10 | Capítulo 10

28 10 0
                                    

Viernes.

Después de un día jueves estresante e intenso, me encuentro caminando por los pasillos de la universidad. El bullicio de los estudiantes se mezcla con el sonido de las puertas que se abren y cierran. Mi mente aún está agitada por las experiencias intensas y románticonas que he tenido últimamente.

Me detengo frente a mi casillero. Necesito un momento para procesar todo lo que ha sucedido. A mi lado, veo a Sofía, una de las chicas que conozco. Su cabello oscuro cae en cascada por sus hombros y su mirada es tan intensa como siempre. Me acerco a ella y entablo una conversación.

 Me acerco a ella y entablo una conversación

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- Hola, Sofía. ¿Cómo estás hoy?

Ella sonríe y sus ojos brillan con curiosidad.

- Hola, Andrés. Estoy bien, gracias. ¿Y tú? Pareces un poco distraído.

Le confieso que el día anterior fue bastante agotador y lleno de emociones complicadas.

- Sí, fue un día bastante intenso.

Sofía se ríe suavemente y me mira con complicidad.

- Ah, entiendo. No te preocupes, cariño, sigo estando para ti. ¿No hay problema con que te diga cariño cierto? -me pregunta

- No, no hay problema, Sofi, -respondo

Sus palabras me reconfortan y me hacen sentir menos estresado. Continuamos caminando por los pasillos, intercambiando historias divertidas y anécdotas de nuestra vida universitaria.

De repente, escucho una voz conocida a lo lejos. Es Carla, una compañera de clases que he estado conociendo. Su risa es contagiosa. Se acerca a nosotros y nos saluda efusivamente.

- ¡Hola, chicos! ¿Qué tal van esas clases?

Continuamos caminando por los pasillos de la universidad, riendo y disfrutando de la compañía mutua. 

Voz en mi cabeza: El viernes es un día especial para mí, ya que tengo práctica de fútbol por la tarde. Es el momento en el que puedo dejar de lado todas mis preocupaciones y simplemente disfrutar del deporte que tanto amo. Pero antes de eso, tengo algunas horas libres para matar.

Voz en mi cabeza: Mientras camino por los pasillos, observo a mis compañeros de clase. Algunos parecen estar absortos en sus estudios, otros charlan animadamente en grupos. Me paso la mano por el cabello, pensando en lo absurdo que me parece todo esto. ¿Por qué la gente se esfuerza tanto en encajar en este entorno académico?

Me detengo frente a un cartel que anuncia una conferencia sobre literatura contemporánea. Me río para mis adentros, pensando en lo aburrido que debe ser escuchar a un montón de intelectuales, discutir sobre libros que nadie va a leer. No puedo evitar soltar un comentario sarcástico en voz baja.

- ¿Literatura contemporánea? Eso suena como la receta perfecta para un buen insomnio - murmuro para mí mismo.

Justo en ese momento, veo a Carolina, una de las chicas con las que tuve un encuentro el día anterior, que por cierto es mi amiga de la infancia. Se acerca a mí con una sonrisa en el rostro.

Amor y malas intenciones (EN PROCESO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora