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"Young love" de Big Time Rush en multimedia porque nada le queda mejor a un AU adolescente de los spiderhusbands que una rolita de mi boyband favorita.

Miguel corría por los abarrotados pasillos de Visions Academy, luchando por llegar a tiempo a la clase de ciencias después de casi correr desde su casa, pues el auto de su madre estaba en el taller desde hace días y no había logrado alcanzar el ca...

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Miguel corría por los abarrotados pasillos de Visions Academy, luchando por llegar a tiempo a la clase de ciencias después de casi correr desde su casa, pues el auto de su madre estaba en el taller desde hace días y no había logrado alcanzar el camión escolar. Al doblar la esquina, Miguel chocó de repente con alguien, cayendo al suelo.

──¡Coño!── exclamó con molestia, levantando la vista para encontrarse con Peter B. Parker, que le devolvía la mirada con una sonrisa, avergonzado.

Miguel conocía a Peter. Tenían un par de clases juntos y le agradaba, eran siempre la mejor dupla en clase de química, y aunque Miguel careciera de virtudes como la paciencia, le gustaba pasar tiempo con Peter; era amable, listo y compartían un sinfin de intereses y gustos en común. Peter ──junto a su mejor amigo, Ben Riley── era quizá el único chico que Miguel no consideraba molesto.

──¡Lo siento muchísimo!── respondió Peter, ofreciéndo su mano para levantar a Miguel del suelo. ──Tengo la costumbre de estorbar.

Miguel se rió entre dientes, pues a pesar de la seriedad inamovible de su rostro, tenía una debilidad por Peter que le hacía bajar la guardia sin siquiera notarlo.

──No estorbas, Peter. Fuí yo el que no estaba prestando atención.

A menudo se asociaban para realizar proyectos, pues si había alguien que retara los conocimientos de Miguel y que incluso podía enseñarle cosas nuevas, ese era Peter. Y a Peter le gustaba mucho la compañía de Miguel, e incluso, le parecía inteligente, encantador y bastante guapo.

Y aunque pocos lo sabían ──solo los amigos más cercanos de Peter──, había estado enamorado de Miguel desde algunos meses atrás, cuando el mexicano se transfirió después de haber sido expulsado de su colegio anterior por meterse en una pelea con un par de idiotas que se regodeaban de no respetar sus pronombres frente a su cara. Y si Peter había esperado el momento más adecuado para confesar sus sentimientos, a pesar de su cercanía, terminaba mostrándose demasiado tímido y torpe como para dar un paso en serio.

Pero a medida que avanzó el semestre, también lo hizo su relación.

De vez en cuando, ambos chicos estudiaban juntos en la biblioteca e intercambiaban apuntes cuando alguno faltaba a clase. Peter hacía reír a Miguel como nadie. Sus bromas tontas, la forma en la que Peter escuchaba con atención cualquier cosa que Miguel tuviera para contar. Incluso, desde que Miguel llegó, Flash Thompson había parado de molestar a Peter. Notó la diferencia un día, cuando platicando animadamente sobre la más reciente adición a su colección de cómics, recargados sobre el casillero de Peter, Miguel le dedicó una mirada de muerte a Flash, que iba pasando por ahí de la mano de la ex novia de Peter, MJ. Flash le devolvió la mirada a Miguel y pasó de largo sin siquiera mirar a Peter.

Un viernes, después de clases, Peter invitó a Miguel a su casa para trabajar en un proyecto extra de historia. Mientras estaban sentados juntos en la cama de Peter, repasando apuntes, sus manos se rozaron accidentalmente. Miguel miró a Peter, quien se ruborizó ligeramente.

──¿Sabes en qué año ocurrió la caída del imperio otomano?── Preguntó Miguel, intentando desviar la atención del sonrojo en el rostro de Peter.

──... Por su puesto que sí── respondió Peter, poniéndose de pie para sentarse en otra parte que no fuera cerca de Miguel.

──¿Y por qué pusiste aquí que fue unos años D.C?── Miguel miró al cuaderno de Peter y luego hacia él, enarcando una ceja.

──Técnicamente, tengo razón.

Y al ver a Peter sonreír tímido, con sus lentes sobre la cabeza que dejaban caer uno que otro mechón corto y castaño sobre su frente, Miguel obligó a su atención a enfocarse en cualquier cosa que no fuese la imagen de Peter que se posaba frente a él.

Miguel no era ningún tonto. Había notado a Peter cada vez más nervioso a su alrededor. Y si todas esas señales no bastaban para darse cuenta, Miguel confirmó sus sospechas tan solo un par de días atrás, cuando su mejor amiga en todo el mundo, Lyla, llegó como un torbellino a su mesa en la cafetería de la escuela en donde se sentaba todos los días para darle las buenas nuevas.

──¿Cómo lo sabes?── le preguntó Miguel a la chica de cabello corto y lentes de sol en forma de corazón, no tan sorprendido como ella esperaba.

──¿Conoces a Hobie? ¿El chico punk de cuarto año?── le preguntó Lyla. Miguel asintió, pues lo había visto una que otra vez a la salida, rondando alrededor del amigo mas cercano de Peter, Miles Morales ──Pues el me dijo que Gwen le dijo que Miles le dijo que Peter le dijo que lo traes como un loco, perdidamente enamorado.

──Bola de chismosos── dijo Miguel en un murmullo, impactado por la manera en la que aquel supuesto secreto se había difundido por doquier ──Ya no se puede confiar en nadie.

──¡Uhhh! ¡Le gustas al nerd!── a su lado, Ben le picó las costillas, riendo y dándole un sorbo a su malteada de chocolate.

──Cállate, idiota── le respondió Miguel, mucho más molesto por el insulto hacia Peter que por el intento de Ben por descolocarlo.

──¿Y qué hay de ti, Miguel? ¿Te gusta Peter?── Le cuestionó Jess. Miguel resopló sin responder, dándole pie a qué de su silencio, sus amigos lo molestaran por el resto del día.

No le importaba, después de todo, Peter le gustaba y mucho. Miguel había dejado de sentir vergüenza desde hace tiempo, y quería mandar a la mierda a todos los que no veían a Peter como el chico lindo, inteligente y carismático que era. Incluso a veces se debatía entre las ganas de besarlo hasta quitarle el aliento y las ganas de abofetearlo hasta que Peter se diera cuenta del ser humano maravilloso que era ante los ojos de Miguel.

Y con aquella seguridad, a Miguel se le ocurrió una idea.

──¿Peter?── dijo Miguel en voz baja. ──¿Te gustaría salir conmigo mañana? Compré boletos para el planetario nuevo al que querías ir.

Peter abrió mucho los ojos y una enorme sonrisa se dibujó en sus labios.

──...Eso me gustaría bastante── respondió entusiasmado.

Era una cita.

Era una cita

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𝘠𝘖𝘜𝘕𝘎 𝘏𝘌𝘈𝘙𝘛𝘚, 𝘖𝘓𝘋 𝘚𝘖𝘜𝘓𝘚 | ParkHaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora