Luego de recuperarme de la bofetada que me pegó el hijo de puta de Henrich, no pude hacer nada. No tenía amigos ni ninguna persona de confianza en la secundaria, nunca ví la necesidad, y realmente no confiaba en nadie porque sabía lo falsos y superficiales que eran todos en ese asqueroso lugar. Además, nadie había visto lo que había pasado ya que fuimos los primeros en llegar a la clase esa mañana, así que, por más que quisiese, no podía hacer nada más que callar y aceptar su desafío.
La mañana continuó y era inevitable sentir las miradas de todos clavadas en mi, además de los susurros y comentarios en voces bajas que escuchaba cada dos por tres. Finalmente, lo que menos quería, se volvió realidad.
Decidí mantenerme tranquila ante todo, pero tenía bastante en mente el que no me afecte emocionalmente; algo que se me hizo realmente fácil ya que desde pequeña mis padres me criaron y ayudaron a forjar un carácter muy fuerte, por lo que era bastante difícil lograr verme llorar o dejarme llevar por mis emociones.
Entre algunas de las cosas más molestas que me sucedieron esa mañana, es que comenzaron a tirar papeles al asiento en donde estaba.
Me gustaba sentarme pegada a la pared, cerca de la ventana, muy aparte de las personas de mierda que habían, la vista al exterior era preciosa.
Estuve ignorando sus papeles un buen tiempo, recuerdo que incluso logré leer algunos en el piso, uno específicamente decía "Puta friki de mierda". Se nota que no eran muy creativos a la hora de insultar, pero bueno. Pasó un poco de tiempo y la maestra finalmente vió como uno de ellos tiraba un papel hacia mi y al dirigirse hacia su asiento vió los demás papeles arrugados en el piso. Aunque desafortunadamente no se dió el tiempo de leerlos, se enojó bastante.
— NELSON, SÉ QUE NO FUISTE EL ÚNICO EN HACER ESTE DESASTRE. DIME AHORA MISMO QUIÉN MÁS FUE. — exclamó la maestra con un tono muy furioso y con una mirada tajante a Nelson.
Toda la manada se quedó viendo a Nelson con una cara de "Dices algo y te asesinaremos".
— S-si... f-fuimos nosotros maestra... — dijo Nelson con la cabeza baja.
— LIMPIEN TODO ESTO O LOS ENVIARÉ A LA DIRECCIÓN. — dijo la maestra muy firmemente.
La maestra estaba en camino a su escritorio, por lo que decidí hacer un movimiento mientras pasó por mi lado.
— Y no querrá leer lo que dicen... — dije casi susurrando.
La maestra se dió cuenta de lo que dije pero no me miró ni hizo mueca alguna, simplemente actuó como si no lo hubiese escuchado venir de mi. Recogió uno de los papeles del suelo y lo único que pude ver después de eso fue su cara de asombro, enojo y asco a la vez.
— ¿Podrían explicarme porque se expresan así de su compañera...? — dijo lentamente con un tono atemorizante y que probablemente dejó con la piel de gallina a toda la manada.
El ambiente se tornó tenso, y había un silencio bastante incómodo. Pude ver la cara de Henrich y simplemente estaba por explotar de la risa de simplemente verlo tan vulnerable y atemorizado.
La maestra sacó a Nelson de la clase para conversar con el unos segundos, y al regresar, comenzó a llevarse a cada uno de los integrantes de la manada a la dirección.
Jajaja, mi yo interior sabía que eso pasaría en algún momento.
Luego de no tener a los estúpidos cerca, ya que al parecer los suspendieron por el resto de la mañana, esta transcurrió de manera tranquila.
Siempre tomaba un bus a casa, aunque era algo tedioso ya que este no me dejaba en la puerta de mi casa, sino muchas calles lejos, así que debía caminar un buen rato. No me molestaba el hecho de caminar, realmente lo siento como algo tranquilo y terapéutico, ya que es uno de los únicos momentos del día donde puedo estar sola, caminar, escuchar música y pensar un poco sobre todas las cosas.
En el trayecto en el que me dirigía a casa, comencé a pensar en que nunca tuve ninguna atracción amorosa o gusto por alguien.
Nunca pude entender a las chicas que veían a los chicos "guapos" y como discutían sobre quien era más lindo, alto, musculoso, etc. Mientras tanto yo, podría mantenerte una charla demasiado larga sobre como adoro los videojuegos y son una manera de escaparme de la realidad.
Nunca me detuve a pensar en algo como eso, el "cuál es tu tipo", simplemente nadie me parecía atractivo o me interesaba y ya.
Ni siquiera terminaba de comprender completamente que era el amor o lo que significaba, al menos el de pareja.
En todo caso, supongo que sería increíble poder compartir los mismos gustos con alguien y poder pasar tiempo jugando, tal y como solía hacerlo con mis hermanos.
KAMU SEDANG MEMBACA
HTTP ERROR 404: No pudimos encontrar el URL solicitado "/amor".
RomansaRealmente no importa quién soy, simplemente lo que estoy viviendo y sintiendo ahora mismo, cosas que nunca pensé llegar a sentir, repentinamente comienzan a perseguirme en mi día a día, no digo que me moleste... pero mierda, es muy extraño!
