Sangre de Dragón •Daemon Targaryen•

13

Raehnyra había llegado a Dragonstone hace nueve lunas con todos sus bastardos. Lo que ella nunca espero fue ver niños frutos del amor entre su tío y su hermano, y menos que se parecieran tanto a Daemon. Lo uno que ella no sabía en el momento de llegar era que Daemon era quien le daba a luz, hasta este momento en el cual Daemon se encontraba de parto. Raehnyra se encontraba en shock cuando se enteró que Daemon era la madre de esos niños, de pelo platinado y ojos violetas.

Daemon y Daeron le dieron la bienvenida a un niño sano como un dragón. Su pequeño Arcturus Targaryen. Cuando Arcturus abrió los ojos sus padres quedaron fascinados, así cuando Daemon vio a Daeron por primera vez; un ojo era violeta y el otro era amarillo como los de Daeron. El también tenía el sol en uno de sus ojos. Siempre dicen que cuando nace un Targaryen los dioses tiran una moneda, entre la victoria o la locura, y en todos esos niños estaba claro que toco la victoria.

Habían pasado 5 años desde el nacimiento del último dragón legendario, y empezaron a llegar las desgracias. Laena Velaryon había sido reclamada por el extraño de forma digna; de un jinete de dragón. Daemon y Daeron se estaban preparando mentalmente para rencontrase con todos los que dejaron atrás cuando llegaran a Alta Marea.

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Daeron y su familia habían llegado a Alta marea para despedir a Laena. Aunque era un funeral, todos querían ver al heredero ya que hace años que no se le veía. Muchos no sabían que se había casado con Daemon y querían proponerle a sus hijas. Vaya sorpresa de llevaron cuando Daeron llegó con 3 niños entre 5 dias del nombre y 4 días del nombre y un bebe de un día del nombre acompañado del príncipe canalla. Viserys no sabía que tenía nietos fue demasiada la sorpresa.

Después de despedir a Laena y estar un rato en la terraza, los niños ya estaban en sus habitaciones con su espada juramentada, Viserys se acercó a Daemon y Daeron.

Hijo mío, hermano-se acercó Viserys tratando de hacer una conversación- ha pasado tiempo. ¿Como han estado? ¿Quienes son los niños?

Son nuestros hijos-contenta Daemon- yo los lleve en mi vientre, los dioses nos otorgaron esa bendición.

Veo que sus hijos majestad, con esa sangré Hightower nunca serán dignos de nuestra apariencia ni del nombre de nuestra dinastía-dijo Daeron de tono burlón- al parecer los dioses han sido crueles con usted- Daeron-daemon lo llamo como advertencia.

Tiene razón hijo mío, los dioses han sido crueles, pero se que me lo merezco, quiero que ambos regresen a la corte tendrán lugares en mi consejo, más tú Daeron que eres el heredero y no has estado en la Fortaleza en mucho tiempo-dice con su voz cansada-

De verdad crees que yo no se lo qué pasa dentro de la Fortaleza? Se mas que tu padre y eso que he estado 12 años fuera.-le contesta Daeron.

Vamos Daemon-dice Daeron para luego mirar a su padre- luego te presentaré a tus nietos- y así fueron a caminar por la playa-.

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Habían caminado un rato por la playa, cuando Daeron se le queda mirando a Daemon.

Daemon se da cuanta de la mirada que le da su dragón, y no puede enviar desearlo.

¿Que me miras mi amor?-le pregunta Daemon siendo consiente de su mirada-

Esos labios son sólo míos-cuando dijo eso miró mis ojos y luego mis labios- Si, claro.... comente de forma sarcástica porque sabía lo que venía. -¿No?-preguntó casi ofendido. Claro que no, son míos y yo los usaré como me plazca y con quien me plazca-dije divertido-Está bien.-me dijo de forma ofendida-. Lo miré divertido sin saber lo que estaba pensando pero él con agilidad me agarró de las piernas subiéndome a sus hombros. ¡Daeron bájame!- ¿De quién son?- y cuando alce la mirada para miara lo vi, para donde caminaba, quería echarme al agua. ¡No me tires, no me tires! Son tuyos mi dragón-exclame divertido.- en ese momento me baja y yo me alejo de el unos pasos, lo miro- por ahora- y empezamos a correr por la orilla de la playa. Daeron atrapó a Daemon en lo tira a la arena- Eres mío mi amor, y me perteneces. Sus ojos se posan en mis labios una vez más.

Daeron vería esos tentadores labios y no puedo contenerse más. Sin dudarlo ni un segundo, lo beso. Daemon suspira y deja que sus manos vaguen por su cuerpo. Esto es como una droga para ellos. No podían tener suficiente.

-Si supieras todas las cosas que deseo
hacerte -susurro Daeron. Daemon gimió contra sus labios. -Muéstramelo.
Y así Daeron lo beso con más desesperación, introduciendo su lengua en su boca. El sabor licor de Dorne lo hace gemir.

Follaron, hicieron el amor, muchas veces sin dejar ningún lugar de su cuerpo sin tocar ni besar.

-Qué buen chico, tomando mi polla en tu culo apretado.-La forma en que habla vuelve loco a Daemon. -Joder, mi dragón. Tienes una puta boca sucia. Por hablar Daeron le da una nalgada que le deja la mano marcada.
-¿A mi tío le gusta que le follen el culo? ¿Te gusta ser mi pequeña zorra mi amor?
Daemon estaba tan cerca de correrse que diria y complacería en lo que el quisiera mientras lo deje correrse.
-Sí mi dragón. Folla ese culo. Déjame correrme mi amor. Daeron los cambia de posición y ahora se están mirando a los ojos.

La frustración era tanta que Dameon movió una mano para agarrar su polla. Daeron se da cuanta y lo abofetea rápidamente en la cara pero a Daemon le gusto porque le apretó la polla.
-¿Tío te di permiso para que agarraras tu polla?
-Joder, Daeron. Quiero venirme. Otra palmada en su cara.
-Tú no tienes el control aquí, mi príncipe canalla. Tu sobrino sí.
-¿Que tengo que hacer? Sólo dime.
-Ruégame, como la puta que eres.
Mierda. Daemon amaba cuando lo trata así durante el sexo.
-Por favor dragón. Necesito venirme, mucho. Ya que lo pediste amablemente. Daeron empieza las embestidas a lo bestia y ambos se vienen.

Horas más tardes ambos estaban descansando hasta que escucharon el rugido de Vaghar.

Angelie2022-2023
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