✨Siempre te encontrare✨

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"Te prometo que siempre te encontrare y te protegere en esta o otra vida, lo juro por mi vida hermanita"

Amunet y su pequeña hermana estaban viajando con aquel extraño que las salvo, Amunet dudaba de las intenciones de él, pero necesitaba su ayuda si quería salvar a su pequeña hermana que dormía profundamente entre sus brazos mientras ellos llegaban a la capital, él solo la veía con curiosidad jamás ha tenido a una hija de los dioses enfrente de él, aunque esta Amunet lo único que quería era morirse en esos instantes, perdió a casi toda su familia, mientras que él solo la veía, después de un tiempo de viaje llegaron a una gran casa muy elegante y extravagante para las dos aunque Ibis no vio nada porque se durmió, aquel joven les dio un cuarto para ellas dos aunque antes de dormir pidió hablar con Amunet.

Seth: Me presento soy el sacerdote Seth, sirvo al faraón.

Amunet: El faraón Amenhotep mando a matarnos desde haces muchos años, ¿Por qué confiaría en ti?, si eres un sacerdote del reino y eres aquel que nos seguía en el mercado.

Seth: tienes buena memoria y porque puedo hacer que tú vengues a tu familia, yo igual quiero derrotar al faraón y no quiero que su hijo suba al poder.

Mientras terminaban de hablar Amunet comenzó a escuchar una voz que la llamaba era la de un niño, cuando quiso recordar donde había escuchado esa voz comenzó a dolerle la cabeza, pero recordó el nombre era Mokuba, él la estaba hablando ahora recordaba que estaba en el reino de las sombras lo que veía y hacia no era nada más que un sucio truco de Marik, así que mientras se acercaba a Ibis y le acariciaba su rostro recordó que a ella jamás la vio cuando el faraón la encerró en su tumba de cristal, no supo del final de su hermana de la nada se dio cuenta de algo el parecido de Ibis y Mokuba era impresionante de la nada se levantó su hermana.

Ibis: Amunet te extrañe mucho, que bueno que sigues viva.

Amunet: ¿Qué paso contigo Ibis?

Ibis: tenía miedo así que cerré los ojos y cuando los volví a abrir estaba en un paraíso así que supe que estaba en el Aaru, pero no te encontré hermana, ¿En dónde estabas?

Amunet: me volví un ser "inmortal" el faraón Atem no quería que muera así que lo que hizo fue encerrarme en una tumba de cristal vigilada por mis bestias de cristal y desperté cuando él volvió al mundo, pero veo que encontraste el camino a tu encarnación y seguiste a Seth.

Ibis: Seth me encontró y junto a él espere mi reencarnación, pero él se fue antes así que me quede a esperar hasta que lo vi a él, era el señor Anubis, él me sujeto de mi mano y me llevo hasta mi nueva vida desperté y vi que estaba con Seth aunque ahora se llama Seto, ¿Aún se gustan?

Amunet: jajaja claro que si, pero sabes que mi corazón está dividido en dos Atem y Seth son geniales.

Ahora entendía por qué la pudo sentir en ciudad domino era Mokuba. Se sintió feliz cuando supo que su hermanita logro reencarnar después de todo por lo que habían pasado sin embargo ella no logro reencarna a su lado por su encierro inmortal, estaba tratando de dormir cuando sintió que algo estaba mal era una energía que se descontrolaba con todas sus fuerzas intento despertar debía de salir para ayudar, pero no logro nada.

En la habitación de Amunet ella estaba entrando en otros shocks así que los médicos de la corporación estaba corriendo hacia su habitación para volver a calmarla mientras gritaba que los detengan y que será el final de todo. Nadie sabía lo que le pasaba era consiente, pero no abría sus ojos. Amunet en sus recuerdos estaba planeando todo con Seth debía de vengarse del Faraón de ese monstruo que causo el genocidio de su pueblo así que mientras Seth educaba a Amunet e Ibis para que se presenten en sociedad y más su protección de él, nadie podía hacerles daño a ninguna de ellas, pasaron los meses y Amunet estaba lista para comenzar su venganza así que junto con Seth fue a presentarse ante el faraón Atem como candidata para obtener un artículo del milenio y ese era la balanza de milenio obtener lo que le pertenecía a su gente por ser herederos de Anubis, se presentó como debía enfrente de otros sacerdotes, era Amunet descendientes de la princesa Nihotep y del Dios Anubis los nómadas, expertos en el desierto, los lectores del cielo, muchos se sorprendieron al verla y más con sus ojos dorados que podrían ser parte de una joya.

Almas conectadas (Atem x Amunet x Kaiba)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora