La Eterna Tentación | Tom Kaulitz

El día del cambio -1

____, una adolescente apasionada por el rock estaba sentada en su cama, escuchando alguna canción de Tokio Hotel. No es que fuera una gran fan ni mucho menos, ni si quiera los conocía antes de que su padre le contara sobre ellos.

Su padre era representante. Ya sabes, los que manejan los negocios y aconsejan a sus clientes. Un manager en otras palabras, más explícitamente el mánager de la banda Tokio Hotel.

La chica había visto varias entrevistas de los Alemanes, ya tenía clara más o menos la personalidad de cada uno y  los hermanos Kaulitz eran polos opuestos en cuanto a lo que pensaba de ellos:
De Bill pensaba que era un chico enérgico, lindo, simpático y alegre. Sobre Tom, no le agradaba nada. Mujeriego, directo, orgulloso y egocéntrico. Eso era exactamente lo que pensaba de él, nunca quiso ir con su padre a ver ensayos de la banda ni mucho menos ir a conciertos, prefería montar fiestas en su casa o quedarse escuchando música que le gustaba.

Todo eso cambió cuando un día su padre se hartó de no verla nunca, así que decidió obligarla a ir con él a todos los eventos a los que fuera, incluidos ensayos, reuniones y entrevistas. Todo el día todos los días, ese es el tiempo que tendría que escuchar a cuatro chicos desconocidos tocar y cantar música desconocida. Si fuera al menos un grupo que le encantara estaría genial, pero ese grupo... No es que no le guste, se puede decir que ni le viene ni le va (algunas palabras y expresiones las explicaré en los comentarios por si son de otro país donde no se usen).

— a partir de ahora vendrás conmigo a donde sea que vaya, no volveré a dejarte a cargo de otra familia

— perdón, qué? Creo que no escuché bien — no podía creer lo que estaba escuchando, eso significaba estar 24/7 viéndoles la cara a desconocidos sin poder hablar con sus amigos ni quedar con ellos

— escuchaste perfectamente, estoy más que harto de que estés todo el día con otras familias que ni si quiera son de mi confianza, yo soy tu familia y yo te cuido, es así como irán las cosas a partir de ahora, señorita — el señor Wilson le indicó que era una decisión permanente cuando salió del cuarto de su hija y cerró la puerta, dejándola a ella dentro totalmente inmóvil

____ era una persona bastante exagerada, para ella eso era el fin de su adolescencia. Fin de la diversión, de socializar, de dormir agusto y comer lo que quiera sin tener a su padre repitiéndole "tienes que comer más" o "no comas tantas porquerías y come mas verdura". Tonterías.

Tenía que contárselo a sus amigos ya. No más quedarse a dormir en sus casas, no más fiestas Wilson hasta la madrugada... Ya no podrían usar su casa sola como espacio de conciertos y karaokes.

Después de hablar con todos los que tenía que hablar, encendió el altavoz y puso música a todo volumen, dejándose la voz en cada canción que sonaba. Lo bueno de su casa es que estaba casi insonorizada, ella amaba eso porque se podía quedar hasta la madrugada escuchando música sin que su padre se diera cuenta (siempre y cuando no tuviera mucho volumen).

Bajó a cenar a petición de su padre, que volvía a ser tan simpático como siempre. Como si no le acabara de "arruinar" la adolescencia a su hija.

— mañana tendremos ensayo, como ya creo que sabes

— ... en serio tengo que ir? — ella refunfuñaba, ni si quiera tenía apetito y jugaba con la comida, lo que ponía nervioso a su padre

— sí, y empieza ya a comer que luego me voy y no comes

— no pues si me das todos los días la misma comida no sé que esperas — metió la primera cucharada en su boca, mirando a su padre con asco para hacerle saber las pocas ganas que tenía