— No sabes cuanto me molestas Debra — dice mientras se pone de pie y me sujeta de los brazos

— Entonces déjame en paz — espeto con molestia

— Tú eres la que vino a buscarme a media noche, que no se te olvide eso pequeña.

— Sueltame si no quieres que tu cara salga lastimada.

— Vete de mi habitación — dice entre dientes mientras me suelta con brusquedad

Salgo del lugar con enfado mientras camino en dirección a mi habitación, últimamente mis días se basaban en eso, salir con molestia de los lugares y todo gracias a Caden.

Tras transcurrir las semanas las cosas no mejoraron, Caden seguía estando presente en cada una de mis actividades aunque poco a poco solo llegó a verlo de lejos y en la cafetería dado a que se rehúsa a dejar de comer junto a Jayden.

Mis intentos de ignorar a Caden no han sido suficientes, casi pareciera que una parte de mi quisiera tenerlo presente a pesar de todo.

— ¿Qué opinas? — menciona Diego con una sonrisa en el rostro mientras se detiene en la fuente

— ¿De qué? — pregunto confundida regresando de manera abrupta a la realidad

— De cenar hoy en la noche, creo que después de tanto tiempo es necesario tener una cita — dice con emoción

— Me encantaría, ¿pasas por mi a las siete?

— Está bien, llegaré puntual — él esboza una sonrisa y me da un beso en la frente en forma de despedida

Esbozo una sonrisa y veo la hora notando que son las cuatro por lo cual decido regresar a mi habitación para poder comenzar a arreglarme.

— ¿Qué haces aquí Caden? — pregunto con molestia al verlo sentado en mi habitación

— Había pensado en hacer esto hace un tiempo, pero tenía cosas más importantes que hacer — murmura mientras saca mi par de tacones rojos louboutin junto a una tijera — esto es por mi cabello.

— ¡No se te ocurra! — elevo la voz al ver que acerca las tijeras a mis tacones — esos no, son los únicos zapatos que me importan.

— A ti no te importo dañarme, si fuera por ti yo ya estuviera rapado.

— El pelo crece, mis zapatos no se vuelven a regenerar — me acerco un poco más a él, pero me detengo al escuchar mi teléfono
— no te atrevas a cortarlos.

— Atiende tu llamada — dice entre dientes

Contesto sin desviar mi vista de mis zapatos los cuales están en peligro en este momento.

— ¿Hola? — digo con seriedad al responder

— ¿Habló con Debra Farrel?

ella habla.

— Soy Crew Macbe, de la firma juridica Macbe, le hablo por su madre.

Mi corazón se detiene por un momento al escuchar las palabras del abogado de mi madre, mi rostro cambia drásticamente tanto que Caden suelta los zapatos y se acerca a mi con preocupación hasta que corto la llamada.

— ¿Qué sucede? — pregunta preocupado

— Tengo que irme a Italia en este momento.

Sin pensarlo dos veces dejo el teléfono en la cama y busco mi pasaporte junto a mi billetera los cuales meto en un bolso junto a mi teléfono.

— ¿Te puedo ayudar? Dime que sucede Deb.

— Tengo que llamar a Diego para cancelar la cita — digo en un murmuro mientras doy vueltas por el lugar

— Tranquila Debra, respira — menciona con preocupación mientras me detiene y fija su mirada en mi — podemos solucionar cualquier problema, pero necesito que me digas que sucede.

— Tengo que hablar con Diego primero...

— Esta bien vamos, yo se cual es su habitación — él me toma de la mano y me lleva hasta el pabellón B hasta llegar a la habitación de Diego

— ¿Qué sucede? Aún son las cinco — dice divertido mientras abre la puerta

— Tenemos que cambiar la cita para otro día, tengo que irme a Italia — digo de golpe

— Vamos, podemos ir en mi avión, será más rápido — dice Diego con seguridad sin preguntar nada más 

— No, ella se va a ir conmigo en mi avión — murmura Caden — ya le avise al piloto.

— Yo voy a pagar mi ticket de avión en primera clase como toda persona normal, gracias por la ayuda.

Sigo mi caminando dejando atrás a Diego, pero Caden me sigue en completo silencio hasta llegar a la salida.

— Marco nos está esperando — dice finalmente

— En serio no quiero tu ayuda Caden.

— ¿Y como vas a ir al aeropuerto? — dice de brazos cruzados

— Con un uber — digo mientras ruedo los ojos

— Deja de ser tan testaruda, vamos — me toma de la mano y me lleva hasta la limo que nos está esperando

Me quedo en silencio mientras el auto comienza a caminar. — No me vas acompañar a Italia.

— Solo quiero estar seguro de que subas al avión.

— Está bien — me limito a decir

— ¿Solo vas a decir esta bien? — dice con el ceño fruncido

— ¿Qué más hay que decir?

— Nada, olvídalo — dice cortante dejando el lugar en completo silencio hasta llegar al aeropuerto

— Gracias Marco — menciono al bajar del auto

— ¿Sabes donde comprar los tickets? — pregunta confundido a ver el montón de personas

— No lo sé, siempre los compra la asistente de mi mamá — digo confundida mientras me acerco a la gran fila — ¿disculpe esta es la fila para los tickets? — le pregunto a una señora que esta frente a mi

— Sí aquí es — menciona indiferente

— ¿Quieres contarme por qué vamos a Italia?

— Yo voy a Italia y voy por unos problemas personales.

— Dime y te puedo ayudar, fuimos amigos Deb.

— Solo fue porque idealicé una parte de ti que no existe.

— No puedes idealizar nada de mi porque yo ya soy perfecto — dice de manera fría

Antes de poder responder la fila avanza dejando que llegue al mostrador en donde se encuentra un hombre con un uniforme con el logotipo de la aerolínea.

— Necesito un ticket para el próximo vuelo a Roma, Italia.

— El próximo vuelo es en tres horas — anuncia sin importancia a lo yo que yo únicamente asiento y doy mis datos para comprar el ticket — serian dos mil quinientos dolares.

— Tome — menciono mientras extiendo la tarjeta

— Disculpe salio rechazada — menciona intentando volver a pasarla — no se logra efectuar el pago.

— ¿Qué? — pregunto confundida — eso no puede ser posible.

— Bien, creo que nos vamos en el Jet, por suerte aun nos están esperando — dice Caden con felicidad

Dos grandes problemas Where stories live. Discover now