•{𝐌𝐄𝐉𝐎𝐑}•

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Cuatro grandes monarcas viendo a una pequeña bebé dormir plácidamente en su cuna.

-"No se de que se queja Cacao, es adorable."-
Habló feliz la monarca de las bayas.

-"Supongo que es así por ahora, debemos esperar a que despierte."-
Rió bajito el hombre rubio.

Los monarcas estaban en el comedor hasta que escucharon los fuertes llantos de la bebé.

-"Lo suponía."-
Rió Vanilla mientras empezaba a caminar.

El rubio llegó a la habitación de la pequeña niña y la cargó, suavemente acarició el cabello de la hija de su mejor amigo, la bebé empezó a dejar de llorar, simplemente alzó sus manitas un poquito, como si quisiera tocar al mayor. Vanilla solo reía un poco mientras mecía a la pelinegra en sus brazos.

-"¿Tendrá hambre?"-
Dudó Hollyberry.

-"Supongo que si."-
Dijo un tanto curiosa la pelinaranja.

-"Dudo que tenga hambre si dejo de llorar."-
Murmuró Withe lily.

-"¡Hace mucho que yo no cuido niños!"-
Dijo Hollyberry en un drama fingido.

-"¿Y para que le dices a Cacao que lo vas a ayudar?"-
Golden chesse levantó una ceja.

-"Cállate."-
Soltó Hollyberry.

-"Tranquilas, supongo que solo debemos dormirla, es sencillo."-
Sonrió Vanilla, tan dulce como siempre.

-"¿Puedo cargarla? Es adorable."-
Preguntó Withe lily con cierto cariño.

Vanilla le pasó a la bebé que quedó embobada con los ojos rojos de la mujer, alzaba sus manitas intentando tocar la cara de la mujer, pero sus bracitos eran muy cortos para eso.

La peliblanca solo rió con dulzura mientras mecía a la bebé en sus brazos.

-"Oigan ¿Y Dark choco?"-
Preguntó Golden chesse.

El cuarto quedó en completo silencio.

-"¡Lo olvidamos! ¿¡Y si algo le paso!?"-
Gritó Hollyberry mientras salía en busca del niño.

-"Vanilla, Lily, cuiden a Sweet, nosotras buscamos a Dark choco."-
Dijo Golden quien también salió corriendo.

La pareja solo se miro mutuamente y sonrió para después soltar unas risas, valla momento.

Aunque para las dos reinas no era tan divertido el momento que estaban pasando.

Corrieron por todo el castillo en busca de el joven principe pero no encontraban nada, hablaron con los sirvientes pero nada, terminaron llendo al patio, tal vez choco estuviera practicando con su espada pero no, buscaron también por los árboles hasta que encontraron una pequeña figura tirada en la nieve.

-"¿D-dark choco?"-
Preguntó temblorosa la mujer con alas.

-"¿Si?"-
Respondió el niño levantándose de la nieve.

-"¡Quetzales! ¡Dark choco nos habías asustado!"-
Exclamó Golden chesse.

-"Oh, lo lamento."-
Dijo haciendo una pequeña reverencia.

Hollyberry sonrió nerviosa y cargo al pequeño.

-"Anda, vamos con tu hermanita."-
Susurró entre sus pequeñas risas.

El niño asintió poniendo una pequeña sonrisa, le gustaba estar con sus tias y su hermana, era divertido.

Las mujeres estaban hablando tranquilamente y debes en cuando hablaban con el niño, Dark choco era realmente callado, aún así era bastante agradable y dulce.

Llegaron a la habitación de la bebé y Hollyberry bajo al niño de sus brazos, el pequeño pelinegro fue a ver a su hermana, varias veces había dicho que desde ahora el la protegería sin importar que. Los monarcas estaban enternecidos por aquel juramento del niño, quien parecía completamente seguro de sus palabras.

El resto del día fue bastante tranquilo, Dark choco jugaba con sus peluches y otros juguetes y los adultos cuidaban de la niña, hasta que Cacao despertó.

Hollyberry casi se caía de risa al ver el pelo alborotado de cacao y la cara de apenas despertar del octavo sueño.

-"¿Cómo se portaron?"-
Preguntó Cacao a la vez que amarraba su cabello para que no le molestará tanto.

-"Bien, son unos pequeños angelitos ¿Verdad Choco?"-
Respondió Hollyberry.

-"¡Sip!"-
Dijo el más joven sonriendo.

-"Me alegra oír eso."-
Suspiró cacao.

Vanilla empezó a hablar con el, preguntándole sobre cómo se sentía ahora. Para Vanilla era importante que Cacao estuviera bien, ya que una perdida tan grande como esa era realmente preocupante principalmente por el bien del pelinegro, y sus dos hijos, aparte de que Dark cacao no podía darse un descanso de ser rey,debía seguir con toda la presión de proteger a toda su nación, y mantener la calma en los ciudadanos al enterarse de que ya no tendrían una reina, todo eso debía preocupar muchísimo al monarca de aquel frío y nevado reino.

Dark cacao solo suspiraba un par de veces en lo que le respondía todas las preguntas a Vanilla. No le molestaba contestarlas, de echo le hacía sentir acompañado y querido.

-"Estoy bien Puré vanilla, te lo agradezco mucho."-
Susurró mientras tomaba su mano para tranquilizarlo.

Vanilla sonrió y le dió un pequeño abrazo, los abrazos de Vanilla eran realmente tranquilizantes y dulces, a cualquiera podían hacer sentir bien.





•|Fin|•





























•|nota|•
Se que es bastante corto, pero ya voy a traer uno un poco más largo.

𝐅𝕬𝐌𝐈𝐋𝐘 𝐉𝕰𝐖𝐉𝕰𝐋𝐒| 𝘾ancelada. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora