Capitulo XIV

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Jhos

El sonido de la noche siempre me pareció solitario y un poco confuso, por que seamos realistas ¿La noche tiene sonido? Puedo decir que si el croar de las ranas, el cantar de los grillos, el viento chocando en las ventanas de las casas esos pequeños detalles hacian a la noche menos solitaria de la que se sentia viviendo solo

Eran mas de las tres de la mañana y como buen soltero me encontraba en la sala de mi pequeña casa leyendo libros de magia oscura, desde muy pequeño siempre me pareció intrigante la magia, y como hombre lobo mi curiosidad era el doble, también quería entender el origen de los poderos Silverio nadie tiene idea de cómo puedo obtener esos  poderes siendo humano.

Llevaba noches enteras y días en busca de algo que me pueda servir, y creó que al fin encontré algo, cerré el libro de golpe ya había hecho demasiado. Algunas noches no podía dormir y simplemente me la pasaba pensando en:

Jessica

Joder Jessica

La amaba. Fue realmente difícil para mi darme cuenta de mis sentimientos por ella, apenas tenía quince años cuando me di cuenta de aquello era una niña y yo demasiado mayor.

Se que ella jamás sentirá algo por mi y ni siquiera se imagina estos sentimientos, piensa que la veo como una hermana menor y eso es aun más jodido.

Una parte de mi cerebro todavía no entendía o de mi corazón que ya debíamos renunciar a ella. Y en algún punto de todo esto ella tenía que saberlo.

—Jhos—la voz de Daemon me saco de mis pensamientos. Heche un vistazo a mi reloj de mano

—Llegas temprano

Daemon hizo una mueca

—Si... No pude dormir... — desvio la mirada

Él comenzó a vestirse con el uniforme que tenemos para la pequeña tienda. Que en realidad era una camiseta con mi nombre en letras cursivas.

— ¿Alguna razon específica para que no hayas podido dormir?

— No.

Daemon era cortante pero al ser hombre lobo sus emociones se sentían el doble y no podía engañarme. Decidí ignorarlo.

—Esta bien. Esta noche ire a tu casa. Tengo algunos puntos más acerca de Silverio.

Ello pareció llamar su atención.

— Le dire a Jess que haga la cena.

Le sonreí

—Me encanta

El bufó

—Si claro.

Solte una suave risa ante eso.

El sabia mis sentimientos hacia su hermana, decía que no era algo que le incumba, pero  aun así se mantiene siendo mi amigo. Era complicado.

El día paso lo mas tranquilo que se pude pasar en un pueblo de sobrenaturales en donde era la unica tienda de suministros. No era tan complicado la alimentación la verdad. Al fin de cuentas la mayoría comemos lo que los humanos lo hacen. Menos aquellos como los vampiros, que se alimentaban de sangre de cualquier tipo de sangre, por lo general esta era animal o los Rungaroks que consumían carbón y el único que conocí del pueblo era Benbus.

—Nos vemos en casa— Se despidió Daemon, poniéndose su chaqueta de cuero. Salió a toda prisa y su motocicleta emitió un sonido chirriante.

Salí detrás de él, asegurándome de cerrar bien la tienda. Poseía un auto no tan nuevo pero se mantenía y me servía, eso era lo importante.

—Jhos. Jessica gritó y se acercó abrazarme los sentimientos siempre se me aglomeran cuando ella me abraza.

La aprete fuertemente a mi pecho y aspire su aroma. Debería de dejar de hacer eso y dedicarme a poner estos sentimientos aparte. Despues de todo ella jamás podra corresponder mis sentimientos.

—La cena esta lista.

Ella me dirijo a su pequeña cocina como si no la conociera. Solte una pequeña risa. Cuando entro a mi campo de visión mi mirada se posó en la amiga humana nueva de jessica sentada en la mesa. Daemon también estaba ahí.

¿Era mi idea o había un ambiente pesado entre ellos?

Daemon no dejaba de observarla intensamente mientras ella ni siquiera le dirija una mirada. Caí en cuenta de que nunca habia cruzado palabras con ella así que decidí ser lo mas amable posible

—Hola

Ella me decido una sonrisita

—Hola

—Soy Jhos—dije extendiendole mi mano.

—Si bueno. Soy Ninna—dijo tomando mi mano.

Era calida y pequeña. Y su rostro estaba ligeramente sonrojado era tierna y me recordaba a una niña pequeña.

Jess interrumpió colocando la comida en el centro de la mesa.

—Ninna trajo tarta. Sus tartas son exquisitas—hablo con una inminente alegría.

Daemon se sentó a mi lado frente a la humana. Cruzaron miradas un segundo y ella se sonrojo más de lo que ya estaba.

Ahora si me daba curiosidad. Hablaría despues con Daemon. La cena estuvo amena y cómo mencionó Jess la tarta estuvo exquisita. Ninna y Jess hablaban sobre cosas vandales como su día o colores de sus cabellos y tantas cosas más de chicas que decidí interrumpir y hablar.

— Estuve leyendo acerca de magia oscura. Talvez Silverio obtuvo de ahí sus poderes.

Jessica se levantó y trajo una libreta donde teníamos anotaciones acerca del problema.

1. Era humano
2. No era mago ni hombre lobo ni vampiro ni ningun sobre natural.
3. Era muy amigos de sus padres
4. Le gustaba el latín
5. Se transformó de la nada en un ser poderoso.

—Tengo una duda—hablo Ninna— se supone que ningún humano puede tener magia. Pero... ¿Hay alguna forma de ser excepción? ¿Ha habido mas casos como el de Silverio?

—Nunca —dijo Daemon de una forma grosera. El era tosco pero respetuoso. La humana se sobresalto un poco. Y jamás lo era en estas situaciones. Jess y yo nos dedicamos una mirada.

—¿Has visto harry Potter?— Su mirada se ilumino.

— Por supuesto

— Funciona igual para nosotros. El que nace con magia la nace y punto nadie más puede tener.  Y funciona con todo sobrenatural, tienes el gen de ser lobo y si te procreas con un no lobo, supongamos un vampiro, tu hijo o nace vampiro o nace lobo pero los genes no se mezclan.  La magia es igual es un gen.

—Entiendo...

Su siguiente pregunta fue cautelosa

— ¿Y un lobo y una humana, pueden... tener hijos?

—Es muy poco probable que pase, las probabilidades son de uno en cien. Pero si pueden tenerlos. Pertenezco al uno

Ella me miró curiosa.

—Mi madre era humana.

— ¡Oh!

— ¿Entonces que descubriste? — preguntó Daemon.

—Magia antiquísima griega— Saque las imágenes acerca de como se veían.—¿Su transformación se parecía a esto?

—Si

—Talvez fue aquí de donde los consiguió.

Pude observar como Ninna miraba las imágenes.

Cuando hablo de repente

— Esto parce...

Todos la miramos con curiosidad.

—¿Que saben los sobrenaturales de la ciencia?

En El Fondo De Las Cicatrices (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora