•{𝗦𝗼𝗹𝗼}•

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•{Dos años después}•

La vida de Sweet choco tuvo un cambio de 180 grados, ahora siendo la heredera tenía un gran peso en su espalda, uno para el cual no estaba preparada.
Ella solo era la princesa, a la cual era posible que comprometieran con un chico de clase alta y se quedará con el a tener una familia normal, pero ahora, ahora todo el peso y responsabilidad del reino podía re caer en ella como un pesado yunque.

No había podido asistir a Parfaedia esos años, tenía que estudiar todo sobre el gobierno, la forma de reinar, y también pelear, ella solo sabía usar magia, pero nunca aprendió ni una sola forma de combate.

Se le asignó a un entrenador, S'mores, un guerrero de élite, quién no se llevaba especialmente con la princesa.

Y Sweet choco era realmente pésima en las peleas, tropezaba, no tomaba bien la espada, se confundía a la hora de pelear, no tenía reflejos si quiera decentes y sacaba de quicio a S'mores a casa rato.

-"¡No puede ser que falles en algo tan sencillo!"-
Grito el entrenador.

-"¡Es difícil para mí!"-
Se quejo mientras se levantaba del suelo y tomaba la espada.

-"Con tu hermano nunca tuvimos esos problemas."-
Murmuró, pero ella alcanzó a escuchar.

-"Mi hermano ataco a mi padre, no creo que quieras compararme con el."-
Gruñó.

Lo único bueno de entrenar era que podía usar ropa "masculina" y al amarrar su cabello se sentía más libre.

Algunas veces entrenaba con Crunchy chip, con el era más fácil, su que seguía fallando con la espada.

-"¿No puedo cambiar de arma?'-
Pregunto mirando a su entrenador.

-"Lo más esperado es que uses una espada, pero podríamos intentar..."-
El tipo estaba cansado de la niña.

Semanas después la chica había intentado de todo, arco, lanza, dagas, hachas, absolutamente todo el armamento que había en el reino.

-"¿¡Sabes que!? Yo ya no puedo, simplemente no sabes."-
El tipo se había rendido.

Sweet lo miro curiosa, solamente se distraía usando un poco su magia, seguía aprendiendo de esta, aunque más lento, eso la enojaba, debería estar en Parfaedia aprendiendo magia.

Volvió a la biblioteca, su lugar seguro en el momento, ahí pasaba todo el rato, leyendo, aprendiendo y usando su magia.

Estaba desanimada, y los últimos años su actitud cambio realmente, era sería, no hablaba mucho, lo hacía solo para quejarse o para hablar con su padre, cosa que ya no pasaba mucho.

Cuando estaba en su habitación era únicamente para dormir o llorar, estaba sola, su padre se encerraba todo el día en su oficina, metido en sus propios problemas, sin importarle nada ni nadie.

𝐅𝕬𝐌𝐈𝐋𝐘 𝐉𝕰𝐖𝐉𝕰𝐋𝐒| 𝘾ancelada. Where stories live. Discover now