AL FINAL TODO FUÉ MI CULPA ; NOAH MORGAN

The beginning

El comienzo

Noah guardaba sus cosas en una misma maleta, no quería llevar tantas cosas, solo lo necesario por ahora. Se dirigió a la puerta donde se detuvo un último segundo para mirar por última vez su habitación, la cuál estaba casí vacía.

Tomó un cuadro con una foto de su papá y ella, la voz de su mamá la empezó a llamar y dejó lo que tenía en sus mano a su lado para después cerrar la puerta. Volvió a abrirla pero esta vez se llevó el cuadro.

Iban en el camino de la carretera en un completo silencio. Noah leía un libro sin despegar su vista de este, la mamá de la chica la miró por un segundo para no dejar de mirar hacia el frente.

— ¿Qué lees?—preguntó. Noah bajo el libro y la miró rápido pero de mala gana, siguió leyendo—. Oye, dímelo tú por qué no traigo las gafas—la miró y después el camino—. No me vas a hablar en todo el viaje.

Noah dió la vuelta a una página.

— Vaya que para mí esto tampoco es fácil. Te llevas toda la vida intentando pasar de pantalla, y fracasas una y otra vez y al final es el mismo monstruo el que te cierra el paso, pero un día de pronto como ya no tienes creditos, pues así por decir, parece que tienes una vida extra.—dijo aún mirando al frente.

— Mamá, puedes dejar de ponerme símiles de videojuegos. No tengo 10 años—habló Noah molesta.

— Pues cómo cuando abres un libro y empieza una nueva historia, ¿mejor?—cerró el libro con enojo—. Joder, Noah. Por lo menos ahora podemos ser las protagonistas de nuestra vida.

— De tu vida, mamá. La mía está a mil kilómetros, así de repente, sin contar con nadie por solo un puto capricho.

— Es que no es un capricho, Will y yo nos- —fué interrumpida.

— Qué no quiero oírlo. Me da igual.

— Pues tendrás que oírlo—exigió—. Will y yo nos queremos.

— Pues yo también quiero a alguien y eso te ha importado una mierda—soltó.

— Eso no es verdad. Claro que me duele separarte de Dani y de tus amigas—informó—. Noah, tienes 17 años. Seguro que con esa simpatía haces amigos muy pronto—dijo sonriendo y moviendo levemente el hombro de Noah.

— No estoy para bromas

— Mi amor, el San María es un buen colegio, ya lo veras. Tiene un buen equipo de voleibol, no te costará nada volver a aser la capitana—Noah negó con su cabeza.

— Joder mamá, ¿No lo entiendes?. Que no quiero ir a un colegio pijo de esos y que ni un desconocido lo pague.—insistió.

— Es que no es un desconocido, es mi marido—comenzó a molestarse—. Así qué ve haciéndote la idea—Noah se recargó en la ventana viendo hacía afuera—. Además tiene una hija, es cuatro años mayor que tú pero de seguro te caerá bien—terminó de hablar.

Al llegar a la casa de su nuevo padrastro, Noah al salir de la camioneta suspiro mientras negaba. Levanto sus cejas al mirar el abrazo de su mamá con el hombre y dejo el libro dentro del auto para después ir hacia la cajuela. Al abrir esta tomó su maleta pero el mayordomo la tomó al mismo tiempo.

— Por favor señorita—pidió el señor.

— No, puedo hacerlo sola. Gracias—volvió a querer jalar la maleta pero el agarre del mayordomo se lo volvió a impedir.

— Es mi deber—insistió.

— No, qué puedo yo sola—repitió.

— Déjeme señorita—se peleaban la maleta hasta que Will habló.