Eider Guillot, una chica con descendencia Británica y Japonesa que ingresa a la Preparatoria Ouran con la excusa de separarse de sus padres y empezar de nuevo.
Así que aprovecha que estará sola para fingir ser un chico, hacer amigos y de paso, desha...
— Deberías alejarte de tu familia, de todos aquellos que anhelas proteger, ¡Deberías haber muerto!
Esas palabras hicieron sobresaltar a Eider y hacerlo despertar de la pequeña siesta que estaba tomando
— ¿Tuviste una pesadilla? -preguntó Umehito, el cual se encontraba sentado junto a la mesa con algunas galletas-
— No losé, no logro recordar que soñé -respondió Eider tratando de evitar el asunto pero sin levantarse del sofá-
— Lo digo porque de repente saltaste
— Quizás mi pulso bajó y mi cerebro pensó que me estaba muriendo, lo cual ocasionó que mandara un choque eléctrico a mi cuerpo para que así reaccionara, ocasionando que despertara y que tú vieras que salte
Umehito sólo se quedó viendo a su amigo e intentó reflexionar cómo era posible que este relacionara un movimiento muscular con la muerte
-Eider bostezó- Sigo teniendo sueño -se levantó del sofá y fue a la mesa junto con el otro chico- Necesito algo frío para despertar -toco una pequeña campanita y se empezó a acomodar el cabello, o quedaría mejor decir peluca-
— ¿En qué le puedo servir al Joven maestro Guillot? -preguntó una joven chica, después de todo, tenía la misma edad de Tity, 21 años, la cual, es una candidata a formar parte de la facción de Eider, pues las grandes familias tenían un lugar especializado para recibir futuro empleados y poder contratarlos.
— Helado, un bote de medio litro, no importa el sabor, simplemente traelo por favor
Aquella chica salió de la sala, haciendo que Ikuya entrara, tenía una caja en la mano
-este se venía aflojando la corbata- ¿Por qué está tan oscuro? Cuando salga de aquí terminaré alucinando
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— Mientras más rápido pagues menor tiempo estarás aquí -le respondió Eider-
— Sí, eso haré -este le entrego la caja que traía- Con eso debe bastar
Eider la abrió, había un montón de joyas y oro ahí, Umehito estaba viendo también su contenido
— El Contador está afuera, le puedo decir que pase para que puedas ver qué es el doble de l-
— ¿Por quién me tomas? -cuestiono Eider mientras cerraba la caja- Suelo regalar joyas porque es lo que más tengo -le volvió a entregar la caja-
— Te lo cambio por dinero si e-
-nuevamente Eider interrumpió a Ikuya- Te daré un ejemplo -se quitó uno de sus aretes- 50
