𝟎𝟐| 𝐍𝐈𝐆𝐇𝐓 𝐄𝐒𝐒𝐄𝐍𝐂𝐄

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Tom Kaulitz.

Sus manos se pasaban por mi cuello, el sudor de nuestros cuerpos era bastante notorio, más no le dábamos importancia, sus gemidos eran altos, pero no me importaba quien nos escuchaba.

Nuestras respiraciones agitadas y el ruido de nuestros cuerpos chocar era solo lo que me  interesaba, mi propio placer era lo que estaba en mis pensamientos y mi juguete favorito era quien me brindaba eso, al par de los minutos mi primer orgasmo llegó, así saliendo de su interior y deshaciéndome de el condón.

Estaba agitado, cansado, pero igual saciado. Me levanté de la cama y tomé su ropa lanzándosela.

—Me daré una ducha, tu vístete.

Rápidamente entre a el baño y de ahí a la ducha; el agua era fría, relajaba mis músculos y el cansancio se iba. Mi cabeza estaba nublada, tenía negocios por hacer, más el estrés estaba en mi y mi lindo juguete tenía que saciar a su amo.

Una perra sin correa solamente, eso es lo que era, me funcionaba a la perfección pero aveces era demasiado. Resultaba ser un dolor de cabeza, pero también arregla uno.

—¿Qué haces aquí todavía? —Pregunté al verla, pensé que se iría antes de que saliera de la ducha, sabe las reglas pero las ignora.

—¿No puedo?—Una respuesta estúpida. Estaba sentada en el escritorio de mi habitación.

Le reste importancia, suponía que cuando saliera de vestirme ya se abría ido, conoce las reglas, más decide romperlas. Odiaba a quien rompía las reglas, pero solamente las mías, mi tablero es bastante preciso y cualquiera que rompa las reglas de mi juego, está perdido.

Aún así parece que la estupidez abarca la mayor parte de su cerebro. Ella seguía ahí, sobre el escritorio, sin movimiento alguno solo me observaba, observaba detalladamente cada uno de mis movimientos, de mis pasos y admiraba de pies a cabeza todo de mi.

—Planeo hacer otra inversión... Una apuesta.—Ella se acercó a mi, quería decir algo y no temia.

—La última vez no te fue tan bien, ¿y si vuelves a perder?—Mi mandíbula se apretó al escuchar "y si vuelves a perder" sabe perfectamente mis reglas y aún así no guarda silencio.

—No debería interesarte si o no pierdo, tu sabes el papel que tienes aquí, así que calla.

—No...—Respuesta incorrecta— Tom, perderías mucho dinero, tu reputación estaría en juego.

—No debe importarte.

—No quiero que seas un perdedor..—La palma de mi mano estampó en su mejilla, no es la primera y tampoco la última vez, no aprendía a callarse así que debía yo hacerlo.

—No te metas en mis putos asuntos, Rose —No fue necesario un grito, sabe la estupidez que está cometiendo y aún así suelta las palabras—. Conoces las jodidas reglas y aún así las rompes.—Estaba enojado, el estrés había regresado y se sentía como la mierda.

Ella no se inmutó, unas lágrimas rodaron por sus mejillas pero no le di importancia a su muestra de debilidad, conoce mis reglas, estas jamás deben romperse. Nunca.

—Perdón... Se las reglas, lo siento.—Me sonrió. ¡Ja! Siempre es así, su masoquismo es grande, más, me funciona.

Recibí un mensaje el cual de inmediato leí. Había olvidado por completo el asunto que tenía con Bill, el estrés me estaba jodiendo.

—¿Ha dónde vas?

—No te importa —Conteste secamente—. Cuando regrese tu ya no tienes que estar aquí, más te vale no romper mis reglas, Rose.—Ella solo asintió.

𝐂𝐑𝐔𝐄𝐋 𝐈𝐍𝐓𝐄𝐍𝐓𝐈𝐎𝐍𝐒┃ᴛᴏᴍ ᴋᴀᴜʟɪᴛᴢWhere stories live. Discover now