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— Cariño, ¿te encuentras bien? —mi padre se detuvo y me observó— Estás paliducha

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— Cariño, ¿te encuentras bien? —mi padre se detuvo y me observó— Estás paliducha...

¿Era mi padre consciente de a quién tenía trabajando en su empresa?

— Sí, sí. No es nada. —él me sonrió con dulzura— Clase de gimnasia, solo estoy algo cansada.

— ¿Quieres un vasito de agua?

— No, no... —me senté en una silla frente a su escritorio y observé una fotografía sobre la mesa— Bueno, mejor tráeme agua por favor.

Él me sonrió y salió de la oficina. Observé la foto de nuevo, mi padre, otro hombre y el alcalde estaban dándose un abrazo de colegas.

Me negaba a admitir que Wilson Fisk y Norman Osborn eran amigos de mi padre.

Miré hacia la puerta que estaba cerrándose. Un cosquilleó me obligó a levantarme de la silla y observar toda la sala con detalle.

Por suerte no había cámaras por ningún lado.

Kingping y El Duende Verde tenían el propósito de acabar con Spidermoon.

¿Mi padre sabía quiénes eran ellos en realidad?

— Por favor, —di un leve suspiro— dime que no es verdad...

Me acerqué al cajón principal y lo abrí, había muchos papeles.

Ojeé un poco por encima hasta que vi una carpeta con el título "Spidermoon". Mi corazón empezó a latir deprisa.

¿Mi padre estaba en mi contra?

El sentido arácnido retumbó en mi cabeza avisándome de peligro.

Cogí la carpeta lo más rápido que pude y la metí en mi mochila. Casi volando me senté en la silla en la que estaba anteriormente.

La puerta se abrió y mi padre entró con dos vasos de agua en las manos.

Mi corazón dio un vuelco al recordar que no había cerrado el cajón.

— Aquí traigo el agua cielo. Bien fresquita y potable para ti. —según se iba acercando mis nervios incrementaban.

Mis ojos viajaron desde el cajón que podía observar desde mi lugar, a mi padre y viceversa.

— Gracias papá. —él dejó los vasos en la mesa y se dirigió a su asiento cuando la puerta de la oficina se abrió de par en par.

No lo pensé mucho y cuando mi padre giró toda su atención al nuevo presente, deslicé la mano bajo la mesa y lancé una telaraña atrayendo el cajón hacia mi, cerrándolo a su vez. Provocando un pequeño sonido en seco.

Cogí un vaso y cuando mi padre se giró hacia a mi de nuevo, tosí falsamente y bebí agua para calmar los nervios y el latido desenfrenado.

— ¿Has oido un golpe? —negué levantando las cejas, él se sentó en su silla.

🎸 𝑷𝑼𝑵𝑲 𝑻𝑨𝑪𝑻𝑰𝑪𝑺 || Hobie Brown 🎸Kde žijí příběhy. Začni objevovat