matrimonio -Rusia y tú-

3

Las campanas sonaban dando a entender que aquel compromiso llegó a ser una boda.

La boda fue transmitida solo en Rusia y solo contrys aliados llegaron para celebrarlo.
Claro.. la familia del novio no pudo haber faltado.

Estaba en la mesa junto a mi ahora esposo, quien solamente bebía vino mirando a los invitados. Por mi lado, estaba tan entretenida jugando mis dedos que no me di cuenta en el momento que maxim se acercó hasta estar enfrente de mi, si no fuera por su encantadora voz que tiene nunca me daría cuenta de su presencia.

—señora Romanov— su sonrisa es tan relajante que me tranquilizó al escucharla.

—Maxim, que gusto verte aquí— me levanté de la silla mientras miraba a Maxim con alegría, es la única persona con la que puedo mantener una conversación amigable —crei que no ibas a venir—

—hice el esfuerzo por desocupar mi agenda— de su mano saco una cajita azul — este es un presente de mi parte— la tome en mis manos y al abrirlo pude ver un broche hermoso.

— oooo... Maxim, es hermoso — lo deje en la mesa y di la vuelta a la mesa para abrazarlo —gracias —

—aquel día que salimos lo viste y te gustó, así que, no fue un problema conseguirlo— nos separamos y pude tomar el regalo otra vez con alegría entre mis manos —es hora de que me retire, estaré en comunicación contigo— se dió una vuelta para salir del salón.

— ¿El es tú tutor? — la voz de Rusia me hizo girar a verlo y acordarme que el y los demás seguían aquí

— sí — me volví a sentar en mi lugar —el fue mi tutor que me ayudó a aprender sobre su familia—

—ya veo—

En el momento que aquel hombre se acercó a la mesa, puse toda mi atención a lo que hacían.
Al parecer fue su tutor.

La mujer "mi esposa" se miraba feliz al hablar con el.

Su sonrisa era cálida, durante la semana que nos dieron no me di cuenta lo hermosa que es, sus ojos azules, su cabello castaño.
Su labio perfecto.

Me remoje mis labios al pensar en ella.

La plática que tenía con ese hombre acabo y volvió al lado mio.

— ¿iremos a algún lado por la luna de miel? — pregunto

— no tenía planeado una luna de miel... — hice un alto y me acerque a su oído  — no tendremos relaciones hasta que tenga tu consentimiento — le di un beso en su cuello antes de alejarme.

Me levanté de la mesa para platicar con México que me está llamando.

— Rusia! — alegre como siempre me saludó — nunca creí que te casarías, jajaja —

— yo tampoco — respondí sinceramente

— tu esposa es una divina hermosura — sonrió México — su rasgos físicos se me hacen familiar — menciono

— ha de ser porque es parte mexicana —

— ¿¡Que!? — algunos voltearon al escuchar a México — jajaja ya decía yo, ahora entiendo porque la siento familiar —

— si.. — bebí un sorbo de mi copa — necesito tu ayuda —

— Dime, para eso están los amigos — le indique a México que nos fuéramos a otro lado, alejado de los demás — Dime que paso —

— Necesito que me investigues a su familia — le mencioné — mi abuelo creo este matrimonio y nose nada aún de su familia verdadera —

— no te preocupes, yo me ocupo de eso —

— gracias México, siempre me ayudas —

— y lo haré hasta el fin de los tiempos —

La boda acabo y con ella involucra volver al castillo presidencial.

— estoy cansada — me queje mientras me tiraba en la cama.

— puedes dormir en esta habitación, yo dormiré en la otra — hablo Rusia

— sí.. buenas noches Rusia — me di la vuelta dándole la espalda

Nose que nos espera en un futuro, pero de mientras are lo que ellos quieran, al fin y al cabo me compraron.

Pero ...

Quisiera volver con Charles...

Tan solo pasaron unos segundos para que yo callera rendida.

...

A la mañana siguiente escuché la puerta siendo tocada así que me levanté con pesar.

— ¿Quién es? — frote mis ojos asueñolados

— El señor Rusia lo espera en el comedor — me habló el mayordomo

— bajo en un momento — me quedé ahí sentada en la cama analizando todo lo posible para no caer de golpe contra el suelo — al menos ya no estoy con la familia de Carlos —

Me levanté y busque la ropa que me pondría hoy, y al estar todo listo baje al comedor donde ví a Rusia en una extremo de la mesa con el celular en mano.

— Buenos días Sr. —

— prefiero que me llames por mi nombre nomás — me interrumpio — las gentes de ahora sueltan todo y no queremos un revuelto después de la boda —

— sí, entiendo — hice una pausa — Rusia —

...

Por la tarde yo estaba explorando el Gran palacio de Kremlin, mi nueva casa, Rusia estaba en una junta con el señor Vladimir así que yo salí a ver qué encuentro.

Llegué a una parte donde no ví a ninguna de las servidoras y la única puerta que divisé fue una hasta el fondo, me acerqué a paso lento y entre abrí la puerta viendo la silueta de Rusia y de una mujer.

Me quedé viendo un poco mejor y mala idea, la mujer se acerque a Rusia rodiandole el cuello con sus manos, solo me aleje y me fui.

— lo que él haga, no es asunto mío — murmuraba mientras caminaba — yo solo vine a dejar un heredero y ya —