No sé cuanto tiempo había pasado desde que con Franco habíamos salido de la fiesta y ni como habíamos conseguido estar en un lugar en donde no nos molestaran, pero lo que sí sabía y estaba segura, era que estaba disfrutando al máximo lo que en ese momento pasaba con mi querido "némesis".

La situación ya se había puesto algo encendida entre los dos, ambos estábamos disfrutando demasiado de aquel panorama, pero como dicen "las oportunidades no se presentan dos veces" ahí estaba yo cometiendo una locura que después iba a lamentar, pero en ese momento no me importaba nada, solo quería seguir el fuego que corría entre los dos y ver que pasaba.

Los besos iban cada vez profundizándose más y más, las caricias, los roces, se iban haciendo presente, el calor que corría entre los dos aumentaba con el pasar de las horas, en mi cara se notaba la rojez del placer que emanaba tenerlo cerca.

Besos en el cuello, respiraciones acortadas y gemidos que se escapaban, daban paso a que el fuego se intensificara, sentía sus manos recorrer mi cuerpo deseando que avanzara aún más y pudiera saciar las ganas intensas de querer tenerlo solamente para mí.

La atracción era mutua en ese instante, tanto él como yo queríamos saciarnos del deseo que se nos había impuesto en esa noche.

— Volvamos adentro — lo escucho decir sacándome del trance generado por el momento.

— ¿Qué? — digo con dificultad por la excitación.

"Entremos" es lo último que le escucho articular mientras se acercaba a mí para darme el último beso y tomarme de la mano para regresar a la fiesta.

A penas logramos entrar de nuevo a la fiesta, me liberé de su agarre y me escabullí entre la aglomeración hasta dar con el baño de aquel lugar, no lo pensé dos veces y entré hasta quedar en frente del espejo.

Dejé salir el aire que contenía hacía ya unos minutos e intenté salir del trance en el que me había envuelto, como pude acomodé mi maquillaje recordando todo lo que había pasado hace unos instantes. 

Sacudí mi cabeza con fuerza, no quería ni pensar en las consecuencias o lo que hubiese llegado a pasar si Franco no había decidido detenernos.

Cuando al fin me sentí lista, salí del baño y me dirigí a buscar a Kat, tenía que saber si estaba bien, además quería irme y tenía que informarle para que no se preocupara. 

La busqué por todos lados hasta que la hallé en la barra nuevamente, estaba a punto de llegar a ella cuando siento que alguien me toma del brazo y me jala haciéndome girar con cierto nerviosismo, esperaba que no se tratara nuevamente de Franco. Y gracias a Dios no lo fue, era Jacqueline arrastrándome otra vez hacia el apartado en donde estaban los demás.

Para mi mala suerte en este se encontraba Franco charlando como si nada con Lucas, me acerco a ellos con algo de nerviosismo, y me percato que él no toma en cuenta mi presencia. Eli me hace sentar junto a ella y me ofrece un vaso de cerveza que tomo con gusto, a la vez que me habla de cualquier tema trivial; cosa que no presto mucha atención y me limito a beber el contenido de mi vaso.

— ¿Por qué estás tan roja? — me pregunta Eli volviendo mi atención hacia ella.

— El alcohol — miento, esa noche mis labios no habían probado ni una pizca de etanol en lo que llevaba en ese lugar hasta ese momento.

Ella asiente su cabeza en respuesta y sigue hablando de banalidades. No veo la hora de salir corriendo de ahí, ya de una vez por todas quería llegar a mi casa y esta vez tenía una buena razón para querer dejar a un lado una noche de "diversión". 

Siento que alguien se sienta a mi lado y eso pone alerta a mis sentidos, ya que tenía una idea de quién era, debido a que reconocí el olor de su perfume cuando se acercó a mí, enseguida fingí que me terminaba de a poco el líquido espumeante del vaso.

— ¿Está bueno? — me dice en el oído, cosa que hace que me termine rápido la bebida por el nerviosismo.

— Si — le digo asintiendo al mismo tiempo que me limpio con una mano el residuo de mis labios.

Estaba a punto de añadir algo más a la conversa, pero no lo dejo y salgo despavorida cuando veo a Kathia pasar alegremente por donde estábamos. 

A penas logro llegar a ella y la agarro fuerte del brazo para arrastrarla conmigo al baño.

— ¡Hey nena! — se queja en el camino, cuando llegamos al baño me pongo en frente de ella cruzando los brazos — ¿Qué pasa? — me dice arrastrando las palabras.

— Nos vamos — sentencio ya asqueada de estar en ese lugar, mientras sacaba mi celular y contactaba a un taxi de confianza.

— ¡Claro que no! Si me estoy divirtiendo al máximo — se queja frunciéndome el ceño.

— Pues yo no y si no nos vamos ahora te quedarás tu sola en este lugar y verás como llegas a casa porque yo me largo — le advierto sabiendo que era mentira, jamás la dejaría sola en un lugar así peor si estaba en ese estado.

— Vamos Sab — me dice haciendo un puchero — la estoy pasando genial.

— Estás a tres vasos de desmayarte Kathia, nos vamos ahora y no hay excusas — le digo llevándola fuera del baño y consiguiéndonos paso entre la multitud para salir de aquel lugar.


Nota de Autora

Que tal amigos??? Que les pareció este capítulo?? Créanme que quedé sorprendida con lo que pasó entre nuestra Sabi y Franco!! Será que solo fue algo del momento? Romance fugaz? Su evento canónico?? No se pero lo que sea me tiene emocionada!!

Kathia fue para divertirse o para terminar en el hospital?? Por favor no le vuelvan a dar alcohol a esa niña. De seguro hemos conocido a alguien así de desastroso alguna vez en la vida, etiquétalo en los comentarios si es lector ;)

Espero que les haya encantado. Volviendo a agradecerles por su apoyo en esta obra, no se olviden de votar y compartirla a más personas para que pueda cobrar vida a través del mundo. Los veré en una nueva actualización!! Los amo!!

 Los veré en una nueva actualización!! Los amo!!

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Ascendente ©Where stories live. Discover now