Lumina

8 1 2
                                    

-Anda .... ¿Porqué no hablas? ¿Te comió la lengua la hada? -Dijo el hombre que había aparecido repentinamente con intenciones nada buenas.

-Solo vete Baltazar .... Dejanos en paz. -El wendigo se había puesto delante del joven humano para protegerlo en caso de que quisieran atacarlo o algo por el estilo.

-Solo dime que ocultas y me iré ... Ya sabes, los dragones somos curiosos. -Este miró sobre el hombre de Barak para ver el rostro asustado de Alex, quien rápidamente se escondió detrás de su amigo.

-No ocultamos nada, simplemente quiero esa poción para usos personales así que si no te molesta ... -Tomó bruscamente el frasco para llevárselo y pagarlo, al hacerlo tomó del brazo a Alex y se lo llevó.

-¿No se supone que los dragones deberían ser buenos? Solo siguen el oro y las cosas que brillan debido a la codicia ... -Dijo este mientras caminaba junto a Barak pero de vez en cuando miraba hacia atrás y pudo visualizar como el dragón aún lo estaba viendo pero con una sonrisa en el rostro mientras movía una mano de lado a lado en forma de despido.

-Si ...Quizás en tu mundo pero no estos, solo buscan matar a su paso. Tu vales para ellos y buscarán asesinarte a toda costa. Aunque esta raza también tiene algunos dragones amables pero solo los que nacieron al norte y quedan pocos. -Se podía notar como Barak aún se encontraba a la defensiva.

-Entiendo, pero no entiendo que tengo de valor. -El chico suspiraba mientras se rascaba la nuca.

-Tú no, tu vida. Eres la fuente para poder pasar al mundo de los humanos, si logran tener un poco de tu escencia o de tu alma podrán ir allá para causar problemas. Verás, un elfo muy famoso y el único bondadoso de ellos lanzó un hechizo para prohibirle a las criaturas ir a los otros mundos y causar terror hacia los seres. -Explicaba con seriedad mientras miraba hacia el frente.

-Osea que si se enteran de eso ... ¿Me matarán? -Sus ojos se abrieron en par en par al oír aquel comentario.

-No, no te matarán. Solo te arrebatarán lo que te hace vivir, te quitarán tus memorias, tus sentimientos, tus sentidos, todo. Dejándote como un muerto viviente para luego tirarte al cielo para que hagan lo que quieran contigo. No se que hacen allí, pero se que no es nada bueno. -El wendigo continuó hablando para luego poner una mano en el hombro del contrario- Pero tranquilo, conmigo no te sucederá nada. Te defenderé con mi vida cueste lo que cueste.

-No se como agradecerte todo lo que haces por mi ... Pero gracias, cuando regrese a mi mundo juro que hablaré bien de ti. -Tras decir eso, el wendigo no pudo evitar sonreír y abrazar a este por tal comentario.

Barak en ningún momento soltó la mano del humano, se mantuvo a su lado como el hermano mayor protector. Ambos fueron a un lugar lejano donde podrían seguir con su plan. El wendigo de repente se detuvo y le entregó la poción a este, el cual simplemente asintió al entender lo que debía hacer, vacilante abrió el frasco y pudo ver humo rojo salir para luego formar una especie de luna.
Luego de unos segundos que parecieron una eternidad, decidió beber el frasco donde casi vomita el liquido hasta que Barak le tapó la boca y movió su cabeza hacia atrás para que el líquido se deslizara por su garganta, cuando lo tragó fue cuando decidió soltarlo.

-¿Y bien? ¿Sientes algo? -Preguntó Barak con curiosidad mientras le brindaba soporte al contrario.

-Si ... Estoy bien, creo. -La confusión se notaba en sus palabras.

Cegados por la mentira. Where stories live. Discover now