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Habían pasado 6 años desde el fatídico accidente en Drifmark. Aemond bajo la ala de Daeron supo lo que era ser amado, apreciado y ser un niño. Se hizo amigo como si fueran hermanos de sus sobrinos los hijos de Daeron. Amo cada momento que pasaba con sus hermano y con su tío Daemon. Ahora era mayor y es un excelente espadachín y un jinete excepcional.
Viserys II y Daenerys ,Visenya y Arcturus ahora eran niños de la edad de 13,12,9 días del nombre y amaban a su familia. Viserys II y Daenerys seguía como un pequeño dragón a su a padre Daemon porque quería ser como el. Visenya lo hacía con Daeron, ella sabía que sus padres eran grandes espadachines y excelentes jinetes pero para ella el mejor en todo era su papa Daeron. Arcturus admiraba a todo el mundo pero desde que supo caminar seguía a todos lados a su tío Aemond.
Daemon y Daeron se amaban más que ayer y menos que mañana. Seguían demostrándose todo el amor que tenían. •——————————————•
En unas de las habitaciones de Roca dragón lo único se que escuchaban era pieles sonando, gemidos y gruñidos.
-Desnúdate y súbete a mi regazo.
-¿No? - Me mantengo firme.
-Soy tu esposo dragón y debes hacer lo que te ordeno.
-Eres mi esposo mi pequeño dragon, pero yo no soy tu puta- y se dio la vuelta para irse-
Déjame en paz, ¿quieres?
Date la vuelva -insistió él.
Suspiré con fuerza y decidi darme la vuelta para mirarlo. Lo que no esperaba en absoluto fue que, al hacerlo, Daeron deslizaría sus manos por mi rostro para después sellar nuestras bocas con un beso. Antes de que pudiera darme cuenta, Daeron me sujetó por los muslos y me alzo para sentarse en la cama.
Quiero una ducha contigo llena de suciedad y luego quiero ser de nuevo sucio en la cama ¿Te apuntas?-me pregunto-
Finjo pensarlo y luego me incorporándome trepo sobre él a horcajadas sobre su regazo. Me tomo el tiempo de peinarle con los dedos el cabello.
Me apunto. Pero solo si me dices algo lindo- Me burlo de él-
¿Eh? ¿Estás de broma?-me mira incrédulo-
No, me apunto solo dices algo lindo-insistí-
Alza sus caderas para presionar su dureza contra mí y me trago el gemido. ¿Y bien?-dije-
Frunciendo el ceño se muerde el labio inferior y luego resopla, pero al final termina por encogerse de hombros.
Mi gran dragón eres una belleza inigualable, eres fuerte y maravilloso, eres mi jinete, eres mi luna mi dragón- y con eso consiguió que lo dejara follarme de forma desenfrenada-
Se siente tan bien.
Sigue así, mi dragón.- dijo en un gruñido-
Daeron me ubico debajo de el y engancho una de mis piernas alrededor de su cadera. Daemon chilla cuando lo penetra más duro. Sus palmas acunan mi rostro y me da un profundo beso. Es agresivo, lleno de gemidos agitados y tirones de labios. Amo su sabor.
-Carajo... -gimo. Podría estar dentro de el siempre, no es como si no lo hiciera. Te voy a dar otro hijo mi dragón-digo- te llenaré con mi semilla, te hincharé.
Mi corazón está tan lleno que se siente como si estuviera a punto de estallar y para cuando nos rompemos, con segundos de diferencia, nuestros gritos son amortiguados por otro beso. Sus largas uñas se clavan en mi espalda y maldigo. Su pequeño cuerpo comparado el mío tiembla debajo del mío.
Te amo-dice para después besarme suavemente- •——————————————•
Ese mismo día llegó una carta de los espías de Daeron que le decía que iba a ver una petición para ver quien se quedaba con Drifmark que se llevaría a cabo en 2 dias. Tendrían que hablar con Aemond.
Entonces, regresaremos a Desembarco del Rey - Habló Aemond mirando a sus padres-.
Si, solo será hasta que el asunto de la sucesión de Driftmark terminé.- Respondió Daeron-.
Si no quieres ir, no te obligaremos, puedes permanecer aquí en Dragonstone si es lo que deseas.- Dijo Daemon mirando a Aemond-.
No eso, no es necesario.- Respondió Aemond.- Viajare con ustedes. - agregó-.
Daeron dedicó una mirada de preocupación a su hijo - ¿Estás seguro?
Es lo mínimo que puedo hacer después de todo el amor y cariño que me han dado- respondió Aemond-.
No nos debes nada, eres mi hermano Aemond pero sobretodo eres mi hijo, no hay alguna deuda que pagar al menos no con nosotros-.
Bien será que mejor que vayamos a buscar a nuestros dragones, es hora de irnos, Agamenón, Caraxes y Vaghar se inquietan cuando los hacemos esperar, no se a quien se parecen.- Habló Daemon mientras observaba junto a Aemond como salía Daeron de la habitación para después mirase y reír ya que los dragones y Daeron son iguales de inquietos y no les gusta la esperar.-
Después de tantos años, el Dios de la guerra, el que fue bendecido con el sol en los ojos, el heredero regresaría a Desembarco del rey y pondría orden.
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