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— Espero que se siga pudriendo en la cárcel por el resto de su vida

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— Espero que se siga pudriendo en la cárcel por el resto de su vida.

— Yo también lo espero... —dije mirando el movimiento del agua.

Hobie se levantó de un salto y lo miré desde abajo.

— Vamos a dar una vuelta, todavía es pronto. —miró hacia el cielo para ver el sol— Y así te quitamos la tristeza de la cara.

— ¡Oye! —sonreí y me levanté con ayuda de una telaraña, aquí abajo no nos veía nadie.

Íbamos andando viendo los puestos tranquilamente, cada vez que me quedaba atrás Hobie se daba la vuelta y me esperaba, así que terminó por empujarme e ir él detrás para que no perderme de vista.

— No soy una niña pequeña eh Hobart. —me acerqué a un puesto de joyería artesana.

— Lo dudo.

— Buenas noches pareja. —el hombre mayor de la tienda nos sonrió y yo le devolví el gesto.

— Son preciosas, ¿las hace usted?

— Las hago junto a mi mujer, nos conocimos gracias a esto. —respondió él.

— Que bonito, debió ser mágico... —dije pero me perdí en un colgante con forma de Luna.

Escuché como el hombre y Hobie intercambiaban palabras, pero no les presté atención.

Mi mente estaba en la noche que me picó la araña. Sentía un vínculo inexplicable con la Luna y extrañamente me parecía precioso a pesar de que la Luna sólo sea un trozo de la Tierra.

— ¿Nos vamos? —Hobie me tocó el hombro y asentí.

Me despedí del hombre y nos fuimos a mirar más puestos.

El sol se había ocultado ya y el cielo comenzaba a ponerse más oscuro, pero no hacía nada de frío.

Después de un rato nos fuimos a sentar a un banco.

— Hacía mucho que no disfrutaba del tiempo libre. —Hobie me miró de reojo, él estaba sentado en el respaldo del banco.

— Oye Jack, —lo miré— toma.

Hobie me tendió una bolsita pequeña. Lo miré extrañada pero apartó la mirada.

Más extrañada aún, abrí la bolsita y me encontré con el colgante del puesto. Acto seguido lo miré.

— ¡¿Lo has robado?! —él me miró algo ofendido.

— No mujer, no. —levantó las manos— Soy un héroe, no un villano.

Levanté una ceja y sonreí.

— Eres anarquista... Y dijiste que no te gustaban las etiquetas.

— Eso no quita que pueda gastar dinero. —se dejó caer a mi lado y me arrebató el colgante ignorando parte de mi queja— Además, era un comercio casero.

🎸 𝑷𝑼𝑵𝑲 𝑻𝑨𝑪𝑻𝑰𝑪𝑺 || Hobie Brown 🎸Where stories live. Discover now