La Eterna Tentación | Tom Kaulitz

No puedes escapar -21

Tom lo sabía, el maldito era muy listo. Sabía que de nuevo tenía vía libre, que se estaban comenzando a acercar más desde lo que pasó en el avión hacía ya unas pocas horas. No pensaba desaprovechar eso, quién lo haría en su sano juicio? Cuanto más lo deseara la chica, más ratos como esos sucederían entre ellos.

Algo conectó sus miradas, había tanto deseo en ambas que se notaba a mil kilómetros de distancia. Como un reflejo de ambos, se acercaron el uno al otro para juntar sus labios en un beso apasionado. No pasó mucho hasta que la lengua de él se abrió paso en su boca, el deseo se convirtió en lujuria, la pasión en frenesí. Las caricias de Tom en el cuerpo de la chica comenzaban a agarrar fuerza y desesperación, dios la salve del delirio.

Por si fuera poco lo que él le estaba causando con cada toque y cada beso, Tom la agarró y la subió a la mesa de la habitación. El momento llegó cuando le agarró los muslos y la atrajo hacia él abriéndole algo más las piernas, cosa que hizo que sus intimidades rozaran por encima de la ropa. Ella lo notó, notó de nuevo la excitación de Tom, que era justo lo que él quería, claros suspiros comenzaron a salir de su boca, algo que no ayudaba a relajarse a Tom.

— eso es lo que causas en mí, muñeca — susurró Tom en su oído mientras acariciaba la cintura de ella por debajo de su camiseta

Mientras seguían a lo suyo la excitación no se iba, comenzaban a estar demasiado acalorados y Tom sin pensarlo se quitó la camiseta, algo que ya era costumbre en esas situaciones y siguió con el beso desenfrenado hasta que sonó la puerta. Pensaron que estos dos se iban a separar? No amigos, ignoraron las decenas de golpes que se escuchaban en la puerta durante unos minutos. Demasiado ocupados como para contestar.

Cuando la puerta dejó de sonar, ambos dejaron de poner un sexto sentido en la puerta y, más seguros, siguieron con las caricias, los besos en la piel desnuda del otro, los suspiros entrecortados y la lujuria que podían incluso respirar.

De repente la puerta se abrió dejando ver a sus tres amigos claramente asombrados por lo que estaban visualizando en frente de ellos, habían tenido que pedir otra tarjeta para abrir la habitación. Los otros dos ni si quiera se percataron de su presencia hasta que ____ abrió los ojos por un momento y al ver a los chicos empujó a Tom y se bajó de la mesa rápidamente.

— con razón no abrieron la puerta — soltó Gustav sin dejar de lado su asombro y riéndose algo al ver la cara roja de la chica tras haber sido descubierta

— bueno yo no sé por qué me hago el sorprendido, no es la primera vez que pasa esto — Bill, al ser el más cercano a la relación que tenían ellos de "un día te odio y el otro te empotro" no quiso esconder que él ya sabía lo que estaba pasando

— Se me cayó una ídola... Al menos fue la chica que más duró — dramatizó Georg

— estúpido ponte en mi lugar, no dejó de insistir un solo segundo desde que lo conozco

— admite que te gustó

— calla Tom, no es el momento

— entonces ya habían...? — preguntó Gustav sin terminar la frase

— oh sí

— más o menos — habló la chica a la vez q Tom afirmaba

— cómo que más o menos? — se ofendió el moreno

— cállate — soltó ella

— cállame — dijo Tom retandola

— basta ya, tenemos que ensayar y preparar las cosas — dijo Bill cansado de escuchar sus molestas voces discutiendo por nada