¿Te gustaría leer los relatos de un psicópata?
Entonces te invito a leer los míos, mi pequeña víctima.
Pero antes hagamos un pequeño juego, tu intentas adivinar cuales relatos son de mi imaginación y cuales son creados por mi propia mano, ¿te areves...
Contaba un documental en asesinos en serie que existía una niña de diecisiete años, con una vida amargada y llena de tropiezos. Un padre ausente y violento, unos "amigos" que no hacían más que humillarla y rechazarla, unos profesores que le hacían acoso día a día, y familiares que la maltrataban.
Actualmente está cumpliendo 18 años, una etapa importante según su padre porque siempre tenía la tendencia de decirle: "Cuando cumplas 18 tendrás tus propias decisiones y la primera siempre sera la mas importante y la que más marcará tu vida de adulto"
Así que la pequeña niña, ya no tan niña, le hizo caso a su padre, empezó a cambiarse para tomar su primera decisión, la primera que la marcará.
Su vestuario consistia con un lindo vestido color negro que le llegaba a la mitad de sus muslos, con un corset decorando su pequeña cintura. Botas extremadamente largas, llegando un poquito más arriba de las rodillas, y con unas mallas en conjunto.
Unos guantes negros elegantes le llegaban por los codos.
Su peinado estaba suelto con pequeñas ondas en ella, su cabello era negro azafache, le llegaba al inicio de su cintura indicando que era largo.
Su maquillaje era liviano, labios color rojo, pómulos rosados gracias al rubor, pestañas largas y negras gracias al rimel, iluminador en sus ojos gracias a sus sombras y unas líneas rectas a la orilla de sus ojos gracias al delineador.
Está perfecta, solo le faltaba dos cosas importantes para finalizar su vestuario perfecto.
Agarro un cincho y se lo colocó en el muslo derecho, asegurándose que esté lo suficiente apretado para que retenga su navaja favorita, sintiéndose por fin como una diosa empoderada, pero empezó a sentir el verdadero poder y esa sonrisa que jamás pensó que estaría en su rostro se empezó a formar cuando agarro una ametralladora m249.
Por fin estaba lista.
Por fin llegó el gran día.
Por fin su más oscuro deseo se haría realidad.
Su propia purga.
—¡Que empiece la cacería!—dijo mientras reía a carcajadas y salía de su habitación.
***
Para que se hagan una idea de como era mas o menos el vestuario.
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