En un gobierno injusto para con los omegas, Kang Yukio es un omega soltero que terminará embarazo luego de una noche de pasión con un alfa desconocido. Devastado ante el resultado decide contarle todo a su amigo y jefe, Hwang HyunJin.
Al ser un omeg...
—Vamos amor, tú insististe en ayudarme hoy con los inversionistas, y dijiste cuando estabas en embarazo que no querías ser amo de casa, así que debemos acostumbrarlo a que faltes.
—Umm, está bien—dijo Yukio separándose para ir a amamantarlo. HyunJin dejó que se fuera.
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El día había sido exitoso, Yukio había convencido por completo a los inversionistas en confiar en la empresa de la familia Hwang.
Ambos estaban con una gran sonrisa, con solamente feromonas de amor en el interior del auto. Todo estaba bien, hasta que llegaron al edificio.
HyunJin detuvo su auto frente a la estructura al ver como un policía le hacía señas para que se estacionara. Bajó la ventana esperando que el oficial se aproximará.
—¿Qué está pasando?—dijo Yukio al notar como habían más autos policiacos alrededor.
—No lo sé.
El omega liberó feromonas ante los nervios que sentía. HyunJin alejó su mano de la palanca de cambios para posarla en la pierna del omega en un gesto de que se calmase.
—Buenas tardes—saludó el oficial—. ¿Puedo saber que hacen en el edificio?
—Vivimos aquí—explicó el rubio—, en el penthouse. Él es mi omega—dijo al ver como el policía observaba a Yukio quién se mostró cohibido.
—¿Son los dueños del penthouse?—el Hwang asintió— Pueden pasar.
—¿Qué es lo que ocurre?—preguntó Yukio colocando su mano sobre la de HyunJin y apretando un poco ésta.
—El oficial que ese adentro les explicará—y se apartó. HyunJin subió la ventana del auto para poder conducir al estacionamiento subterráneo cuando el oficial les dió permiso.
Yukio se bajó del auto apenas HyunJin detuvo el motor luego de estacionarse.
—Yu, espera amor—dijo HyunJin bajándose rápidamente y corriendo hacia el omega que estaba frente al ascensor tocando el botón de este. El Kang se apresuró a subir al ascensor apenas las puertas de este se abrieron. El rubio lo imitó y rodeó con su brazo el cuerpo del omega que se aferró a este.
—No estaré calmado hasta que me digan qué pasa—susurró contra el pecho del alfa. El rubio dejó un beso en el cabello de Yukio.
Cuando el ascensor volvió ha abrir sus puertas HyunJin tomó la mano de Yukio para salir. El pasillo tenía varios policías y Yukio se empezó a desesperar. En sus feromonas se notaba.
Uno de los policías los vio y les permitió el paso. El omega se aferró a su alfa sintiendo sus ojos humedecerse ante las miradas de lástima que le dieron.
Cuando cruzaron la puerta de su casa que curiosamente tenía cintas policíacas, el omega se soltó para correr dentro, deteniéndose al ver a su suegra siendo atendida por un dúo de paramédicos.
