𝐋𝐄𝐒

𝒮𝟤:𝐸𝓅𝟨 : 𝐻𝑒 𝒸𝑜𝓂𝑒𝓈 𝒻𝑜𝓇 𝓎𝑜𝓊

No responde.

Sus ojos te escanean como si se tratase de un jaguar acechando a un ciervo indefenso, no quieres llamarte así pero en estos momentos no te queda nada que pedir más que rezar como si fueras una devota total por la palabra de Dios.

Tienes miedo. Satoru te da miedo.

Esperas y esperas a que acabe de inspeccionarte con esos ojos azules y fríos como el antártico antes de que eleve una de sus finas cejas blancas con diversión en la comisura de sus labios.

-¿Quieres estar atada? —Su sonrisa ladina se convierte rápidamente en una de dientes completos haciendo que en sus ojos se vea el reflejo de un brillo de adoración en tu dirección.

Satoru no avanza, sus pies se quedan pegados en el lugar desde donde te analiza. Su misma sonrisa te hace poner la piel de gallina mientras que retrocedes aún sentada en el sofá cálido debajo tuyo. Satoru no parece interesado de hacer un movimiento en falso pero tú no podías estar segura de eso.

-¿N-no? —Juras que estás tratando de recolectar toda la saliva que puedes para darle una saciedad de algo a tu dura garganta seca que se esfuerza más de lo que puedes darle crédito para que siquiera pueda salir una oración completa sin tartamudear en ella.

-No? —Una de sus finas cejas blancas se encorva burlándose de tu respuesta o más bien, ¿tanteándola?.

Tu boca vuelve a abrirse pero así como iniciaste esa acción la diste por terminada sellando tus labios en una fina línea blanca acumulada por la presión de estos mientras que niegas de un lado a otro con la cabeza temblando ligeramente cuando Satoru exhala una risa fantasmal bebiendo de tus reacciones.

-Entonces no serás atada —sin ninguna palabra más salió del marco de la puerta, sus pasos resuenan por toda la ¿casa? haciéndote dar cuenta de que realmente no fue tan lejos de donde tú te encuentras, tus ojos se permiten escanear el lugar un poco más antes de que tu expedición visual se vea interrumpida por la presencia de tu ex frente a ti ahora dejando un pequeño vaso de agua en la mesita de estar, —Bebe esto.

Miras al vaso y lo miras a él mostrándole con todo y una mueca en tu rostro la absoluta desconfianza que sientes por él, tu espalda choca contra el respaldo del sillón alejándote lo más posible de esa mesita y de tu ex detrás de ella. Satoru solo está observando tus reacciones sabiendo ya el pensamiento qué hay detrás de tu mente mientras ves el vaso lleno de líquido transparente frente a ti.

Sus largos dedos pálidos juguetean con el aro inicial del vaso circularmente antes de chasquear la lengua y llevarse el objeto a sus labios rosados-morados por el frío dándole un gran trago aún con sus ojos en ti.

Pequeñas gotas de agua se derraman por las comisuras de sus labios y puedes notar como su manzana de Adán sube y baja con cada trago que da haciéndote fruncir las cejas por su comportamiento desesperado. O al menos esa fue tu reacción antes de que en dos pasos estuviera delante de ti acercando el vaso con el contenido restante a tus labios.

Tus brazos te empujan más hacia atrás huyendo de él pero es imposible y eso lo sabes.

-No tiene nada, acabas de ver cómo bebí de ella y tú estás deshidratada —Satoru presiona más el borde del vaso cristalino en tus labios sellados provocando que su ceño se frunza.

Abres la boca para tratar de responder pero él aprovecha la oportunidad tomando con su mano helada tus mejillas manteniendo tu boca abierta mientras vierte el líquido sin sabor dentro de tu boca. El agua fría pasa desde tu lengua hasta tu garganta y te obligas a tragar para no ahogarte, ríos pequeños de esta caen sobre las comisuras de tu boca manchando la sudadera que tenías puesta.