Prologo

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La fiesta se prolongó más de lo que tenía presupuestado, aún así Zeus se mantuvo sonriente, y no era para menos, el consejo Olímpico había logrado derrotar a Tifón, fue algo bastante difícil pero al final lograron hacerlo y por si fuera poco tenía que reconocer que los semidioses se había portado demasiado valientes al defender el Olimpo. Aunque no lo admitiera en público pero estaba sorprendido de la valentía del hijo de su hermano, no tenía duda que sin la ayuda del joven Percy las cosas no habrían salido tan bien.

— Tenemos que hablar — dijo Hades observando fijamente al Rey de los Dioses, Zeus suspiro pesadamente, observando a su alrededor esperando que alguno del resto de Dioses fuera a su ayuda.

— ¿Ahora? — preguntó Zeus sin poder ocultar su molestia, no quería otra charla con Hades, sabía muy bien cómo terminaría y al menos ese día debía de ser una fiesta. Después de todo habían logrado derrotar a su padre y su reino estaba a salvo, su hermano no podía amargar su noche.

— Me temo que si, es sobre él sujeto que tengo encerrado en mi reino — dijo Hades, la sonrisa que había tenido Zeus se desvaneció de pronto, no le agradaba para nada aquella mirada nerviosa del gobernante del Inframundo.

— Vamos a la sala del trono — dijo Zeus haciendo un gesto para que Ares y Atenea se les unieran.

— ¿Qué pasa padre? — preguntó Atenea extrañada de aquella pequeña reunión, pero Zeus se mantuvo en silencio esperando que Hades explicará todo.

— Él ha escapado — informó Hades mientras movía sus manos con nerviosismo. — Me temo que todo esté asunto con nuestro padre fue ocupado por él para escapar de su prisión.

— ¿Cómo pasó? — preguntó Ares nervioso, tenían que darse prisa y capturarlo antes de que ocurriera lo peor, no podían permitir que él logrará recuperar su poder..

— No sé aún como sucedió, cuando me uní a la batalla saque a todo mi ejército de mi reino, él aprovechó eso — informó Hades luciendo bastante nervioso.

— Los demás deben saber, necesitamos de la ayuda de todos para volver a atraparlo antes de que recupere sus fuerzas — dijo Atenea, Zeus asintió pesadamente antes de golpear su rayo maestro segundos después el resto de los Olímpicos hicieron su aparición en el sitio.

— ¿Qué pasa? — preguntó Poseidón extrañado de ser nuevamente convocado a una reunión, el resto de los Dioses se encontraban igual, no habían pasado ni dos horas de haber terminado la última reunión.

— Creo que debemos empezar, después le explicaremos a Dionisio — dijo Atenea, al ver que su padre observaba el trono de Dionisio, quien era el único Olímpico que no llegaba aún no acudía al llamado de su padre.

— ¿Por qué se ven tan preocupados? — preguntó Démeter, gasta hace una hora Zeus se mostraba feliz ante todos, ¿por qué había cambiado tan de pronto?

— Tenemos un problema — dijo Ares luciendo bastante preocupado, algo bastante extraño en el Dios de la Guerra.

— Durante la guerra contra Gea, al ver que estábamos siendo superados por los Gigantes hice un trato con alguien — dijo Zeus fijando su vista en el centro de la habitación, había pasado tantos milenios desde aquella guerra y siempre tuvo la esperanza de que el resto de los Dioses nunca se enterarán de aquello.

— ¿Por eso derrotamos a los Gigantes? — preguntó Hermes extrañado.

— Si — respondió Zeus.

— ¿Por qué nos cuentan todo esto ahora? — preguntó Hera sin poder ocultar su molestia, odiaba que su marido le ocultará cosas.

— Fue un Primordial con quien hice un trato, en esos momentos estaba desesperado pensé que era cuestión de días para ser derrotados por los Gigantes que hice lo peor —— murmuró Zeus sin observar en ningún momento a ninguno de los demás Dioses.

Percy Jackson el Renacer del HéroeWhere stories live. Discover now