3. JeongIn

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Dejó de percibir peligro cuando sintió el aroma suave de cada uno de sus amigos. El primero en notar sus ojos amarillos fue JiSung, quien despertó a los otros Omegas de la debilidad momentánea del lado animal. Las pequeñas manos de sus compañeros frotaron los brazos del azabache. Pegándose a él para que le sintiera el aroma dulce, normal.

—JeongIn —susurró Felix, rodeándolo por detrás. Sus pequeñas manos lo abrazaron por la cintura—. Estamos bien, ya pasó.

El azabache respiró con más lentitud, bajando la mirada. JiSung lo sostuvo con sus manos, rodeando su cuerpo con feromonas tranquilas, a casa, cuidado. En el momento que sintió la presencia de Chris, todo su cuerpo se desvaneció, tembloroso. El chico frotó el brazo de su amigo. Seguramente Minho se sintió herido al responder a la voz de otro Alfa.

—Ven —susurró, cuando JeongIn se dejó caer sobre él. El castaño se recostó, mientras la camioneta marchaba aún por calles desoladas y árboles enormes. Sus manos acariciaron el rostro colorado de JeongIn, tenía la mirada perdida, estaba ardiendo.

—¿Eso... es normal? —preguntó SeungMin.

—Es la primera vez que lo vemos así, tal vez es su Omega manifestándose más como dominante —comentó Felix, sacando de la mochila del más alto la botella de agua. Mojó un poco la frente de JeongIn—. Está muy caliente...

—¿Y si es su celo? Estuvo muy sensible últimamente —inquirió SeungMin, acercándose con cuidado de nomover mucho su pie.

—No creo, compartimos el mismo período con JeongIn y aún faltan semanas —habló JiSung, algo sonrojado. Realmente JeongIn ardía sobre su regazo. Estaba pesado—. Fueron las feromonas, tal vez se asustó al vernos así y rodeado de tantos aromas de Alfas. Su Omega estuvo mucho tiempo fuera, debe estar estresado.

—Qué mierda —murmuró Felix, acurrucándose al lado de JeongIn—. Perdona, JeongIn, por ser unos débiles.

—Sí. Todo es culpa de Christopher, que por un tajito ya se puso como un neandertal. ¡incluso sacó una escopeta! —habló Min, Felix lo golpeó suavemente con el pie, diciéndole que se callara—. Piénsalo, ¿qué puede alterar más a JeongIn que el ver a un Alfa dominante y dos monos más? El único decente es ChangBin, solo deberíamos salir con él.

—Lo dices porque te gusta —se quejó Felix.

—Es muy amable, su familia es rica y es gracioso. Yo creo que es un buen partido. Además, le dejó un caramelo a JeongIn —comentó, arrastrándose por la camioneta para tomarlo. SeungMin negó, mientras le quitaba el envoltorio y se lo comía—. Pienso que si JeongIn estuviera cuerdo de vuelta, nos diría que huyamos del tipo de la escopeta y los otros dos.

—No, no quiero —murmuró Felix—. Gasté mucho dinero en esta ropa para salir hoy. 

—Podemos salir también en nuestro pueblo... tú tienes muchos novios ahí, Felix. ¿Es que no te acuerdas que Nam de quinto curso ofreció diez vacas por ti? Ese momento fue memorable —rió SeungMin, justo cuando Felix le metía el pie en la boca. El castaño retrocedió, tosiendo.

—Chris me ayudó mucho con la venta de mis mermeladas. No puedo desaparecer así nada más... —respondió el rubio, mientras sus pecas desaparecían bajo el rubor—. Es bueno y amable.

SeungMin lo miró divertido.

—Ten cuidado, Felix, que si lo estafas tal vez te corra con su escopeta.

—¡Lo que dices no es gracioso!

—Yo creo que también deberías tener cuidado —susurró JiSung. Los dos lo miraron. SeungMin de repente se calló—. Digo... sé que te gusta, Felix.

HADO • HyunInWhere stories live. Discover now