El peligro está tocando la puerta

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-Eso fue divertido, creo que nunca la pasé tan bien como hace un momento. -Dijo Barak con una gran sonrisa en el rostro, parecía un niño que había probado un dulce por primera vez.

-Oh vamos, ¿no te diviertes a mi lado? -El chico rió sarcásticamente mientras caminaba por delante del contrario.

-Claro que si, pero me refiero a otras criaturas. Siempre hubieron choques y esas cosas, entonces no era muy común socializar con otras criaturas sin discutir en el proceso. -Esos temas al parecer hacen que Barak se deprima y luego de que Lumina le contara lo que pasó hace años, quizás siglos, ahora entendía el motivo del porqué sus cambios de humor.

-¡Sean más caballeros y esperen! -La hada Gold se estaba quejando, después de todo al estar fuera de la cueva no podía usar sus alas. En realidad si podía con ayuda de Lumina pero no quería que la contraria gastara energía por sus caprichos o necesidades.

-¿La pequeña hada no puede ir rápido? -Dijo Barak a tono de burla, le gustaba molestarse entre ambos y esta vez no era la excepción.- A ver, ven o a tu paso preferiré dejarte ahí.

Barak retrocedió unos pasos para llegar hasta el hada, donde sin esperar respuesta se agacharía frente a ella para tomarla y levantarla, sujetándola con firmeza para evitar que se caiga, luego corrió hasta Alex que estaba a un lado de Lumina y así volver a mantener aquel rimo que tenían antes de ser interrumpidos por Gold.

-Bueno, esto no está tan mal, es como tener un esclavo. -El hada rodeó el cuello del wendigo con sus brazos.

-Te aviso que en cuanto me ahorques o me sigas tratando de esclavo, a parte de morderte juro que te tiraré de la montaña más alta. -Murmuró Barak sin rodeos.

-¿Como vas con el frío, Barak? -Preguntó Lumina, después de todo sabe como se ponen los wendigos al estar tanto tiempo expuestos por el frío.

-Quitando que tengo un hada que no para de hacerme ruido al oído, pues bastante bien, sirve para dar calor. -No tardó en recibir un cabezazo del hada.- ¡Eso dolió!

-¡Entonces camina y no hables! -Gold estaba levemente molesta pero no era más que una fachada para molestar al wendigo.

Los cuatros continuaron caminando por varios largos minutos. Alex se dió cuenta que en su intento de volar los llevó a la parte más oculta de las montañas, por lo tanto tenía un largo camino que recorrer y era algo molesto, aparte de agotador debido a que a veces había ventiscas que afectaban a todos a excepción de Lumina aunque a veces desviaba la nieve como acto de bondad.

-Ya me duelen los pies ... -Exclamó Alex con dolor mientras se apoyaba en sus rodillas para descansar.

-¡Yo te llevo! -El wendigo no dudó en soltar al hada haciendo que cayera a la nieve, corrió hasta el humano y se agachó frente a él.- Sube a mi espalda.

-¡Claro, tiren a la hada! Maldito wendigo de colmillos chuecos. -Gold se levantó mientras se frotaba la cintura, aunque era nieve la caída le había dolido.

Todos rieron pero Alex por su parte, anduvo peleando con Barak de negarse a ser llevado. Este no quería depender de otros así que simplemente se centró en esquivarlo hasta que la paciencia de Barak se agotó y lo cargó como a un saco, colocándolo en su hombro.

Cegados por la mentira. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora