Sweet and Sour, Heart Devoured. - (Jenlisa) (Adaptación)

Capítulo 6

—Lo estás deseando, cállate y acepta.

¿Y quien es Lisa para negarse?

—Está bien. Acepto.

Jennie sonríe satisfecha y finalmente escribe en el vaso. Y minutos más tarde, cuando Lisa finalmente tiene su calidad bebida entre sus manos, encuentra un pequeño "Liz" y al lado un "Idiota ;)" escrito en este.

Y quizás, aquello le hace sonreír por el resto de la tarde.

[•••]

—¿Lista para irnos?

Lisa levanta la mirada de su teléfono móvil, encontrándose con la castaña vistiendo su abrigo marrón. Sonríe mientras se levanta y comienzan a caminar hasta la salida.

—Lista para acabar en urgencias. —responde divertida mientras el frío aire de diciembre les golpea.

Jennie la fulmina con la mirada pero sonríe, y Lisa está segura de que jamás se cansaría de verla sonreír.

—¿Lista para caminar hasta casa? Quizás te congelas durante el camino.

—¿Y que harías tú si me congelo? Ya no tendrías que verme todos los días.

—Que suerte la mía. —Jennie dice sonriente.

Auch.

Aquello no tendría que molestar a la pelinegra tanto como lo hace, no tendría que dolerle tanto como lo hace. No tendría que eliminar su sonrisa, no tendría que hacerle detenerse y fruncir el ceño.

Pero lo hace.

—Bien, bueno, entonces no entiendo porque quieres llevarme a casa en primer lugar.

Jennie se detiene también, mirándola con una enorme sonrisa divertida. Como si le pareciera divertido la forma en la que Lisa parecía ofendida por sus palabras.

—Estaba de broma, Lisa. —dice, guardando sus manos en los bolsillos de su chaqueta.

—¿Lo estabas? —suena más a la defensiva de lo que quería, pero no le importa demasiado.

Jennie intenta retener su sonrisa, esconderla para no hacer la situación peor. Pero realmente parece que no puede.

—¿Enserio crees que me gustaría dejar de verte todos los días?

—No lo sé, dímelo tú.

—No, no me gustaría.

Bien. Bueno, a lo mejor había sido más dramática de lo que debía. Ahora se siente un poco estúpida. Es la forma en la que siempre se hablan, sus pequeñas bromas que son solo entre ellas. Sin embargo, la sola idea de que Jennie no disfrutara de su presencia de la misma forma en la que ella disfrutaba la suya le había hecho sentir un tanto insegura.

—Soy una idiota. —murmura mientras comienza a caminar de nuevo.

—Un poco —Jennie sonríe, siguiéndola.—. Llevo diciéndotelo por un tiempo.

Lisa no dice nada, simplemente rueda los ojos y continúa siguiendo a la castaña. Finalmente llegan al Jeep de Jennie, entrando en silencio y seguidamente la castaña enciende la calefacción, haciendo a Lisa suspirar en alivio.

—Es que me dices cosas horribles, Jen —Lisa finalmente habla, mientras Jennie comienza a conducir.—. Quiéreme un poco.

Las palabras salen de ella sin que pueda controlarlo, y quizás una semana atrás se arrepentiría de lo que acaba de decir. Pero sin embargo ahora siente un poco más de confianza con Jennie, como si de sus labios pudiera salir cualquier cosa en forma de broma. Incluso verdades disfrazadas.