❥ ; 28 - Reencuentro

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—Qué aburrido... —Kamran suspiró y apagó la televisión antes de levantarse para ir a buscar algo de comer a la nevera.

Ya era el tercer intento de entretenimiento que había resultado fallido, puede que su inquietud se debiera al hecho de que Alhaitham y Kaveh estaban de camino de vuelta desde la academia militar. Iba a ver a Yarim después de varias semanas, un tiempo que no habían desperdiciado exactamente pues siempre buscaban la oportunidad para hablar o hacer algún juego subido de tono como la última vez. Sin embargo, ahora vivirían juntos de nuevo, bajo el mismo techo que sus padres y simplemente el hecho de pensar en verle otra vez le ponía nervioso. No sabía cómo reaccionar, cómo iba a actuar su instinto, ni cómo iba a resistir las ganas de correr hacia él y abrazarlo.

El sonido de la puerta le sacó de sus pensamientos y, automáticamente, su cola comenzó a mecerse de un lado a otro.

—Ya estamos en casa— dijo la voz de Alhaitham.

Yarim pasó después de su padre y cuando su mirada conectó con la de Kamran su corazón comenzó a latir con fuerza. Quería correr hacia él, quería abrazarlo, pero sabía que no podía en ese momento.

—¡Hoy cena familiar! —exclamó Kaveh, entusiasmado—. Aletheia irá pronto a la universidad y Yarim ha vuelto, es motivo de celebración.

—Vale —dijo Yarim y tomó su maleta—. Voy a dejar las cosas... ¿Me ayudas, Kamran?

—Nosotros vamos a avisar a Nari y Cyno de que estamos aquí, por favor no os matéis —dijo Kaveh—. Por cierto, tengo que enseñarte la ecografía de tu hermanita.

—¿Será niña? Que bien —contestó el menor con su habitual tono, no es que le diera igual, pero no sabía qué reacción debería tener ante esa noticia. Le era indiferente el sexo del bebé.

—Volvemos enseguida —dijo el mayor y miró a Kamran diciéndole "No quiero problemas" con la mirada. Este pareció entenderlo, así que los mayores salieron en dirección a la otra casa.

En el momento en que la puerta se cerró, Kamran no esperó más y corrió para tomar a Yarim entre sus brazos y abrazarlo con fuerza. Yarim no se esperaba que fuera a hacerlo él primero, pero correspondió al instante buscando después sus labios para besarlo. Le daba igual todo, necesitaba sentirlo en ese momento.

—Kamran... —susurró sin saber en qué momento sus mejillas se habían empapado—. Vamos arriba... puede entrar cualquiera...

—Vale...

El mayor fue el primero en separarse y agarró las maletas de Yarim, al menos dos de ellas, antes de comenzar a caminar hacia la habitación. Una vez arriba fue el menor el que se lanzó sobre Kamram para besarlo de nuevo. Cerró la puerta tras él sin separarse del mayor y luego lo empujó contra la cama para sentarse sobre su regazo. Había echado de menos esa sensación, sus labios, su cuerpo, su olor. Yarim no quería volver a alejarse de él, al fin se sentía en casa.

—Estás loco... —susurró el mayor solo un segundo antes de volver a besarle mientras le abrazaba por la cintura—. Va a ser una tortura mantenernos alejados estando en la misma casa...

Yarim comenzó a oler su cuello y se abrazó a él apoyando su cabeza sobre su hombro. Necesitaba calmarse o acabaría por arrancarle la ropa.

—Sí... Es lo que más odio de todo, que pueden pillarnos en situaciones comprometidas y creo que a mi madre le daría algo —susurró e inspiró ligeramente para poder captar más el olor de su alfa—. Mg... Podría correrme oliéndote...

Kamran sonrió de lado y dejó un suave beso en la mejilla de Yarim mientras acariciaba su espalda. Por muchas ganas que tuviera de hacerle suyo en ese momento, era demasiado arriesgado.

Destinos entrelazados (omegaverse) [FINALIZADA]Where stories live. Discover now