Ascendente ©

Capítulo 3

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Sabine Lenox

Consecuencias De Una Piel Pecaminosa

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Juventud del 20

— Lia — llamaba a mi amiga que se encontraba sumamente concentrada en su celular —préstame tus apuntes de la clase de hoy, ando superperdida — decía algo frustrada por haberme dejado lagunas mentales.

— Mira en mí "esa" — decía refiriéndose al bolso sin dejar de apartar la mirada de su dispositivo. Formulé un "gracias" para luego buscar entre sus cosas el cuaderno donde anotaba todo lo del día.

— ¿En qué parte lo tienes? — preguntaba buscando en todas las divisiones que el cuaderno tenía, puesto que ella lo había repartido de tal manera para no tener que traer más cuadernos a clases, pues decía que con uno bastaba como para anotar lo importante.

— Entre el inicio y mitad — asentí, aunque no me viera, para buscar donde me había indicado y comenzar a leer lo que tenía escrito.

Estaba por finalizar el tercer semestre de universidad, ya cerca de los exámenes finales y me preparaba para postularme en el intercambio internacional.

Hasta ahora la vida me había tratado con ojos de misericordia, ya que al ingresar tuve la bendición de conocer a Dalia durante las clases del primer semestre. Lia, como la llamaba, se volvió de las personas más cercanas, nos apoyábamos en todo referente a la carrera y además se había vuelto una amiga con quien podía compartir absolutamente todo. El entorno en la universidad era demasiado diferente, además tuve la oportunidad de conocer personas maravillosas como lo fue con Jaden, al cual conocí a mitad del segundo semestre y nos habíamos vuelto inseparables, como para considerarnos mejores amigos.

— Mi cerebro no puede con esto — decía resignada a tirar la toalla, después de estar intentando comprender el tema.

— Ni el mío — comentaba Lia a mi lado, había despegado su mirada del celular y acercado a ver en lo que tanto batallaba en comprender.

— ¿Qué es eso de lo que tanto se quejan? — preguntaba Jaden divertido, en tanto se acercaba a nosotras con dos cafés en la mano — Hasta allá se las escucha renegar tanto — decía con gracia mientras me tendía uno de los cafés que anteriormente le había pedido comprar.

— Son esos balances — decía con dramatismo — no entiendo como le salió el resultado ¡Yo lo intento y a mí me sale algo diferente!

— Ahh.. La clase de hoy — asentía en respuesta mientras se sentaba a mi lado y llevaba los apuntes hacia él para luego cerrar el cuaderno — opino que nos tomemos un merecido descanso para refrescar la mente — comentaba mientras hacía como si espantara humo de mi cabeza y yo le retorcía los ojos para luego mirarlo con cara de pocos amigos — ¿Y que les parece si después les ayudo con eso?

— ¿Master Class? — decía con ilusión en mis ojos.

— Debería cobrarles por las clases — se burlaba, haciendo que Lia de la forma más madura posible le sacara la lengua en respuesta — ¿Qué dicen? ¿Salimos un rato a despejarnos? — ambas asentimos, sabiendo que teníamos unas horas libres antes de nuestra siguiente clase y comenzamos guardar nuestras cosas para después salir del aula a caminar por la universidad un rato.

Habíamos encontrado un buen lugar para sentarnos y admirar el panorama fuera de las instalaciones de la universidad. Tomaba mi café a sorbos, mientras Jad y Lia hablaban de alguna cosa en especial.