—D-Debo te...ner re-resis...tencia—y el alfa sonrió para subir sus manos a las caderas del omega y apretarlo contra él.

—Tan lindo—susurró sobre los labios del omega—. Eres tan lindo—el omega se sonrojó bastante.

—Te a-amo—dijo sonriendo a lo que HyunJin no pudo más y lo besó. No como los anteriores besos que se daban desde que empezó la rehabilitación del omega. Era un beso tan lleno de amor, de pasión, se habían extrañado demasiado.

El omega sujetó la camisa de HyunJin entre sus puños mientras cerraba sus ojos. HyunJin alzó su mano hasta la nuca del omega para sujetar está y profundizar el beso.

Sus labios se alejaron cuando el omega empezó a jadear por la falta de aire. El omega dejó escapar una risita apoyándose contra el alfa que lo rodeó con sus brazos para impregnar con sus feromonas el delgado cuerpo.

Se mantuvieron un tiempo así, hasta que el omega jaló la manga de la chaqueta que el alfa portaba.

—¿Qué pasa?—y Yukio señaló a la ventana tras de ellos. El rubio miró y notó lo que el Kang había escuchado. Empezaba a caer la primera llovizna de otoño—. ¿Quieres salir?—otro asentimiento—. Deberás cubrirte bien, y solo la veremos desde el pasillo, por los ventanales.

—B-Bien—y HyunJin sonrió apartando cuidadosamente el cabello desordenado del omega para luego quitarse su chaqueta y colocarla sobre los hombros del castaño.

Le indicó que se sentará y este lo hizo despacio. HyunJin buscó las pantuflas del omega y las tomó para luego agacharse frente al Kang y colocarle estos con cuidado.

Luego se levantó y extendió sus manos para que el omega las tomara. Yukio lo hizo y se volvió a levantar. El rubio acomodó la bata del hospital que el castaño utilizaba y luego extendió su brazo para que el omega se sujetará a este. Era bueno en esos momentos que Yukio no estaba canalizado.

Con cuidado salieron de la habitación. El alfa estaba al pendiente de cualquier cosa que necesitara el omega mientras caminaba suavemente para mantener el paso del castaño.

Tomaron el ascensor y tocaron el botón del piso dos al cual querían ir. Cuando el ascensor se detuvo en el piso, HyunJin mantuvo las puertas abiertas para que no lastimaran a Yukio.

De ahí caminaron hasta llegar a los ventanales que se encontraban en ese piso. La lluvia de otoño siempre le había fascinado a Yukio. No solo por las gotas de agua sino por las hojas en tonos naranjas y café que caían al suelo.

HyunJin no miraba la lluvia, él veía el rostro sonriente de su omega. Lo amaba con locura.

—¿Yukio?—el omega se giró junto con el alfa para encontrar a el doctor MinHo sosteniendo unos papeles.

—Hola—saludó el castaño con sus mejillas sonrosadas.

—Hola, Yukio, me alegra estés caminando—el omega asintió apretando el brazo de HyunJin que acarició su cabello—. ¿Qué hacen aquí?

—Yukio quería ver la lluvia—respondió Hyunjin.

—Después de que vean la lluvia, pueden ir ambos a mi oficina—el rubio asintió algo preocupado—. No es nada malo.

—Está bien—dijo HyunJin antes de mirar a Yukio que había vuelto a ver la lluvia caer.

—Está bien—dijo HyunJin antes de mirar a Yukio que había vuelto a ver la lluvia caer

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Joohyun sostenía a Yuan en brazos cuando la puerta de la casa se abrió.

—¡Yukio!—chilló la omega cuando vio a su hijo entrar al departamento con ayuda de HyunJin que llevaba una mochila con las cosas, suponía, eran del castaño.

—Hola—dijo con suavidad antes de enfocar sus ojos en el tierno cachorro de 4 meses que su madre sostenía.

—¡Oh! Creo que este cachorro debe ir con su madre—dijo Joohyun.

—Primero siéntate—dijo HyunJin guiando a Yukio al sofá. El omega se sentó sin querer apartar sus ojos de su cachorro. Sus lágrimas rodaban por su mejilla, mientras el cachorro lo miraba curioso.

Joohyun le entregó a Yukio al pequeño Yuan que parecía curioso por el castaño frente a él.

Sus manitas fueron al rostro del omega que sonrió con lagrimas en los ojos mientras dejaba escapar sus feromonas.

El pequeño cachorro hizo un amago de sonrisa al sentir las feromonas del omega y se acurrucó contra el Kang que sonrió mirando a HyunJin que se acercó para abrazarlos.

—Es her...moso.

—Claro—dijo Hyunjin—. Es igual a tí.

Y Yukio sonrió volviendo a mirar a su hijo.

Y Yukio sonrió volviendo a mirar a su hijo

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Maratón 2/2

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Cachorro ¿Hwang?¹ | HyunJin & Male Reader Where stories live. Discover now