Parte 2

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La vida puede darte sorpresas para nada agradables. Se supone que tus padres siempre querrán lo mejor para vos. Pero ¿y si fueran ellos los que en parte y a sabiendas te causaran el daño más grande y perdurable de tu vida?. Aunque fuera mentalmente, no fue nada fácil revivir "todo aquello". Pero vaya si tenía razón mi siquiatra, cuando me dijo que ponerlo por escrito, podía ser parte del camino a mi sanación emocional. Pero les contare la historia desde el inicio para que entiendan de qué les hablo.

Desde que puedo recordar y hasta poco antes de cumplir veinticinco años, mis padres eran las personas más maravillosas del mundo. Pese a ser empresarios reconocidos y tener dinero de sobra, siempre me inculcaron que debía ganarme las cosas con mi esfuerzo, y que debo tratar a todo el mundo como quiera que me traten a mí. Y lo mejor, es que siempre me educaron con el ejemplo. Tenía tres años, cuando en el kindergarten (jardín de niños), conocí a Vanesa, Erika y Diana, quienes con el tiempo se convertirían en mis confidentes y hermanas de corazón. Ya más grandes, íbamos y volvíamos solas de la escuela, pues vivíamos como máximo a dos cuadras de las otras.

Los años pasaron y llegamos a la adolescencia. Teníamos quince años, cuando iniciando el tercer año de highschool, a nuestro instituto y más aún a nuestra clase llego Hans (que a decir verdad me gustó desde el primer momento). Pasaron tres meses del inicio de clases. Aquel sábado pasábamos un día de amigas en el parque cerca de nuestras casas. En eso Erika me dio un codazo. Al ver donde miraba, enrojecí notoriamente al ver acercarse a Hans. –Buen día chicas. Parecen estar en un día de amigas ¿cierto?. Aun así si quisiera hacerlo, me pregunto si podría hablar un momento con Melody. Vanesa me hablo al oído. –Anda con él. En una de esas te dice eso que tanto queres escuchar.

Sentados bajo un árbol allí cerca me sonrió. -¿Sabes Melody?. La verdad es que me gustaste desde el primer momento. Al oír eso creí que mi corazón se detenía. ¿Había escuchado bien?. ¿Hans me acababa de decir que...?. ¿En verdad mis sentimientos hacia el eran correspondidos?. Luego de varios minutos pude finalmente hablar. –Vos... vos también me gustas mucho Hans.

–Siendo así ¿queres ser mi novia?. –Claro que quiero. –Entonces... me abrazo por la cintura y... mi corazón se aceleró notoriamente cuando se fue acercando a mi hasta que... hasta que... hasta que me beso. Hans ME ESTABA BESANDO. Le correspondí con todo le gusto del mundo, echándole los brazos al cuello. Al separarnos sonreí. –Mi primer beso. Acabas de darme mí tan deseado, MAGICO E INOLVIDABLE primer beso. –También el mío Melody.

Pasaron los meses. Cumplimos dieciséis años, y un MARAVILLOSO año de novios. En esa época viviría la experiencia MAS MARAVILLOSA DE MI VIDA. Aquel sábado memorable estábamos en casa de Rachel y James (sus tíos maternos que lo adoptaron, cuando sus padres murieron en un accidente de tránsito teniendo el diez años). Dos personas maravillosas a las que llegaría a querer muchísimo, al punto que llegaría a considerarlos más que como mis suegros, mis padres de corazón (al igual que a los de mis amigas-hermanas) Estábamos solos, pues como cada año desde que Hans tenía doce, se habían ido unos días a una de sus dos lunas de miel. 


Tu mi ángel terrenalWhere stories live. Discover now