dos.

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Karina no pudo dormir sabiendo lo que había pasado antes. Asi que en vez de eso pasó la mayoría de la noche con la música a todo volumen en sus cascos, mientras miraba al techo e intentaba evadir sus pensamientos, eso no ayudó mucho sin embargo.

No pudo evitar preguntarse lo que Winter  habia estado pensando. Ella habia hecho de sus vidas un infierno los últimos cuatro años. ¿Cómo podia esperar que sean algo más que amargas con ella? Karina tenía tantos acumulados sentimientos hacia la joven, que ella sorprendió que no
había conectado primero con la cara tan pronto como la vio en la puerta.

Pero se había producido un cambio en Winter, también. Karina se seguía diciendo que Winter estaba fuera de sí, pero eso no era una buena respuesta para todo lo que estaba pasando. Había algo más que estaba contibuyendo en el cambio de la chica, y Karina deseaba poder
adivinar que era para alimentar su curiosidad.

De vuelta al instituto, todo el mundo conocia a Winter. Era la chica que tú amabas o odiabas, todo dependia
de la forma en la que te tratase. Si a Winter le agradabas tu vida era facil, si tenia algo contra ti, estabas jodido. Winter  tenía el poder de convertir la vida de la gente en un infierno, y eso es lo que le pasó a Karina.

Las noticias se propagaron rapido despues del incidente en la cafeteria. Karina pronto comenzó a recibir nombres desprectivos, insultos y a veces: violencia física. Y lo peor de todo era que Karina
no lo habia provocado, si no que lo habia hecho otra persona. Alguien que odiaba con cada  fibra de su cuerpo.

A raiz del incidente, Karina estuvo obligada a contarselo a sus padres antes de que otra persona lo hiciese. Su madre estuvo en shock al principio, pero tanto su padre como su madre la aceptaron. Karina ha estado eternamente agradecida a sus padres ya que nunca hablaba de
su sexualidad. Estaba muy agradecida de tener apoyo en casa

Sus padres se cabrearon mucho cuando les contó lo que le habia hecho Winter. Sus padres informaron a la escuela pero Karina sabia que eso no cambiaria las cosas. Winter vivía con su tío y siempre queria dar pena diciendo que este no se preocupaba de lo que hacia. La chica
podia dejar escapar lo que quisiese y se aseguraba de que todo el mundo fuese consciente.

Karina era prácticamente impotente. Pasó el resto de sus años del instituto almorzando fuera para evitar los insultos contra ella en la cafeteria. Yeji, Ningning  y Giselle eran sus únicas amigas.
Karina sabia que sin ellas, esos años hubiesen sido 10 más dolorosos de lo que fueron.

Mudarse a Nueva York habia sido un gran cambio para Karina. Decidió ser abierta con las personas respecto a su sexualidad ya que ahora tendría control sobre quién se lo dijo. Se sorprendió cuando a nadie
le importó. Eso era reconfortante. Cuando hablaba con personas les decia que era lesbiana, ellas asentian en aprobación y cambiar a un tema de conversación diferente. Todo era totalmente distinto
a lo que era en la secundaria.

Sus pensamientos fueron interrumpidos tarde aquella noche. Karina se sobresaltó cuando vió algo moverse fuera de su alcance. Ella entrecerró los ojos para ver que su puerta habia sido abierta lentamente. La luz del pasillo era la unica iluminación que se veia en su habitación, y vió como una figura se movia a su habitación. Se quitó los auriculares.

"Ning?" preguntó sentandose en la cama y levantando una ceja. No hubo una respuesta y Karina se ponia cada vez más confusa.

"Hola." la voz susurró. Karina apretó los puños y suspiró profundamente. ¿Qué estaba haciendo Winter aquí?

"Estoy durmiendo. Vete." dijo firmemente dándose la vuelta sobre si misma para alejarse de la chica. Sus compañeras seguro que tendrian un montón de explicaciones para ella a la semana siguiente. Karina apretó su cabeza contra las almohadas para convencerse de que eso era un tipo de un jodido sueño o pesadilla. No necesitaba que Winter la jodiese más de lo que ya lo habia hecho antes.

yellow - winrina Where stories live. Discover now