YooGeun, bebé... ¡Te amamos!

Start from the beginning
                                    

No hagas cosas buenas que parezcan malas...

—¡Demonios! Qué te hice mi amor...





🐸💚🐥




—Hijo, cariño debes cenar algo, hazlo por el bebé, ¿de acuerdo?

—Má, no tengo apetito... ahora no por favor– El menor sentía que ya no le quedaban más lágrimas por derramar, sentía que a cada minuto que pasaba perdía a su esposo.

Ya han pasado unas horas desde que me fui y ni siquiera has tratado de comunicarte conmigo... seguro ni te das cuenta aún de que ya no estoy más en casa, debes seguir co-con tu amante... ¿así terminará nuestra historia, MinHo?

—¡TaeMin!

¿MinHo?

—¡Mi amor!... bebé...

Con algo de dificultad el menor se incorporó un poco en su cama para poder tener mejor vista del moreno que se encontraba de pie en la puerta de su antigua habitación.

—Mi-Min ¿qué ha-haces aquí?– Susurró el menor—.Cómo supiste que estaba en este lugar?

—Cariño, eso es lo de menos, yo te debo una explicación, debemos hablar...

—¡NO! No, por favor MinHo, si me amaste aunque sea un poco, no lastimes más mi corazón y vete ya. Yo ya sé lo que hiciste y-y no te odio pero tampoco puedo estar conti-go...

Y contener las lágrimas se hizo imposible. Al menor le dolía decir todo eso, pero era preferible a escuchar la verdad de los labios de su  aún esposo. No soportaría semejante dolor y debía pensar en su pequeño, ahora no se trataba solo de él.

—Tae, ¿qué estás diciendo? Yo jamás te dejaré y mucho menos te podría ser infiel. Los tengo a los dos y esto es lo que siempre quise, déjame hablar, cariño.

—Min-Ho...snif...

El moreno se acercó hasta la cama del menor y alargó una mano para secar el rastro húmedo que las lágrimas dejaron en el rostro de su esposo. Taemin no opuso resistencia, MinHo era su debilidad.

—Bebé, si me fui de esa manera tan insolente del departamento fue porque tenía que verme con la mujer que-

—¡Cállate! ¡No quiero seguir escuchando! Me enga-

—Con la mujer que está arreglando los papeles para la compra de la casa que viste hace unos meses y de la que te enamoraste. Quise darte la sorpresa, pero antes que eso prefiero tu tranquilidad y la salud del bebé.  Por supuesto la tuya también, amor.

—¿Que... qué?– el menor estaba en shock. Su esposo todo este tiempo solo trató de arreglarle esa sorpresa y él le agradecía dándole preocupaciones.—Déjame, no te merezco... tú te esfuerzas por darme lo mejor y yo sólo te doy problemas...

Shhh bebé, sabes que no es cierto, te amo y tu amor me basta como agradecimiento para todo lo que hago por tu comodidad y para que seas feliz.

—¡Oh, Min, te amo, te amo, te amoooo!–. Decía entre besos un efusivo castaño.

—Discúlpame por angustiarte, cariño. Esa no era mi intensión.

—Está todo olvidado. En todo caso, discúlpame tú a mí por decirte todas esas palabras y por irme de casa.

—Lo haré olo si regresas conmigo a nuestro nuevo hogar.

—¡Sí! ¡Mil veces sí!

—Te amo cariño.

—Te amo Min.

Nada Ni Nadie Nos Separará - (2Min)Where stories live. Discover now