Dejo que la espesa brisa me refresque las mejillas mientras cargo sobre mis piernas a una helada y adormilada Madi. Jace se sienta a mi lado, y veo de soslayo como Rose e Isabelle comienzan a sacar unas mantas de sus mochilas con el fin de cubrirse. Por mi parte decido no hacerlo y más bien pasar la que tengo hacia Madi; nunca he sufrido mucho por los temporales de baja temperatura, y realmente la ropa que llevo me es suficiente... al menos, por el momento.

 —¿Cuánto crees que debamos seguir avanzando? —pregunta muy seriamente Dayana, mientras se acomoda la trenza y hace deslumbrar su sedosa cabellera blanquecina.

Vincent no le quita ojo, pero siento que no es ése tipo de mirada de flechazo, más bien..., Simplemente atenta. De todas maneras, ella espera una respuesta y no tardo en dársela.

—Supongo que hasta dejar esta tundra atrás. No estoy seguro, pero creo que eso es lo que buscan que hagamos. —Asiente con una expresión pensativa y al momento continua—. ¿En dónde crees que pueda estar el grupo B?

Entonces recuerdo que el día en que nos separaron, ella tuvo que alejarse de la chica muy parecida a ella. Sin embargo, hundo los hombros sin saber qué decirle.

Isabell comienza a sacar un poco de su cecina, y cuando la miramos todos, frunce el ceño molesta. Su coleta oscura se ve incluso más larga que cuándo abandonamos las instalaciones del Capitolio.

—¿Qué? Tengo hambre, y la verdad es que no tengo idea de cuánto nos va a durar esta paz ni de si tendré tiempo de comer después. —Al darnos una respuesta bastante razonable, Jace nos dice que hagamos lo mismo.

Me toca entonces despertar a una somnolienta Madi, para que coma. Sorpresivamente, abandona el lugar conmigo para acercarse a Rose. Ella la recibe con una amplia sonrisa; pero yo veo más que eso, y noto sus ojos cansados. Eso hace que suelte un sonoro suspiro mientras comienzo a masticar un poco de manzana.

Unos segundos después, Jace se sienta a mi lado, codeando mi brazo izquierdo. Trato de no poner los ojos en blanco y le miro sin saber qué quiere de mi ahora.

—¿Qué pasa?

Su mirada cambia, quizás a una más asertiva, y cuando la comisura de sus labios se eleva, ya sé a donde quiere llegar. Trato de terminar la manzana lentamente para evitar responderle.

—Newt, eso es lo que pasa. ¿Supongo bien al pensar en qué te ha aliviado verle con vida? —Parece que me lee como un libro abierto y sólo quiero golpearle porque incluso sin decir nada, ya sabe lo que pienso.

Sigue molestando un poco más, consiguiendo que el grupito que nos rodea se sienta algo más cómodo y así poder distraerse del viento frio que pretende consumirnos con ella. Sin embargo, justo cuando ya me está tocando los huevos, recuerdo algo que me hace quedarme helado.

Según Janson, me había jurado que Newt había muerto a manos del chico del tres, y haciendo memoria, recuerdo que un chico de cabellera castaña se mantenía cerca suyo con un semblante bastante preocupado, y que, por supuesto, Newt seguía con vida, entonces... Me hace comprender que la estúpida rata me había mentido.

—¡Me ha tomado por tonto! —Mi repentino grito asusta a todos, a excepción de Jace que parecen no sorprenderle este tipo de cosas.

Mirándome intensamente, Rose me pregunta de quién hablo.

—De Janson. Juro que la próxima vez que lo vea, lo mato. —No me importa qué pueda estar escuchando mis palabras ni mucho menos el resto del mundo que me observa.

Después de eso, seguimos comienzo raciones proporcionadas en silencio, al menos hasta que Madi comienza a cabecear en brazos de Rose, quien la acuna suavemente. No tarda la chica de cabello pelirrojo soltar esa idea que se le pasa por la cabeza y que resulta algo obvia.

𝐓𝐇𝐄 𝐒𝐂𝐎𝐑𝐂𝐇 𝐓𝐑𝐈𝐀𝐋𝐒 𝐈𝐍 𝐅𝐈𝐑𝐄 | Newtmas ( au ) [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora