese momento éste estaba saliendo con la menor de las hermanas Greengrass. Y este año, se entero de que había terminado.

Así que, Harry de alguna forma había atraído a Malfoy hacia sí y habían terminado acostándose. Pero antes de hacerlo, Draco le había dejado en claro que sería solo un acostón y nada más.

—Verán... —comenzó a jugar con la hierba bajo él.— Tienen razón, pero no creo que vuelva a suceder, ¿saben? Draco me dijo que no volvería a pasar.

Ron hizo un mueca y puso una mano en su hombro.

—El se lo pierde, ¿verdad, Hermione? —el pelirrojo miró a la chica, quien sonrió divertida.

—Por supuesto. Él se pierde todo el cariño que tienes para dar, Harry. —apretó su mejilla.

—Y también, se pierde los abrazos que das cuando estás sentimental. —dijo Ron, despeinando el pelo azabache de Harry.

—Se perderá que le lleves comida a mitad de las clases.

—Y que-

—¡Okey! —se rió Harry.— Ya entendí. —miro a sus amigos con una sonrisa.— Gracias, chicos.

—No hay de que, Harry.

—Para eso están los amigos. —Hermione acaricio su mejilla, que antes había apretado.

—Ahora, tendrán que acompañarme a las cocinas. —Ron se levantó, haciendo que Harry y Hermione lo siguieran.

[♧]

Miraba los estantes, buscando el libro que necesitaba para su tarea de transformaciones. Llegó a un lugar apartado de la biblioteca buscando el libro, cuando escucho unos jadeos de detrás del estante.

Incómodo, tomó uno de los libros del estante para irse pronto, y los vio. Al otro lado, estaba Draco besando apasionadamente a Astoria.

Un pinchazo de dolor en su pecho, hizo que retrocediera. El libro en su mano cayó al piso haciendo un ruido que alertó al rubio. Harry salió casi corriendo del lugar, evitando que lo vieran.

Llegó a la mesa donde Ron y Hermione lo esperaban.

—¿Encontraste el libro?

Harry miró confundido a la chica.

—¿Qué?

—El libro que necesitabas, ¿lo encontraste?

—Ah. No. —contestó desconcertado. Frunció el ceño.— No importa, lo buscaré mañana. —guardo sus cosas.— Iré a descansar, no me siento muy bien.

—¿Quieres que te acompañemos? —pregunto Ron.

—No, gracias. —les sonrió.— Estaré bien.

—¿Necesitas ir a la enfermería?

—Tranquila, Hermione. Solo estoy cansado, iré a dormir un poco. —se despidió y salió de la biblioteca en dirección a su habitación.

Caminó por los pasillos.

Odiaba sentir tanto. Su pecho dolía, y por un momento pedía que fuera un infarto y no por haber visto a Draco y Astoria besándose.

Odiaba estar enamorado. Lo hacía sentir débil y vulnerable. Limpio rápidamente la lágrima solitaria que había caído por su mejilla.

Entro a la sala de gryffindor y se dirigió a su habitación, para ver si podía dormir y así olvidar.

[♧]

La vida no te garantiza que siempre recibirás lo que des, pero todo aquello que des seguro reflejará por sí solo lo que eres...

Tu amor [Drarry]Where stories live. Discover now