05 | Capítulo 05

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La primera semana de clases había sido muy intensa para mí. Había oído hablar del equipo de fútbol de la universidad y estaba decidido a unirme a él. Siempre había sido un gran jugador, pero nunca había tenido la oportunidad de jugar a un nivel tan alto. Sabía que tendría que trabajar duro para ganarme un lugar en el equipo, pero estaba dispuesto a hacerlo.

Finalmente llegó el lunes y era el día de las pruebas para el equipo de fútbol. Me dirigí al campo de fútbol y vi a muchos jugadores allí, todos ansiosos por impresionar al entrenador. Me puse mis tacos de fútbol, me estiré y me preparé para la sesión de entrenamiento.

Empezamos con un calentamiento de carrera, seguido de algunos ejercicios de pases y tiros. Me sentía bien, estaba seguro de que estaba jugando bien. Pero cuando llegó el momento de los partidos de práctica, las cosas se pusieron más difíciles.

Los demás jugadores eran buenos, y el ritmo era intenso. Yo estaba haciendo todo lo posible para mantenerme al día, pero estaba empezando a sentirme cansado y abrumado. Entonces, el entrenador me llamó a un lado y me dio algunos consejos sobre cómo mejorar mi juego.

- ¡Andrés! Me gusta lo que veo, pero necesitas trabajar en tu juego ofensivo. Creo que puedes ser un gran delantero si te enfocas en mejorar tu visión de juego y tu capacidad para moverte.

- ¡Claro, entrenador! Haré todo lo posible para mejorar mi juego ofensivo y demostrarle que puedo ser un gran delantero", le respondí emocionado.

Al final de la sesión, el entrenador nos dijo que haría una selección y que nos diría quiénes habían sido seleccionados para el equipo al día siguiente. Me fui a casa, sintiéndome agotado, pero emocionado por lo que vendría.

Al día siguiente, recibí una llamada del entrenador. 

- ¡Andrés! Quería informarte que has sido seleccionado para el equipo. ¡Felicidades!, -me dijo emocionado.

- No puedo creerlo, ¡muchas gracias, entrenador! Prometo trabajar duro para mejorar mi juego y ayudar al equipo a ganar, -le respondí agradecido.

Una semana después día miércoles

El miércoles no podía esperar a que terminara el día. Después de un día completo de clases, finalmente era hora de entrenar con el equipo de fútbol de la universidad. Hace una semana, fui seleccionado para unirme al equipo y estaba emocionado por comenzar a entrenar con ellos.

Tan pronto como terminé mi última clase del día, corrí al vestuario para cambiarme y unirme al equipo. Cuando llegué, todos estaban allí jugando con el balón y otros calentaban. El entrenador me dio la bienvenida y me presentó al resto del equipo.

- ¡Bienvenido, Andrés! Espero que des lo mejor de ti, -me animó el entrenador.

- ¡Gracias! Estoy emocionado por empezar, -respondí entusiasmado.

Comenzamos a calentar y hacer algunos ejercicios de estiramiento. Luego, pasamos a practicar algunos movimientos y jugadas que se utilizarían en el próximo partido. Desafortunadamente, no estaba listo para jugar en el primer partido porque acababa de unirme al equipo; sin embargo, iba a estar en el banco animando al equipo para ese juego. Fue difícil al principio, ya que no estaba acostumbrado a jugar con un equipo tan talentoso, pero gradualmente mejoré.

- ¡Buen trabajo, Andrés! -gritó el entrenador después de que hice un buen pase a uno de mis compañeros de equipo.

- Esto es increíble, nunca he jugado así antes, -pensé mientras continuaba practicando con el equipo. De repente, mi concentración se interrumpió cuando vi a Abril. La chica que me atrae, subiendo las gradas del campo con sus amigas.

- ¿Qué hace ella aquí? -me pregunté distraídamente. Pero decidí no prestarle atención y mantenerme enfocado en el entrenamiento.

Estoy sudando como nunca antes mientras corro por la cancha de fútbol con el equipo de la universidad. Estamos entrenando duro y quiero asegurarme de estar en mi mejor forma. El sol está brillando en el cielo y el aire está lleno del sonido de los gritos de ánimo y las instrucciones del entrenador.

Mientras corro, no puedo evitar mirarla de vez en cuando, y ella me devuelve la mirada con una sonrisa. Pero mientras tanto, me concentro en el entrenamiento y trato de no distraerme demasiado.

De repente, el entrenador me llamó y rápidamente pensé que era porque estaba distraído por un momento, pero no fue por eso. Suspiré, era porque quería indicar dónde posicionarme mejor en el campo. - Entiendo, me reubicaré, -dije y fui a la posición de extremo derecha.

Mientras caminaba sentí como me estaban observando mientras estaba exhausto de mi primer entrenamiento, pero todavía sentía que no podía apartar la mirada de mí. Cuando me di la vuelta, Abril me estaba mirando y me saludó con una hermosa sonrisa en su rostro.

- Le dije holaaa, -la saludo levantando la mano. 

No puedo evitar distraerme un poco y escuchar su conversación. Parece estar hablando de algo interesante, pero no puedo escuchar bien. Me concentro de nuevo en el entrenamiento y trato de no pensar en eso. Después de un rato, tomamos un descanso y me acerco a Abril y sus amigas. Me saludan amablemente y me preguntan cómo va el entrenamiento.

- Estamos trabajando duro, -respondo, tratando de sonar seguro.

- ¿Qué están hablando?, -pregunto curioso. "Parece interesante".

- Oh, estamos hablando de nuestros planes para el fin de semana, -dice Abril con una sonrisa.

- ¿Tú tienes algún plan? No realmente, -respondo encogiéndome de hombros. Solo entrenamiento y estudio.

- Deberías unirte a nosotras, -dice Abril con una sonrisa. Vamos a ir al cine y luego a cenar.

- ¡Genial!, -respondo interesado. "Dale me parece bien".

Después de eso, volvemos al entrenamiento con una sonrisa en mi rostro. Me siento motivado y listo para dar lo mejor de mí y poder entrar en la convocatoria del próximo partido.

Terminamos el entrenamiento con un juego de práctica. Fue una gran experiencia jugar con el equipo. Todos eran muy talentosos y trabajamos muy bien juntos. Aunque perdimos el juego, me sentí muy feliz de haber sido parte de ese equipo. 

-Buen entrenamiento, chicos, -dijo el entrenador.

- ¡Gracias, entrenador! -todos respondimos al unísono.

Esa noche, regresé a casa sintiéndome muy feliz y agradecido por haber tenido la oportunidad de entrenar por primera vez con el equipo de fútbol de la universidad. Sabía que había mucho trabajo por hacer, pero estaba emocionado de enfrentar el desafío. Y, por otro lado, contento porque Abril me fue a ver a mi primer entrenamiento sin yo haberle dicho nada.

Amor y malas intenciones (EN PROCESO)Where stories live. Discover now