Dos grandes problemas

Capítulo 18

— No me confundo sobre la relevancia que tengo en tu vida — menciona con tristeza y bajando la mirada hasta que toma las fuerzas suficientes para fijar su mirada en él — solo quieras a alguien que le ayudara a elevar más su ego y yo solo quiero besarme a alguien, ninguno de los dos significa nada en la vida del otro.

La mirada de Caden se entristece al escuchar las duras palabras de Debra, sus conversaciones siempre parecían terminar en el mismo lugar, en una guerra sin fin.

Él no responde nada, únicamente pide dos botellas de vino junto a un platillo de pasta para poder comenzar a comer, el almuerzo transcurre en silencio mientras la pasta se termina al igual que las botellas de vino las cuales están completamente vacías.

— ¿Escuchas eso? — dice Debra con emoción — Son campanas.

— ¿Campanas? — pregunta confundido, pero divertido por ver la emoción de Debra por algo tan simple — debe haber una boda en la iglesia de la esquina.

— Deberíamos ir — ella se pone de pie y sin pensarlo dos veces toma la mano de Caden para sacarlo fuera del restaurante

Tal vez era el alcohol en su sangre o simplemente estaba siendo felizmente espontánea, pero si algo era seguro es que ninguno de los dos quería que sus manos se soltaran.

Antes de poder dar vuelta a la esquina Debra choca contra aquella mujer que va corriendo apresurada haciendo que caiga en brazos de Caden, el instante se congela al momento en que sus miradas se vuelven a encontrar, casi como un escape el cual terminó en un instante al escuchar el llanto de aquella mujer la cual estaba recogiendo el velo del suelo el cual cayó gracias al choque.

— Ten más cuidado Debra, no puedes ser tan distraída — menciona Caden mientras intenta que su corazón regrese al ritmo normal

— Perdón — menciona Debra con preocupación mientras ayuda a la mujer a ponerse de pie — ¿no deberías estar en la iglesia? Estoy segura de que te esperan

Al escuchar las palabras de Debra la mujer se derrumba en llanto haciendo que Deb la abrace en un fallido intento de tranquilizarla.

— Me tengo que ir — dice entre llanto — no quiero esto — ella niega varias veces y se separa de Debra dejandole el velo en la mano — no habrá boda, yo me voy, no me voy a casar con alguien que durmió con mi mejor amiga.

Caden y Debra quedan impactados ante la confesión de la mujer, mientras Caden se queda en silencio Debra se llena de enojo por la situación.

— Voy a poner en su lugar a ese tonto, nadie tiene derecho a hacer algo así — dice con molestia Debra, definitivamente no era asunto suyo, pero no pudo evitar querer desquitar el enojo acumulado que tenía

— Haz lo que tú quieras, yo solo me voy a ir de aquí — menciona la mujer mientras comienza a correr lejos de ellos dos

— No vas a ir Debra, no es de tu incumbencia — menciona Caden con temor a la reacción de Debra cuando nota que ella comienza a caminar en dirección a la iglesia

— Los hombres son unos tontos, mentirosos y patanes, merece que lo pongan en su lugar.

Al escuchar las palabras de Debra, Caden sabe perfectamente que lo está describiendo a él por lo cual solo se queda en silencio y la sigue con sigilo hasta la iglesia la cual está llena de personas.

Debra camina molesta por el pasillo de la iglesia con el velo en la mano mientras Caden va detrás de ella intentando ignorar las miradas de los invitados hasta que llegan al altar en donde se encuentra el novio desconcertado.

— ¿Y ustedes quienes son? — pregunta con cierta prepotencia y molestia

— Los mensajeros, tu novia termina contigo por patán, no se va a rebajar a casarse con un tipo como tú — menciona Debra con molestia y con firmeza