Diario de un loco

Día 8: Alte Zeiten

Hoy me he levantado tremendamente raro.

No tenía ganas de nada; no quería hablar, moverme, comer, beber... A regañadientes le di mimos a Alena, que ya de por sí me notaba extraño.

Con mucha pereza preparé mi maletín y me fui a la sede de ONU con perspectiva a otro día aburrido y reuniones sin sentido.

Al llegar al edificio me captó Turquía al instante.

Se acercó a mí corriendo y me abrazó feliz.

Al segundo notó lo apagado que estaba y me atosigó con preguntas y con cara de preocupación.

Me llevó cogido del brazo hasta dentro de la sede, donde Austria y Hungría se unieron al interrogatorio.

Cuando los cuatro cruzamos las puertas de la gran sala de reuniones todos los países europeos que se encontraban allí y algún asiático palidecieron como camaleones.

Al rato me daría cuenta de que era por mi y mis amigos aquella extrema palidez.

Ya sentado y con Austria acariciándome el pelo y acunándome como un niño pequeño entraron los asiáticos que faltaban, los norteamericanos y algún africano.

Rusia se acercó a mi preguntando qué pasaba, obviamente no dije nada, ya que sólo tenía un mal día y encima casi no había dormido.

Empezó la reunión y, minutos después, hice algo que juré que jamás haría, dormirme.

Caí totalmente inconsciente a los 5 del comienzo de las palabras de ONU.

Sólo me desperté 1 hora y media más tarde con unos suaves toques en el hombro y una dulce voz diciendo mi nombre.

Al abrir los ojos pensé que había muerto y estaba en el cielo, pues no tenía mis gafas y estaba viendo a un ángel frente a mí.

Claro, al colocarme mis lentes descubrí que ese ángel no lo era del todo y de hecho era Polonia que me miraba con una mezcla de diversión y lástima.

Me informó de que FBI había recibido una llamada durante la reunión que lo implicaba a él y a ONU, por lo que la reunión había sido aplazada hasta mañana por la tarde.

Yo, contento y algo avergonzado, le di las gracias por despertarme y él me dedicó una maravillosa sonrisa para después irse con Chile, Ucrania y USA.

Yo me estiré destensando mis atrofiados músculos y vi a Rusia y Turquía esperándome en la puerta.

Me fui con ellos a un restaurante cerca de la sede y comimos allí.

Al acabar pagamos en conjunto y me fui derechito a mi casa donde Alena me esperaba impaciente.

Jugué con mi bebé durante un buen rato para después irme a dormir.

Me acabo de despertar, voy a cenar y de vuelta a la cama porque mañana la reunión se ha adelantado 1 hora, así que toca madrugón.

04/04/2023

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Otro día más de la vida de nuestro pequeño alemán.

Siento el retraso, de verdad, he tenido que organizar 3 cumpleaños y no me daba la vida.

Cualquier falta me avisáis.

Nos leemos!