Capítulo 5.

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Arzhel

Cuando salí del departamento me fui al Gimnasio y luego al trabajo como siempre atendiendo al jefe ayudándolo con las citas, algunas veces con el diseño de nuevas revistas o diferentes puntos en donde hacer la distribución de ellos y a veces manejo las redes sociales de la editorial, siendo sincero no tendría el trabajo si el jefe no fuera amigo de mi padre pero lo único que quería es ganar mi dinero propio. Cuando termine mi hora de trabajo fui a casa de Leonard.

- ¡Holaa Palomita!- la abrace.
- ¡Hola hijo!, ¿Cómo estás mi niño?- cerré la puerta.
- Bien ¿Y tú? ¿Ya te ligaste al jardinero?- le sonreí.
- ¡Hay hijo¡ yo ya no estoy para esas cosas, ya estoy vieja.
- Mi viejita hermosa como te amo- ella a sido la única mujer a la que le puedo mostrar ese lado de mi, ella me crío, por lo general cuando era un niño me la pasaba más en la casa de Leonard que en la mía, me gustaba jugar con el y esperar las galletas que nos hacía Paloma en las noches, después de que mi mamá perdió a los bebes casi no me prestaba atención y Paloma nos trataba como sus hijos, me escucho cuando perdí a mis hermanitos, cuando mi papá quiso divorciarse de mi madre y cuando tuve mi primera novia, jamás le conté todo lo que pasó con Renata ni lo que seguía haciendo después de ella, si Paloma se enteraba me podía regañar peor que mi madre- ¿esta Leonard?
- Si hijo, esta en su habitación, pasa- fui con Leonard y solo con entrar empezó con las preguntas.
- ¿Estás saliendo con Klara Scott?¿Por qué? Supongo que es para el rato ¿No? ¿Cuándo la vas a dejar?, ¿Por qué ayer que iba llegando a la tu casa estabas incado?.
- Leonard… no me voy a separar de Klara.
-¡¿Qué?! Pero ¿Por qué? Los dos sabemos que no puedes pasar ni dos días con ella y te quieres casar con ella.
- Leonard si no me caso con ella voy a la cárcel no voy a ir a la cárcel.
- ¿A la cárcel?
- Si, ¡Carajo! El viernes que fuimos a la casa de Adonis me encontré con Klara estaba ebrio y ella también el sábado amanecimos en la misma habitación- solté un gran suspiro- al parecer Klara y yo firmamos un contrato el cual dice que en un año exacto nos tenemos que casar y mudarnos a una verdadera casa no el departamento en donde vamos a vivir, si no nos casamos yo voy a la cárcel por seis o diez años y Klara y yo no podríamos volver a estar en el mismo país y ninguno se podrá quedar aquí en Avalon además mi padre pierde la empresa.
- ¿Por qué no puedes cancelar el contrato desde ahora? Antes de que pase más tiempo.
- Por que para nuestros padres ya pasamos una noche juntos, en una semana cumplo dieciocho y me hago mayor de edad su padre me puede demandar por abuso aunque no la haya tocado.
- Bro ¿En que lío te metiste?
- Klara y yo quedamos en un trato, después de casarnos nos divorciamos el contrato no dice nada de divorcios.
- Que gran metida de pata.
- ¿Quieres hacer una fiesta?
- Que gran cambio de tema- se río- Claro, en donde.
- En mi nuevo departamento.
- ¿Tu nuevo departamento?
- En donde voy a vivir con Klara Scott por un año.
- Bueno.

Le mandamos la invitación a varios amigos y a alguno que otro de la escuela, fuimos por las bebidas y algunas botanas y fuimos por los que confirmaron la asistencia a la fiesta. Cuando llegue al departamento parecía otro completamente, había nuevos mueves y estaba limpio también olía bien. Klara salió del cuarto enojada.

- Córrelos.
- No, A DISFRUTAR- no pudo hacer nada, quiso sacarnos pero al final se encerró en la habitación y de ahí ya no salió.

Cuando todos se fueron intenté abrir la puerta de la habitación estaba cerrada con seguro.

- Klara abre- no abría- Klara abre carajo- abrió enojadísima.
- Idiota.
- ¿Qué?.
- Que eres un idiota, no ves lo que acabas de hacer acabas de destruir lo que mi mamá me dejo- se le humedecieron los ojos.
- No llores.
- Cállate, a ti no te importa si me siento bien o mal, si algo me gusta o no, si pienso lo mismo o estoy en contra, si esto que es lo único que tenia de mi mamá verdaderamente me importa o no- reviso la hora- mierda, ¡en cinco minutos vienen a instalarnos el cable y todo esta echó mierda Arzhel!- me grito.
- Brillito.
- ¡NO ME HABLES, ESTO AQUÍ EN DONDE VAS A VIVIR POR UN AÑO NO ES TUYO Y NO PIENSAS ESO!- salió de la habitación y se puso a recoger la sala yo me fui a dormir no soportaba la cabeza.

Cuando desperté revise la hora y ya eran las 5 de la tarde, salí a buscar a Klara y estaba en el sofá viendo una película.

- Klara.
- Ya recogí la mierda que dejaste en la casa, ahí esta en esa bolsa- señaló la bolsa negra que estaba a lado del refrigerador- no fue nada agradable encontrarme condones tirados en la casa créelo. Rompieron una lámpara,  rompieron los pocos vasos que teníamos y también el cortinero de la tina- se quedó callada un segundo- cosas que obviamente vas a pagar tu, también ya nos instalaron el Internet y el gas cosas que también vas a pagar tú.
- ¿Por qué las voy a pagar yo?
- Tu vas a pagar por cada cosa que sea tu culpa, ayer trajiste a tus amigos y rompieron los vasos, el cortinero y la lámpara tu los vas a pagar y por tu culpa nos tenemos que casar tu vas a pagar lo de la casa.
- No fue mi culpa lo de el matrimonio.
- Tú fuiste quien se me acercó no yo a ti así que si es tu culpa.
- Mi trabajo nos va a dejar vivir bien pero no puedo estar pagando cada cosa que se te antoje.
- No te preocupes también voy a trabajar yo, pero por el momento tú vas a pagar todo, tira la basura- en todo este rato no me había volteado a ver a la casa hasta ahorita, traía los ojos rojos e hinchados.
- ¿Por qué estabas llorando?
- No te importa, tira la basura el basurero queda en el estacionamiento.
- ¿Por qué lloraste?
- Que no te importa.
- Si, si me importa.
- Ah ¿sí?
- Si, vas a ser mi esposa mínimo te tengo que conocer un poco.
- Vas a ser mi esposo un mes máximo.
- No es necesario que me conozcas- Saque la basura que Klara había recogido no le iba a insistir a una niña malcriada, al regresar la casa olía a comida.
- ¿Qué huele tan bien?
- Solo son espaguetis.
- Dame.
- No- le arrebate el plato y comencé a comer- ¡Qué te pasa!.
- Sabe muy rico.
- Es mi plato- intento quitarme el plato pero alce el brazo para que no lo agarrara- dámelo.
- No, tengo hambre.
- Es lo único que hay en la casa y ya me lo había preparado.
- ¿Quieres comer algo?
- Si no he comido nada en todo el día
- ¿Por qué? Si desde las doce estas despierta.
- Si pero pague el Internet, me quede dormida y luego instalaron el gas, no me alcanzaba para nada más que para un espagueti de lata.
- ¿Por qué lloraste?- sus ojos volvieron a humedecerse.
- Por que esto es lo único que me dejo mi mamá, mi mamá biológica y ver como la dejaron un grupo de idiotas me hizo sentir que perdía lo único que ella me dejó- bajo la cabeza.
- Perdón.
- No importa- limpio las lágrimas de sus ojos antes de que salieran.
- ¿Quieres ir a comer a algún lado?
- Sí, tengo mucha hambre.
- Esta bien, vamos.

Agarro su chaqueta y yo me puse unos pantalones cortos y una sudadera, al final Klara quiso ir a comer Pizza.

- Me puede dar una… ¿De que quieres la pizza Klara?
- mmm hawaiana- sonrió muy emocionada.
- Una hawaiana grande por favor.
- Si joven, tomé asiento en un momento le llevamos su pedido a su mesa.
- Gracias- me lleve a Klara a la mesa que estaba en la esquina del local.
- ¿Para que una pizza grande?
- Por que si sobra nos la podemos llevar a casa y de ahí comer los próximos días.
- Si sabes que no soy un hámster que come poquito- me hizo gracias imaginar un hámster con su cara.
- A pesar de que comes mucho tienes un buen cuerpo.
- Idiota- me quiso pegar.
- Yo creo que esta bien que comas tal y como tu quieras, existen demasiadas niñas que con tal de tener un buen cuerpo dejan de comer o hacen dietas que al final les hace mucho daño.
- Yo como lo que quiero hacer como lo quiero por que hago ejercicio y por que yo entendí de una mala manera que no es bueno dejar de comer solo por quererte parecer a las demás.
- ¿Qué te pasó?
- Un tiempo cuando tenía doce o trece en la secundaria subí un poco de peso y todas mis amigas eran súper delgadas me hicieron sentir gorda, que jamás nadie me querría y que quien comía de más era por que de grande seria un obeso que jamás podría llegar a usar un vestido ajustado que se me vería bien, primero comía y vomitaba todo lo que entraba en mi cuerpo, tiempo después dejé de comer con el tiempo vinieron los mareos  hasta llegar a varios desmayos y me tuvieron que llevar de emergencia al hospital-  escuchaba atento- y me tuvieron con suero y vitaminas varios días, yo me veía muy pálida y fue en donde entendí que no tenia que dejar de comer solo por que pesaba un poco más que las demás aunque por dejar de comer pesaba mucho menos que mis amigas pero no me veía bonita, fue cuando decidí hacer ejercicio y a la vez comer bien desde ese entonces no dejo que un comentario así me afecte por que comiendo bien y haciendo ejercicio puedo tener un buen cuerpo- me sorprendió esa historia.
- Woow, yo jamás e echo dietas y siempre e echo ejercicio pero se que es difícil no dejar que alguien entre a tu cabeza solo por que a esa persona no le guste- sentí que nos estábamos poniendo demasiado sentimentales- y ¿has hablado con Liam?
- Solo el día que fuimos a tu casa me pregunto que por qué no me fui con ellos, que le prometí que iría a despedirme de el al aeropuerto pero que nunca llegue- sonrió- y también me dijo que si eras mi novio.
- ¿Qué le dijiste?
- Que no obvio.
- Amo a ese niño demasiado- me lo imagine riendo en mis brazos.
- ¿Tu alguna vez has querido tener un hermanito?- fui al mostrador a ver si esta la pizza.
- Disculpe, ¿ya tendrá mi orden?
- Joven si nos permite un momento tenemos saturados los pedidos desde hace tres horas y estamos tratando de terminar los más rápido posible, perdón.
- ¡Ese no es mi puto problema!
- hey tranquilo Arzhel.
- ¡Nada de tranquilo! ¡¿Qué aquí no nos pueden dar un buen servicio?
- Arzhel que tranquilo, llevamos aquí diez minutos.
- Vamos a otro lugar.
- ¡No! Yo tengo hambre.
- ¡Vamos a otro lugar!.
- Que no.
- Te veo en el auto.
- Oye pero…
- Adiós.

Mi estúpido novio Where stories live. Discover now