Mientras Darya termina de asegurar el collar, siento la mirada de Nathan sobre mí. Nuestros ojos se encuentran por un breve momento, y puedo ver una chispa de emoción en sus ojos. Dan, por su parte, parece observar la escena con curiosidad y un toque de incomodidad.

—Te queda hermoso, Evangeline —comenta Dan, admirando el collar—. Nathan ha tenido un buen gusto al elegirlo.

Puedo percibir una pizca de celos en su tono de voz.

—Creo que deberíamos irnos si queremos encontrar lugar para los cuatro—sugiero.

Los tres hermanos se miran y se echan a reír como si hubiese soltado un chiste.

—Evangeline, nosotros no reservamos el lugar, el lugar nos reserva a nosotros—me responde Dan.

—Siempre que asistimos a eventos como este, de alguna manera, el lugar se organiza para que tengamos un asiento disponible —explica Nathan.

—Creo que Evangeline lo captó—añade Darya, mientras tomamos nuestros bolsos que están encima de su cama.

***

El lugar donde se llevaría a cabo la obra "La Odisea" irradiaba un aura de lujo y poder. El teatro en sí era imponente, con una arquitectura majestuosa y elegante. Las altas columnas de mármol flanqueaban la entrada, y un gran atrio decorado con detalles dorados y relieves exquisitos daba la bienvenida a los invitados.

Al ingresar al teatro, nos encontramos con un vestíbulo espacioso y lujoso. El suelo reluciente de mármol blanco estaba decorado con detalles intrincados en negro, y las paredes estaban revestidas de paneles de madera rica y brillante. Una impresionante escalera de caracol conducía a los pisos superiores, donde se encontraban los palcos privados reservados para los privilegiados.

El salón principal del teatro era simplemente deslumbrante. Una inmensa sala con techos altos abovedados y adornos en oro y cristal se extendía ante nosotros.

Los asientos estaban elegantemente dispuestos en suaves tonos dorados, ofreciendo una vista inigualable del escenario central.

El escenario en sí era una obra de arte en sí mismo.

Un telón de terciopelo rojo profundo estaba delicadamente bordado con hilos dorados, mientras que el proscenio estaba decorado con finas molduras y detalles intrincados. Grandes candelabros de cristal colgaban majestuosamente del techo, arrojando una luz cálida y brillante sobre la escena.

Llegamos a uno de los pisos que tenia mejor vista al escenario y había cuatro asientos reservados con el apellido Telesco y uno en particular decía Brown.

Me quedé helada.

Nunca había estado en un lugar tan elegante como aquel teatro que estaba conectado al Palacio de la elite.

Por supuesto que no encajaba en absoluto, pero era bonito al menos pensar que era una buena experiencia. Única e inolvidable.

Trague saliva al ver que Dan se sentó a mi izquierda y Nathan a mi derecha y que estaba entre ellos dos.

Maldito destino de porqueria.

Mira a donde me pones cuando se te da la gana.

El telón de terciopelo rojo se alzó majestuosamente, revelando el escenario meticulosamente preparado para la obra "La Odisea". Los actores, vestidos en exquisitos trajes y envueltos en una narrativa cautivadora, transportaron a la audiencia a un mundo de mitología y aventura.

Mientras la historia se desarrollaba, no pude evitar sentir la tensión palpable entre Dan y Nathan a cada lado mío. Sus miradas se cruzaban ocasionalmente.

En las sabanas de un TelescoWhere stories live. Discover now