❥ ; 12 - Guerra

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Tighnari llegó a ingresar al hospital durante un par de meses después de que Kaveh se fuera. La recuperación fue más larga de lo esperado y aún tenía recaídas después de dos años, pero ya podía llevar una vida normal, al menos dentro de lo normal que se había tornado su vida. Alhaitham era su marido, pero también vivía con Cyno, que era su destinado y había vuelto a obtener su puesto de guardaespaldas. Los pequeños estaban lo suficientemente espabilados como para que los pudieran llevar a la guardería, puesto que Tighnari había comenzado sus estudios con el tutor gracias a Alhaitham. A ninguno le faltaba de nada, aunque sabía que no podían seguir así mucho tiempo. Cada vez que Kaveh iba a visitarlos podía ver como la sonrisa en los labios de su marido relucía, estaban hechos el uno para el otro aunque el omega no quisiera admitirlo, al menos no en voz alta.

—Vamos, Cyno— le dijo Tighnari después de dejar a los pequeños. —Hoy viene Kaveh, quería preparar algo de comer y quiero que me dé tiempo a estudiar un poco.

—¿Quieres que vayamos a comprar o tienes de todo?— le preguntó el beta. Ambos parecían una pareja más que nunca a pesar de que él no se había vuelto a acercar más de lo debido a Tighnari. Seguía casado con Alhaitham y lo estaba respetando. La situación era extraña, pero por el momento le bastaba con ver que Tighnari estaba mejor cada día.

—Uhm, quiero setas— respondió el omega y se acercó al beta para tomar su mano. —Los pequeños ya hablan mucho, quiero enseñarles cosas, seguro que son súper listos.

La guardería no estaba lejos, así que habían ido caminando. Cyno, como antes de todo lo que sucedió, velaba por su seguridad y siempre estaban juntos. No había vuelto a hacer nada con Alhaitham, aparte de dormir con él y darse algún que otro beso en la frente o las mejillas. La situación seguía siendo tensa y extraña para el omega.

—Seguro que aprenden rápido, igual que sus padres— dijo Cyno con una pequeña sonrisa. En el fondo seguía pensando todo el tiempo en Aletheia como su hija, sin embargo se había acostumbrado a referirse a ella como la hija de Alhaitham. Dolía cada vez que se abrazaba al alfa y le llamaba "papá", pero sabía que era mejor así, mejor que complicar la vida de los niños sin sentido. —¿Qué crees que serán cuando crezcan?

—Aletehia va a ser omega, lo tengo claro— respondió Tighnari. —Y los nenes no lo sé, probablemente alfas, pero Dante es un poco más pequeño que Kamran, de bebés se parecían mucho más que ahora. Al ser gemelos puede que sean lo mismo, pero ¿quién sabe? La genética es maravillosa.

Cyno sonrió enternecido al imaginarse a la pequeña cuando fuera un poco más grande y suspiró bajo.

—Aletheia es muy lista, me recuerda mucho a ti... estoy seguro de que Alhaitham le dará las mismas oportunidades que a sus hermanos— dijo el beta un poco perdido en sus pensamientos mientras caminaban.

Tighnari sabía que no podía vivir eternamente dependiendo de Alhaitham, que ambos eran felices a su manera, pero siempre iban a sentirse incompletos.

—Cyno... Aletheia también es tu hija, lo queramos o no— respondió y dejó un beso en el dorso de su mano. —Seguro que es fuerte y valiente como tú.

Cyno agachó ligeramente sus orejas y su mirada se dirigió al suelo. No estaba seguro de si ese hecho sería bueno o malo para ella, si le querría algún día o simplemente sería una sombra en su vida.

—La quiero mucho... pero no sé si soy suficiente. No puedo compararme con Alhaitham, me duele saber que conmigo jamás tendría la vida que él puede darle— dijo el beta y suspiró. —Me he mantenido al margen por Alhaitham, y ahora no sé si seré capaz de formar parte de su vida como padre.

Destinos entrelazados (omegaverse) [FINALIZADA]On viuen les histories. Descobreix ara